Glamorama
Rocío Marengo y "Yerko Puchento" en Vértigo. FOTO: EDUARDO ANGEL / GLAMORAMA

A «Yerko Puchento» se le pasó la mano con Rocío Marengo

Autor: C. Zúñiga / C. Farías / 8 julio, 2017

«¡Yerko, qué le pasó! ¡Está ordinario hoy día!», fue uno de los comentarios que hizo Diana Bolocco en Vértigo, durante la rutina que el personaje humorístico realizó centrándose en Rocío Marengo, una de las invitadas al estelar de Canal 13 esta semana –MIRE AQUI EL VIDEO-.

La argentina estaba muy buena onda, celebrando al personaje, participando. Sin embargo, quedó sorprendida, igual que la animadora, ante el nivel que alcanzaron algunas de las «tallas» del libreto de Jorge López interpretado por Daniel Alcaíno. Esto fue parte de la presentación:

“Yerko Puchento”: “¿Cómo estás? Estupenda, regia. Date una vuelta. Divina. Apolínea. Dionisíaca. Estupenda, increíble”

Rocío Marengo: “Gracias, gracias. ¿Vos estás solo?”

Yerko: “La primera argentina que vino a conquistar Chile, mierda. Sí, hay que decirlo. ¡Más talentosa que la Susana Jiménez! ¡Más polémica que la Moria Casán! Que se atiende en el mismo urólogo que la Botota, por si acaso. Sí, sí, hay que decirlo”

Diana Bolocco: “¡Pero Yerko, cómo dice eso!”

“Yerko Puchento”: “Sí, Diana. Ya no respetamos a los argentinos hace tiempo. Estás estupenda, linda. Siéntate, por favor”

Marengo: “Me conocés de chiquita”

Yerko: “Qué lindo. Esta mujer es la pionera argentina en Chile. Llegó solita, en un bus Cata, hace unos años atrás. Venía desde Buenos Aires, solita, como Carmela. 68 horas arriba del bus estuvo esta pobre mujer. Por eso quedó plana y tuvo que dibujar el poto después. ¡No, son bromas! ¡Con el lápiz de Pin Pón se tuvo que dibujar la línea ahí!

“Estupenda. Estás maravillosa. Se bajó de ese bus en el terminal con su cabellera negra al viento… Porque no había Koleston en esa época. Y venía sin nada, dispuesta a triunfar en Chile. Llegó con un turrón, un chicle de azúcar y una Prestobarba. ¡Nada más! ¡Pero si es verdad! Eran 68 horas arriba del bus. ¡A cualquiera le crecen los bigotes, poh!»

Bolocco: “¡Yerko!”

Yerko: “¡Pero si es verdad, Diana! ¡Ya la vimos en La Isla Vip! ¡Tenía más cañones que la Esmeralda poh! ¡Parecía Cantinflas! El diputado Gutiérrez es lampiño al lado de la Marengo. ¡Oye, claro! Pero tengo que decir una cosa: En este país la recibimos felices. Le abrió las puertas de este país. Le abrió las piernas, en el sentido figurado. Y a la semana, en el primer evento, vio a Pinilla y le clavó la mirada. Y al día siguiente, Pinilla le clavó la suya. ¡La mirada! Fueron varias noches clavándose miradas. ¡El ojo le quedó irritado de tanta mirada!”

Martín Cárcamo: “¡Ya pueh! ¡Córtela!”

Diana Bolocco: “¡Las tonteras que habla usted!”

Yerko: “¡Pero si es cierto! ¡Hay que decir la verdad! Oye, y después del episodio de Pinilla, la vida no fue fácil para ella. Tuvo que aprender a caminar nuevamente. De verdad. Le costó. Quedó con distemper esta mujer. ¡La verdad! Fue ahí cuando dijo, por primera vez, ‘no quiero más eventos, quiero triunfar en la tele’. Y entonces se inscribió en un curso de locución con Javier Miranda. Claro. Quería ser la voz en off de Radio Infinita. Sí.

«El primer día de clases se suicidaron tres profesores. ¡Qué terrible! ¡Se pasó! ¡La Diana es ronca al lado tuyo! ¡Sí! O sea, ¡la Diana es Barry White al lado tuyo! Sí, esa voz de pito. ¡Uno escucha la voz de pito y queda volao! O sea, imagínense. Ni Juan Antonio Labra llegó al tono de la Marengo. ¡Nadie ha llegado a ese tono! ¡Es único! ¡Lo que debe ser un orgasmo de ella! ¡Te deja sangrando el oído, weón! ¡Terrible!»

Marengo: «¡Basta, Yerko!»

Yerko: “Ya, Marengo, ahora te voy a salvar ¿No querían que webeara a los invitados? (‘¡Sí!’, gritó el público). Pero ella siguió adelante, apechugando. Triunfó en Mucho Lucho. Fue actriz, modelo, coanimadora, hizo la obertura del Festival de Viña y, hay que decirlo también, fue la primera en tatuarse el palo de Pinilla. Sí, fue la primera en tatuarse el palo de Pinilla”

Marengo: “No hablo de detalles”

Yerko: “Ojo, la Diana también se tatuó el palo de Cristián a tamaño real del cuerpo. Sí. ¿Se lo han visto? ¿No le han visto el tatuaje? Pero si lo tiene aquí (le toma la mano). Aquí está (saca una lupa). Pero si ahí estaba. ¡Ahí está el tatuaje!”

Bolocco: “¡Qué idiota!”

Yerko: “Mira. ¡Y lo tiene parado! Te lo voy a regalar (la lupa), para que lo encuentres en la noche, para que encuentres algo, porque la que busca siempre encuentra”

“Esta mujer que está acá (Rocío) es una mujer cosmopolita. Esta mujer se la pasa viajando entre Argentina y Chile. Tiene una pata en Buenos Aires y la otra pata en Santiago. ¡¿Quién estuviera en Mendoza, Martín..?!»

El personaje gira la cabeza hacia arriba, como si estuviese mirando una entrepierna, y exclama «¡¿están bien los 33 arriba?!”. Luego se mata de la risa.

Bolocco: «¡Yerko, qué le pasó! ¡Está ordinario hoy día!»

Marengo: «¡Me da vergüenza!»

Luego el cómico cuenta que le robaron a Pinilla y comenta: «Eres sospechosa Rocío. La PDI te anda buscando, te va a hacer tira…»