Glamorama
José Miguel Viñuela, Karla Contant y "Pops" a las cinco de la mañana en el Teatro Teletón. FOTO: AGENCIA UNO

Las copuchas del trasnoche en el backstage de la Teletón 2017

Autor: Cristián Farías Ravanal / 3 diciembre, 2017

José Miguel Viñuela se lanza al suelo y Karla Contant y Diana Bolocco que se cree Debbie Harry, con pantalón de cuero y polera de concierto rock, menean las caderas sobre el animador de 43 para intentar un «twerking» con poca gloria –MIRE AQUI A LOS MEJOR Y PEOR VESTIDOS DE LA TELETON 2017 EN 50 FOTOS-.

Son las cinco de la mañana en el Teatro Teletón y las starlets Francisca Undurraga y Yuli Cagna ya quedaron casi en topless a no ser por un par de estrellitas pegadas con doble faz que las protegen del piluchismo total en estos «triángulos de fuego» en los que se convirtió la clásica Vedetón.

Las Maripepas y Marlenes de antaño fueron reemplazas por un grupo de ex chicas reality de Mega y ex integrantes de Mekano que bailaron entre llamaradas o en jaulas. «Indomables», «guerrilleras», imbatibles», «salvajes a la hora de amar» y «amantes del peligro». Que «perrearon» y se contorsionaron con reggaetones furiosos en numeritos de a tres con nombres como «domador de fieras» o «pasión contra las cuerdas».

Karla y Diana quedaron epaté cuando un par de los bailarines acompañantes se sacaron los slips de lycra; pero fue Viñuela el rey de la fiesta, el dueño de casa.

El conductor que renació este 2017 volvió a reírse con más ganas y más fuerte que antes. Bromeó hasta que se cansó y gozó con «Monty» y «Pops», las musas de su recordado programa juvenil que la madrugada del sábado volvieron a las coreografías de fiesta joven y desatada.

«Nos sentimos orgullosos de que tengamos a tres ex integrantes de Mekano aquí presentes. O sea, Mekano todavía vive», afirmó José Miguel lleno de orgullo. «Un corazón lleno de nostalgia», reflexionó Luis Jara.

En el backstage el pelambre entre los rostros fueron las llamativas curvas que Constant resaltó con un vestido negro con tachas y los 15 kilos que bajó Martín Cárcamo. «Contó que dejó completamente el alcohol, ni una pizca de nada, y obviamente le llovieron las tallas», dice un testigo tras bambalinas.

Rafael Araneda y Jara descansaron en sus camarines privados, los únicos privilegiados junto a Don Francisco. Mientras que Carolina de Moras se recostó un ratito en la pieza con dos camas que compartió con Kathy Salosny. Cristián Sánchez quedó con Cárcamo y Karen Doggenweiler con Tonka Tomicic, la más glamorosa en un enterito de la boutique de Sarika Rodrik.

Entre los mejores look también resaltaron De Moras con un modelo corto y glitter del chileno Pato Moreno y joyas caras de Casa Barros, e Ingrid Cruz, la figura de las teleseries en un traje que se apegaba a sus curvas, rojo muy intenso.