Glamorama
Paulina Nin y Antonio Vodanovic animando el Festival de Viña, en una foto del archivo Copesa.

Paulina Nin desclasifica feroz pelea con Antonio Vodanovic detrás de la Quinta Vergara

Autor: C. Z. / 22 septiembre, 2017

Debieron pasar 34 años para que finalmente Paulina Nin desclasificara una fuerte pelea que tuvo con Antonio Vodanovic en el backstage de la Quinta Vergara, cuando ambos animaban el Festival de Viña.

En febrero de 1983 Paulina era una jovencísima conductora que, a los 22 años, ya conducía el noticiero central de Televisión Nacional. Era talentosa, linda y profesional.

Tenía una voz y un desplante privilegiados y, así de precoz, fue la primera en plantarse como anfitriona de verdad del Festival de Viña junto a Vodanovic. No como una simple acompañante bonita, «un gomero», como se les decía en esa época.

Esta chica con porte y personalidad lo estaba haciendo de maravillas sobre la Quinta Vergara, y eso lo sintió Vodanovic, un hombre que se hizo fama por su mal temperamento en los equipos de trabajo.

Entonces, una de esas noches festivaleras ocurrió el inevitable y terrible choque que Nin desclasificó en El Cubo, el estelar de entrevistas de Chilevisión con la periodista Diana Massis haciendo las preguntas:

Diana Massis: “Hubo un episodio en que él te dejó sola”

Paulina Nin: “Sí, pero fue porque él… ¿Te refieres a cuando él desapareció de escena?”

Massis: “Sí, cuando se desapareció de escena y había que presentar a Locomía”

Nin: “Creo que fue Locomía… No sé si específicamente Locomía. Pero veníamos de vuelta de comerciales y miro y Antonio no estaba al lado mío. Entonces me dicen ‘Paulina, estamos al aire, volvemos de comerciales. Uno, dos, tres’. ‘Y ya estamos nuevamente junto a ustedes en Viña del Mar y comienza a volar la Gaviota. Maestro, con esta característica, vamos a saludar a…’

«Y empecé a buscarlo y Antonio no estaba en ninguna parte. Teníamos que presentar juntos al conjunto que venía a continuación y entonces lo presenté sola.

“Digo ‘con ustedes, en la Quinta Vergara, ¡Locomía!’, ponte tú. No me acuerdo si era Locomía. Y en ese minuto empieza a sonar todo, aparece Locomía, o quien fuera. Y en eso viene Antonio por la orilla, viene gritando, hecho un energúmeno, y me dice ‘¡no podí presentar tú sola!’, y yo había salvado la situación.

«Contesto ‘¡¿y voh dónde estabai?!’. Entonces me dice ‘estaba en la grúa’. Imagínate, se había ido a subir a la grúa, que es la cámara de arriba, en el aire, una grúa, porque él quería presentar desde ahí. Pero no le avisó a (Sergio) Riesenberg, no me avisó a mí, entonces nadie sabía dónde estaba Antonio”

Massis: “¿Cuál fue el exabrupto?”

Nin: “No lo voy a repetir aquí, pero fue fuerte. Fue fuerte”

Massis: “¿Te intimidó, Paulina?”

Nin: “Sí. Y yo me acuerdo que le dije ‘se acabó, quédate con tu Festival de Viña y yo me voy al hotel. ¡Quiero la van!’. Ahí se instituyó la frase ‘la flaca quiere la van’ (risas). Porque yo dije ‘quiero la van, y me voy’. Yo lloraba de rabia, no lloraba de pena.

«Entraban todos, porque estaba el marido de Raquel González, Julito Arrate, coordinando, y dice por el micrófono del casco ‘tengo un problema, la Paulina se quiere ir. Por favor’. En eso subió mi marido en esa época, y lo mandé con viento fresco también, porque estuvo a punto, porque si lo dejaba ahí, le iba a (pegar) a Antonio”

Massis: “¿En serio?”

Nin: “No hubiese llegado a pegarle, pero se lo ofreció, porque me vio a mí muy complicada y llorando. La chiquitita, Lucy Jaramillo, subió le dijo ‘Canutito (Errázuriz), vámonos a tomar un cafecito’.

«Y se lo llevaron, y yo amurrada. ‘Quiero la van. Me voy al hotel. Que este amargado se quede con su Festival. Digan lo que quieran, que me enfermé del estómago, que me desmayé, desvanecí, lo que quieran. Me voy’”

Massis: “¿Y qué hizo Antonio?”

Nin: “Antonio estaba sentado en una mesa redonda, ahí, amurrado. Y era 14 de febrero, el Día de los Enamorados. Mi marido en ese minuto me había mandado un tremendo ramo de flores, rosas rojas. Fue muy divertido, porque pasaba Jaime de Aguirre, lo retaba, ‘¡pero cómo le puedes decir a la Paulina, ofenderla!’. Y después ‘Paulinita, por favor, tranquilita’. Y yo: ‘Quiero la van, no quiero seguir trabajando con este pelotudo’. Así, enojada.

«Llegó un minuto que más de alguien le dijo ‘tení que disculparte, compadre, no podí andar ofendiendo a diestra y siniestra y menos a una mujer’. Agarró patudamente una rosa del arreglo que me había mandado mi marido y me dice ‘ya poh flaca, cortalá poh, no sigai haciendo escándalo’”

Massis: “¿Antonio Vodanovic se arrodilló?”

Nin: “Si, pero no coloquen ‘se arrodilló ante la Paulina Nin’. Se agachó. Y le digo ‘eres así de patudo. Sacas flores que no son tuyas, ¿y arrancas una flor del arreglo que me mandó mi marido? Eres muy patudo’. Yo hice mi show en el sentido de que soy muy profesional”

Massis: “¿Y el pelotudo era Antonio Vodanovic?”

Nin: “¡Pero obvio pues! Si me dijo un improperio bastante más fuerte que decir ‘pelotudo’”

Massis: “¿Qué te dijo Antonio Vodanovic, Paulina?”

Nin: “No vale la pena”

Massis: “Ya pasó mucho tiempo. Recordémoslo”

Nin: “No, ¿para qué?”

Massis: “Para que nadie más lo haga”

Nin: “Pero si eso ya no se hace. A no ser que existan otras Paulinas que le paren el carro” –MIRE AQUI EL VIDEO. MINUTO 28-.