Glamorama
Camilo Castaldi, más conocido como Tea Time, cantante de Los Tetas, y la joven universitaria que lo denuncia, Valentina Henríquez, en una foto durante su pololeo tomada de las redes sociales.

El terrible relato y fotos de golpes y heridas de la polola que acusa al cantante de Los Tetas Tea Time

Autor: Cristián Farías / Carlos Zúñiga / 3 julio, 2017

«Hace una semana y el mismo día que su amigo flautista me pegó, el también después me atacó, estando los dos solos, era de esperarse, había jalado y tomado mucho whiskey, me pegó combos en la cara y patadas en todos lados, como siempre, después de eso me estaba grabando con la cámara de su celular riéndose de cómo lloraba tratándome como siempre lo hacía ‘maraca culiá’, ‘eso te mereces’, ‘no vales nada, no existes en mi vida'».

Esto es solo una parte del extenso testimonio que publicó en su cuenta Facebook Valentina Henríquez –ENTRE AQUI PARA CONOCER EL TESTIMONIO COMPLETO Y LAS FOTOS-, quien tuvo una relación durante un año y medio con el cantante y líder del grupo Los Tetas Camilo Castaldi. El posteo incluye fotos donde muestra terribles moretones y heridas en el rostro y cuerpo.

La joven universitaria denunció al músico más conocido como Tea Time tras los graves y continuos episodios de agresión física y sicológica que asegura haber sufrido.

En el relato señala que en la primera audiencia, «la Fiscalía solo puso una orden cautelar donde se indica que él no se puede acercar a mí a menos de 200 metros, ni siquiera le dieron la firma mensual en el juzgado de garantía ya que ‘no tiene antecedentes'».

Valentina Henríquez cuenta que Castaldi tiene una supuesta «adicción a la cocaína» y al alcohol. Describe con lujo de detalles episodios ocurridos tras juergas con «narcos», «ladrones» y «delincuentes», donde la insultó y golpeó. Incluso, explica que en una ocasión el integrante de Los Tetas permitió que un «amigo flautista» suyo también la golpeara. «Me pegó un combo y me botó al sueño», dice.

La joven afirma que el cantante «siempre defiende y defenderá a los ‘malos’, a los ‘choros’, a los narco, a los que han robado, a los que se han robado un banco, incluso en su biografía de Facebook tiene puesto que él es ladrón de bancos, pues esa es su fantasía, robar algo grande, matar a alguien, ser un gangster, como el cliché del rapero, eso es pero al peor nivel».

Detalla que a los pocos meses de iniciada la relación, fue agredida por primera vez: «Ya a mediados del tercer mes de nuestro pololeo comenzó a golpearme, hay fotos del matrimonio de mi hermana (en marzo del 2016) en donde aparezco con moretones en mis brazos y piernas producto de sus golpes o cuando me tiraba al suelo».

El testimonio entrega con descripciones gráficas, como las siguientes:

«Empezó a golpearme en la cara, me agarraba los brazos y me pegaba cabezazos o me escupía, también me tapaba la boca dejándome sin poder respirar y él encima mío, yo pensaba que iba a morir, me pegaba en la mandíbula muy fuerte porque yo lloraba y me decía cállate perra, eso fue lo primero».

«(Sufrió una) Contusión en la cabeza con sus golpes en donde todo era sangre en la cama, en las sábanas, en mi ropa, en mis jeans y también terminé en la posta. Él ahora ya no pedía disculpas sino que se enojaba él por haberme pegado a mí, me llamaba loca, me gritaba loca»

«Hace una semana y el mismo día que su amigo flautista me pegó, el también después me atacó, estando los dos solos, era de esperarse, había jalado y tomado mucho whiskey, me pegó combos en la cara y patadas en todos lados, como siempre, después de eso me estaba grabando con la cámara de su celular riéndose de cómo lloraba tratándome como siempre lo hacía ‘maraca culiá’, ‘eso te mereces’, ‘no vales nada, no existes en mi vida’.

«Me molesté que me grabara así que le intenté correr el celular pero él seguía lo cual él mismo cayó sobre su mesa de sonido y como estaba ‘duro’ y loco, como en otra dimensión, pensó que se había dañado su mesa (lo cual quedó comprobado al otro día no le pasó nada) se me tiró encima diciéndome IMBECIL AHORA VAS A VER a pegarme de nuevo ferozmente lo que provocó una hinchazón en mi rostro, hematoma en el ojo y un derrame ocular. Él después de eso jadeaba de lo cansado que quedó de pegarme tanto, yo quedé tan cansada de la golpiza que me quedé sentada en la cama sin habla y él por dos horas siguió gritándome obscenidades y garabatos. Lo único que yo quería era dormir.

«Y de la nada me dijo ‘ya, terminamos ándate maraca culiá de mi casa, sale fuera’ y me empezó a pegar combos, me botó, de nuevo sus patadas por todos lados, me arrastró por la casa para sacarme y no sé cómo pude agarrarme de un mueble para no salir, porque tenía mi cartera con plata y celular y carnet adentro, entonces entré y me senté un segundo y siguió pegándome y en el mismo ojo donde hace una semana me había hecho el hematoma.

«No le importó que me estaba sanando ni nada, ni todos los perdones que me pidió, él decía que ‘había sido un accidente’ me dio más fuerte que la vez pasada. Me dijo ‘estay fea, ándate maraca culiá, bitch, fucking bitch, hay que pegarle a las weonas, a mi me importan mis cosas, no las weonas, a mí nadie me puede hacer nada porque soy amigo de todos los choros y hasta los pacos culiaos también’. Me escupió, me tiró bebida en la cabeza y tiró mi mochila y chaqueta de cuero por la basura del edificio, bajé corriendo y en el lobby me socorrieron unos vecinos y una vecina que lo conocen bien le dijo ‘hijo de la gran perra’. El me gritaba ‘perra de mierda’ y se dio a la fuga en bicicleta».

La joven cuenta que, en enero pasado, debido a las contusiones, fue a parar a la posta y Carabineros. Sin embargo, prefirió no hacer la denuncia. Solo se atrevió ahora, tras la última golpiza. Estas son sus palabras:

«No quiero que se lo haga a nadie más y que nadie más pase por esto, él es muy peligroso por su nivel de violencia con las mujeres, él a los hombres no les pega, les tiene miedo y por eso es chupamedias con todos para que nadie le toque un pelo. Vende la pomada con su rima, sí, es talentoso, pero no puedes engañar a un mundo entero con tu forma de vivir escondida, ayer hasta me sacó un cuchillo y me ha amenazado de muerte a mí y a mi familia con los que siempre se refiere a ellos con improperios, no tiene educación.

«El me dijo que si yo tuviera amigos flaites choros me trataría mejor, porque si no podrían defenderme, me dijo que sus amigos le decían que ‘pololeo sin moretones no es pololeo’ toda su misoginia y machismo siempre lo normalizaba y yo le decía que estaba mal y por eso siempre se enojaba conmigo, o porque yo me ponía triste y lloraba cada vez que jalaba porque de verdad me dolía. Fui muy tonta».

Además, Valentina Henríquez asegura que Camilo Castaldi escondió en su casa la guitarra que, en febrero pasado, le robaron, junto a otros instrumentos, a Javiera Mena. Estas son sus palabras:

«Y quiero decirle a Javiera Mena que se contacte conmigo pues Camilo, Tea Time, dejó en mi casa escondida la guitarra que le robaron a sus músicos, él sabiendo que eran robadas a Javiera Mena se las compró como un chiste y cagado de la risa junto con un teclado a sus amigos que son los que le roban los instrumentos a muchas bandas chilenas, como ya hemos visto en las noticias. Como él dice ‘los ladrones son respetables y los mejores'».

El relato de la joven causó conmoción en las redes sociales. En Twitter los términos «Tea Time», «Los Tetas» y «Valentina Henríquez» encabezan el ranking de lo más comentado del día. Estas son algunas de las reacciones: