Álvaro Salas fue el encargado del humor en el cierre del Festival de Huaso de Olmué, también se convirtió en el peak del certamen con 27 puntos online, según informó TVN, liderando este domingo con un promedio 22,7 unidades. Aun así no se escapó de las críticas de los cibernautas; su humor fue tildado de “machista” y “retrógrado”.

“De verdad yo quiero que respetemos a nuestras… Está muy en boga esto de cuidar a nuestras mujeres”, fue una de las frases del humorista con 40 años de carrera que encendió las redes sociales.

En Intrusos de La Red debatieron sobre el tema:

Natali Chilet: “Nosotros siempre conversamos cosas que tienen que ver con temas de género y ustedes saben que soy una fiel defensora de eso. Cuando escuché a Álvaro Salas decir que es una moda el respeto hacia la mujer, es una moda muy positiva.

«Si hablamos  del concepto de moda, tiene que ver con costumbres o temáticas de un grupo de gente en un lugar determinado. Yo siento que sí es una moda. Es lamentable que hoy día sea una moda y no esté incorporado en nuestra mente y en la sociedad”.

Claudia Schmitd: “Yo creo que a la gente le gusta, pero claramente le falta trabajo. No me gusta ver en Álvaro Salas que se agarra de algo que ya está muy visto… Si sigue en este camino, en el corto plazo le puede pasar la cuenta y la gente empiece a reclamar también”

Osvaldo Solorza: “Hay una cosa que se llama la credibilidad del humorista y tiene que ver con lo que el humorista dice y cuál es el discurso que entrega. En el caso de Álvaro Salas él habla de borrachos. ¿Se acuerdan ustedes que el chocó con alcohol un árbol donde pudo haber matado una persona?

«También hablaba de infidelidad, cuando ya es muy bullado el tema de la infidelidad de Álvaro Salas. Cuando él habla de este tipo de cosas, sin hablar de su propia miseria, que es lo que estamos hablando todos, me parece que invalida su credibilidad” -EL VIDEO ACÁ-.

Esta es una pequeña parte de la rutina del humorista en Festival de Huaso de Olmué:

“El baño de damas es más bonito, más iluminado, más oloroso, más decente. Esos baños grandes con esos tremendos espejos. No había nadie y entró una rubia espectacular. Hizo lo que tenía que hacer, se fue a lavar las manos como corresponde. Vio que estaba sola y hablaba con ella misma: ‘¡Que estoy regia! ¡La cagué! De verdad en mi mejor momento’. Se puso de perfil. ‘Ahora entiendo porque los tengo a todos locos en la oficina, si hasta con poncho me veo rica’. Y como no había nadie, le dijo al espejo ‘gracias gimnasia aeróbica’.

“Entró una morena mejor que la anterior, más rica. La misma situación. Se miró al espejo y dijo ‘¡no! ¡Esto es mucho para una sola persona!. Voy a buscar un médico que me afee un poco, estoy abusando ya’. Como no había nadie, le dijo al espejo ‘gracias comida vegetariana’ y se fue pá’fuera.

“Con mucho respeto entró una gorda. ¡Gorda! Medida noventa, sesenta, noventa y la otra pierna también. Esas que se caen de la cama para los dos lados al mismo tiempo. Mórbida, mórbida. El ángel de la guarda duerme en la pieza de al lado. Se puso frente al espejo la gorda y ‘puta que estoy fea’. Se puso de perfil, así, ‘¡ándate cabrito!’. Y como no había nadie, le dijo al espejo ‘¡chorrillana conche…’ -SHOW COMPLETO AQUÍ-.

Estos son algunos de las reacciones que cosechó en Twitter la rutina en el Patagual: