Glamorama
Vale Ortega se indignó con la propuesta de un hombre a través de Facebook. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / CHV

Vale Ortega reveló por qué funó a hombre que le ofreció $6 millones en dudosa propuesta

Autor: C. Z. / 20 julio, 2017

“Hola, cómo estás, buenas noches. Te ofrezco 6.000.000 millones de pesos chilenos. Soy un hombre adinerado. Sé quién eres, por eso te efectúo con respeto. Piénsalo y si te interesa, me comentas y te voy a explicar todo. Gracias”.

Este fue el mensaje –editado– que un hombre, identificado como Pablo Esteban Pérez Roa, le envío a Vale Ortega el fin de semana pasado. Una dudosa propuesta que indignó a la ex Calle 7, quien utilizó su cuenta de Instagram para mostrar el pantallazo y funarlo en público. –VEA EL PANTALLAZO Y MÁS DETALLES ACÁ–

Este miércoles, en Mentiras Verdaderas, Vale reveló por qué lo hizo. La animadora explicó sus razones para funarlo y, además, desclasificó un fuerte episodio de acoso que vivió en la calle. Mire el diálogo en el estelar de La Red:

Ignacio Franzani: “Evidentemente no explica en qué consiste el ofrecimiento. Porque algunos te decía ‘oye, que le pusiste color, a lo mejor te estaba ofreciendo un trabajo’”

Vale Ortega: “A las 10 de la noche, un día domingo, Facebook”

Franzani: “Cuando tú estabas viendo Game of Thrones”

Ortega: “Más encima era el estreno de la séptima temporada de mi serie favorita, concentrada. Que me llegue ese mensaje. A ver, ¿cuál es el problema? Que hay cierta mochila. Entonces, cuando te llega un mensaje de esa envergadura, ¿qué puede hacer? Nada. Pero eso es una responsabilidad que yo estoy tomando. ¿Por qué tengo que aguantar que alguien se sienta con el derecho a mandarme un mensaje que a mí no me acomoda? Porque ese es mi límite. El límite de una agresión lo ve una.

“Sabí que, si el año 2017 alguien cree tener los cojones para mandarte un mensaje así, entonces te bancas que alguien te pueda pegar un pantallazo y lo pueda publicar”. Es para los dos lados. Yo me saco esta mochila y la dejo, porque no me voy a hacer cargo de eso. Porque yo podía haber tomado el camino fácil, que es no pescar, que es el 90% que las mujeres, u hombres, que les llegan este tipo de mensajes, que son cientos, lo hacen. ¿Por qué? Porque es un troll, o es un bot, o porque es una persona, porque no es la persona acá lo importante, sino que la situación en general. Si fuera esa persona, yo probablemente estaría ahora en la PDI, estaría investigando quién es. No me interesa”

Franzani: “O sea, ni siquiera te ibas a dar esa molestia. Es simplemente evidenciar…”

Ortega: “Absolutamente. A eso me refiero”

Franzani: “Viralizar la situación”

Ortega: “Dejar de invisibilizar el tema”

Franzani: “Tratar de normalizarlo. Vuelvo a la palabra. Y te insisto, vale, creo que esto te ha sucedido en más de alguna ocasión. Me gustaría que, antes de revisar algunos casos donde tu dijiste ‘¿sabí qué más?’, hiciste la vista gorda. ‘¿Sabí qué más? Chao. Quizás es el costo de estar expuesta, de salir en la tele, que la gente te conozca. Pero algo pasó ese día que dijiste ‘esto ya no va más’. Y quiera saber, ¿qué pasó contigo ahí?”

Ortega: “Yo creo que tiene que ver un poco en el momento en que… Todo parte por la culpa de mis audífonos. ¿Por qué? Un día salí a pasear a mi perro. Y siempre salgo con mis audífonos, con su bolsa, hay que salir con la bolsita”

Franzani: “Claro, recogiendo la caquita evidentemente”

Ortega: “Y salí sin audífonos. Y bajé. ‘Ah, filo, no voy a subir a buscar los audífonos. Filo’. Y salgo a pasear a mi perro. Y nunca había sacado a pasear a mi perro sin escuchar música. Y tuve que escuchar lo que la gente me gritaba. Y quedé como ‘me estay webia…’. De todo. Desde ‘mijita linda’, ‘te haría y te diría y te chuparía’. Y podemos seguir buscando verbos atroces”

Franzani: “Todo eso en cinco cuadras”

Ortega: “¡Cinco cuadras! Un perímetro enano. Y el problema es que, para una mujer, yo hablo por mí, uno se paraliza. No sabí qué hacer porque, además, como no es ‘algo’, es peor todavía. Y me acuerdo que cuando salí, y escuché estos comentarios, pasó un señor, me acuerdo perfecto, pasó un señor de este lado, que iba del lado contrario. Y pasa y me dice como algo al oído. Súper invasivo, por cierto.

“Me dice ‘te daría como….’. Y como que te paralizai. Me paré y como que concienticé lo que estaba pasando, sin dejarme llevar por mi instinto, como echarme a correr. Paré, me di vuelta y le dije ‘no, basta, no quiero más esto’. Caminé, le toqué el hombro. Se da vuelta. Se congeló y le dije ‘¿qué me dijo? ¿Qué me acaba de decir?’. Dígamelo, pero a la cara. ‘No, nada’. ‘¡Yo lo escuché! ¿Qué fue lo que me dijo? ¿Qué fue lo que me dijo?’. ‘No, nada’. ‘Nunca le diga usted nada a alguna mujer que se le pase por el frente. Podría ser su mamá, podría ser su hermana, podría ser su hija’”