Glamorama
"Arenita": Natalia Rodríguez en Primer Plano, donde volvió a la televisión tras cuatro años. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / CHILEVISION

La sorprendente reaparición de «Arenita»: Reveló reciente «remember» con Karol Dance

Autor: Cristián Farías Ravanal / 9 julio, 2017

«Ahí fue el beso. Yo quería saber si realmente seguía sintiendo algo por él. Entonces, la única manera de saberlo, porque siempre todo el mundo me penaba con Karol Dance, la única manera de saberlo era comprobarlo», relató Natalia Rodríguez, «Arenita», en Primer Plano, sobre su reciente reencuentro íntimo con Karol Lucero.

El recordado y popular personaje juvenil reapareció en el estelar de Chilevisión tras cuatro años alejada de la pantalla. Rodríguez, de 28 años, mostró su nueva vida como vendedora de seguros de salud y desclasificó su reciente «remember» con el panelista de Mucho Gusto –MIRE AQUI EL VIDEO. MINUTO 8-.

La joven que hoy luce su real color de pelo -y un look de innegable parecido a Ariana Grande-, nació como personaje en la época en que la tribu urbana de los pokemos comenzó a tener presencia en la televisión, a mediados de la década pasada. Entonces, en SQP pusieron a la desconocida pero llamativa chica en el panel.

Posteriormente Arenita pasó a Yingo, que se emitió exitosamente en el mismo Chilevisión, entre 2007 y 2013. Allí alcanzó tal popularidad que incluso figura como personaje en la Cápsula Bicentenario, enterrada en la Plaza de Armas de Santiago y que será abierta en 2110.

En esa época, y debido a su pololeo con Arenita, también comenzó a figurar otro adolescente pokemón: Karol Dance. La pareja vivió un comentado y publicitado romance televisivo, con dramáticos episodios.

Poco antes de terminar Yingo, Arenita renunció. Se acercó a la Iglesia Evangélica y no regresó a la televisión. El pololeo con Karol Lucero había terminado. El estuvo en Canal 13 y después, en el matinal de Mega, ha logrado desarrollar su carrera y fortalecerse.

Natalia Rodríguez -quien pololea desde hace unos meses convive con su pololo danés- aseguró en Primer Plano que, tras el quiebre, nunca más habló con Karol. Hasta hace unos meses, cuando retomaron el contacto y tuvieron dos encuentros en el departamento del rostro de Mucho Gusto. Estas fueron sus palabras:

Natalia Rodríguez, «Arenita»: «Hablamos cosas muy profundas. Comimos sushi. Yo lo llamé un día. Había cosas pendientes, porque nosotros dejamos de hablar de un día para otro. Nunca pudimos decir lo que el otro ni lo que yo sentía, ni nada de esas cosas. Solamente cortamos contacto. El quedó en la relación con Faloon y después tuvo una relación con Cata Vallejos. Entonces, tampoco pudimos hablar nunca. Yo no quería ‘irrespetar’ su relación, ni estar llamando, ni nada.

«Pero un día se me ocurrió llamarlo de aburrida. Estaba soltero. El dijo que estaba soltero y lo llamé. Me recuerdo de su número porque en ese tiempo solamente se podían marcar los números de memoria y yo creo que es el único número que me sé de memoria. Lo marqué y estaba justo saliendo para gala del Festival de Viña. Me dijo ‘¡te tengo que cortar, pero hablemos después!’.

«Después no le hablé más y lo agregué a WhatsApp. Empezamos a conversar y me dijo ‘¿dónde estás?’. ‘En mi trabajo’. ‘¿Y dónde trabajas?’. ‘En tal lado’. ‘Te voy a pasar a buscar en un Uber, para que conversemos’. El mandó el Uber a buscarme. Llegó el Uber. Llegó al lugar y veo un edificio gigante, apoteósico. Digo ‘¡guau! Que le ha ido bien a este muchacho después de como lo conocí’. No sé si decirlo así (que ella lo hizo famoso), pero quizá sí fui un peldaño para que él subiera en su carrera.

«Pasé a su departamento. Fue como tan extraño. Poder mirarlo y hablar con él. Porque antes, si bien trabajamos en Yingo juntos, jamás nos hablamos. Se ignora nomás, porque estaba la otra niña, Faloon, y estaba mirando que yo no me acercara a él. Entonces, fue bueno haber hablado con él. Me desahogué.

«La verdad es que me puse súper nerviosa. Incluso le pedí si podía darme una copa de champaña, para relajarme un poco. El me ofreció un café, le acepté el café… Y de ahí empezó a fluir poco a poco la conversación. ‘Cómo has estado?, ‘¿qué has hecho?’, ‘¿qué ha sido de ti?’, ‘¿en dónde estás viviendo?’, ‘¿en qué estás trabajando?’.

«Le pregunté lo mismo y, bueno, ‘veo que te ha ido muy bien. O sea, la casita’. Le dije que era muy bonito su departamento… (Cenaron) Sushi. Yo recuerdo que era tarde ese día, era tarde y tenía que trabajar muy temprano al día siguiente. No alcanzamos a conversar tanto, así es que nos juntamos una segunda vez, para aclarar mejor las cosas. En su casa… Nos acordamos de cosas, de momento que vivimos».

En el papel le preguntan insistentemente si es que hubo besos con Karol Dance en estos encuentros. Ella comienza negándolo en repetidas ocasiones:

«Solamente hablamos como amigos, ya había pasado harta agua bajo el puente… Eso sí es verdad, bailamos un poco, bailamos reaggaetón… Con luces bajas… Es necesario responder esto… Me estoy poniendo nerviosa… Es que después me va a llegar un WhatsApp que te juro que… Sí (hubo un beso). Lo siento, pero soy una mujer que no miente, y hasta el día de hoy no voy a mentir. Pero, a mi defensa, ni él tenía novia ni yo tenía novio.

«Tuvo que ocurrir una seguna vez (para el beso). Porque la primera vez estábamos hablando cosas de nosotros. Y después, la segunda vez, bailamos un poco de reggaetón. El tenía que levantarse temprano. Me fue a dejar a mi casa, debo reconocerlo… Fue en un auto nuevo que se habí comprado, me dijo que lo había comprado hace poco. Uno va como enterrada en el asiento del auto. Es bastante bonito.

«Ahí fue el beso. Yo quería saber si realmente seguía sintiendo algo por él. Entonces, la única manera de saberlo, porque siempre todo el mundo me penaba con Karol Dance, la única manera de saberlo era comprobarlo. (Ante la consulta de si fue más de un beso con Karol Dance) Voy a utilizar la frase esta vez de que una señorita no tiene memoria.

«Fue solamente un baile de reggaetón, como se bailaba antes el reggaetón, como bailaban los pokemos, con perreo, con ponceo. Hace el intento, sí, igual le puso su perreo. (Ahí fue) El beso. Fue extraño. Puedo describirlo como extraño. No me recordaba nada. No sentí como lo que sentía unos años atrás, así es que dije ‘acá me libero. Doy vuelta la página forever’. Porque igual siempre quedan cosas inconclusas. Por lo menos para mí, no para él, porque él pudo hacer su vida, hacer sus relaciones, pero siempre quedé con la duda. Y tenía que ir a la guerra nomás poh, a comprobarlo.

«El fue mi primer amor, yo viví todo muy intensamente con él. Vivimos juntos también. Después todo se acabó, cada uno por su lado. De verdad que me va a matar. Me va a decir que soy una casetera… Pero si él no da cuñas, si él ya no es de la farándula.

«No estoy molesta. Porque no sería primera vez que me negara por un remember. Si lo hizo cuando estaba pololeando con su ex y tuve que dar una prueba como para que ella me creyera. No sería primera vez que me hubiese negado. Me da lo mismo, la verdad».