Glamorama
"Yerko Puchento" en una foto de archivo. Daniella Chávez en una imagen tomada de pantalla, anoche, en Vértigo.

Daniella Chávez encaró a «Yerko Puchento»: «Si me quieres decir prostituta, me lo dices a la cara»

Autor: C. Z. / 11 mayo, 2018

“¿Quién no tuvo una mamá que, cuando estaba realmente enfurecida, te llamaba por el nombre completo?”, preguntó “Yerko Puchento” en su última rutina en Vértigo. Luego empezó a decir los nombres completos de los animadores e invitados del espacio con ironía.

Cuando fue el turno de Daniella Chávez, el personaje interpretado por Daniel Alcaíno, con libertos de Jorge López, la nombró como “Daniella Carlina Chávez Carillo”.

“‘Yerko Andrea Puchento Caniulef, ¡ven para acá!’. ‘Diana Eduviges Bolocco Fonck, ¡a tú pieza, caramba!’. ‘Martín Ernesto Cárcamo Bauza Mistral Capel Stolichnaya, ¡deja de tomar, caramba!’. ¡Son malos! ‘Daniella Carlina Chávez Carillo, ¡vístete, caramba!’”, fue lo que dijo.

La conejita Playboy, que es un éxito en redes sociales, con más de 8 millones de seguidores en Instagram, atinó con una sonrisa incómoda a responder. Sin embargo, minutos después reaccionó y, cuando el comediante efectuaba la lectura de “los diarios de vida de los famosos”, contraatacó y lo encaró furiosa.

Chávez se sintió pasada a llevar con el apodo “Carlina”. ¿La razón? Ese nombre hace mención a un famoso burdel que fue conocido durante la década de los 50 y 60 como la “Tía Carlina”:

“Yerko Puchento”: “¿Este otro (diario) de quién es? Ay, no, ¡espérate, que está caliente! (bota el diario) Ay, me quemé. Es de la Daniella Chávez”

Martín Cárcamo: “¡Ya pueh!”

“Yerko”: “Aquí tengo un guante de cocina para agarrarlo (se pone un guante)”

Chávez: “Yerko, es Daniella Karina, no Carlina. Si me quieres decir prostituta, me lo dices a la cara”

“Yerko”: “Daniella Karina…”

Chávez: “Dilo de frente”

“Yerko”: “No te lo dije. Te dije Daniella Karina”

Chávez: “No, dijiste Daniella Carlina”

“Yerko”: «Aquí dice Daniella Karina. Claro, Daniella Karina. ‘Querido diario: Hoy me tocó ser vocal de mesa. Tres viejitos se equivocaron y depositaron el voto en el escote. ¡No, chao! ¡Viejos frescos! (lanza el diario)”.