Glamorama
Pedro Engel durante su breve presentación de stand up comedy, anoche, al presentar el nuevo show de Chiqui Aguayo en el Club Chocolate. FOTO: EDUARDO ANGEL / GLAMORAMA

La «despeiná» de Pedro Engel anoche en su debut como comediante

Autor: Andrés Cantuarias / 16 junio, 2017

La moda del stand up comedy es inclusiva. Ya no son solo actores y comediantes como Natalia Valdebenito o Fabrizio Copano. Ahora los famosos también se atreven. Anoche lo hizo Pedro Engel.

El ancestrólogo del matinal de Canal 13 fue el invitado especial al estreno del nuevo show de Chiqui Aguayo, Saca a la Chiqui que Llevas Dentro, en el Club Chocolate –MIRE AQUI A LOS MEJOR Y PEOR VESTIDOS DEL EVENTO-.

El gurú de Bienvenidos subió al escenario y llevo a cabo esta breve rutina a modo de presentación de la comediante:

Pedro Engel: “Tengo todo anotado, porque a los 80 años mis neuronas no funcionan muy bien. Estoy muy contento de estar aquí para presentar a la Chiqui en su nuevo show. Les voy a decir la verdad: Yo quise hacer algo de humor stand up comedy, pero salí medio aweonao (risas del público). Parece que no es mi fuerte el humor. Voy a seguir estudiando con la Chiqui, pah cuando me despidan de Bienvenidos por lo menos tener una nueva profesión.

“Me gusta reírme de mi mismo, pero no me resultó el stand up comedy. Pero estoy feliz, porque voy a presentar a la Chiqui como yo, con palabras sencillas, llenas de cariño, de amor. Como dijo la abuela una vez, de buenito. Bueno, y además quiero aceptar el desafío de presentarme a la presidencia a la República (Se coloca una banda presidencial)»

“¡Se siente, se siente, Pedro presidente!”, grita el público.

“Quiero ser candidato en las próximas elecciones ¡porque quiero un Chile mejor! ¡Basta de weás ya! Bueno, les quiero contar que yo jamás digo garabatos. De verdad. Estudié Literatura y a mí me gusta la belleza del lenguaje. Para mí el lenguaje es mágico. ¡Pero hoy día a la chucha con esa weá!

“Les voy a contar como partió esto. En el verano fui con mi nieta al Festival de Viña. Ahí estábamos, viendo Festival de Viña, cuando aparece la Chiqui Aguayo. No tenía idea quien era. No la conocía. ‘¿Qué es esto?’, le dije a mi nieta. No alcanzaba a reponerme de un garabato y venía otro, otro, uno y otro, como es la Chiqui, como es Géminis, todo lo multiplica. ¡Tanto garabato en tan pocos minutos!

“A medida que la Chiqui avanzaba en su show, a mí me empezó a pasar algo en mi corazón. Me dio como una ternura. ‘Quiero conocer a la Chiqui Aguayo para abrazarla. Quiero ser su amigo’. Imagínate ahí, la Chiqui en la Quinta. Esa noche la Chiqui me enseñó a amar la diversidad del lenguaje. También aprendí a decir una que otra chuchá. De verdad me enamoré de la Chiqui, inmediatamente.

“¿Por qué tenemos que ser todos iguales? ¡No! En Chile tiene que haber diferencias. Bueno, cuando al día siguiente se armó la media polémica y empezaron todos que la Chiqui, que esto, que ordinaria, que la cuestión, yo salí con los pocos dientes y muelas a defenderla. ‘¡No!’, dije yo. ¿Por qué tanta cuestión porque dijo unos garabatos?. Y reflexioné ese día: Pucha que somos criticones en Chile. Estamos mal acostumbrados. Nos fijamos tanto en los demás y no nos fijamos en la media cagá que tenemos en el corazón. Ese día salí en todos los diarios a defender a la Chiqui.

“Soy como el anti-Chiqui Aguayo. A mis hijos, que están por ahí, nunca les permití decir garabatos. Yo tampoco era capaz de decir tanta weá junta. Esa noche me cuestioné y dije ¿por qué no? ¡Este es el país que yo quiero como presidente! Un país donde haya diversidad, donde podamos ser distintos como yo y la Chiqui, y nos podamos querer como yo quiero a la Chiqui. (Aplausos)

“Por eso, queridos amigos, estoy feliz de estar aquí y los invito a sacar la Chiqui Aguayo que llevan dentro. Si usted no quiere decir garabatos, no diga, pero no webee a los demás. Si todo el mundo quiere ser flaco y comerse una lechuga, que no nos webeen a los gordos que nos queremos comer un costillar. Bueno, por eso hoy día, ante todos ustedes amigos, lanzo mi candidatura bajo el slogan ‘la vida es para ser feliz y no weí más’.

“Chiqui, ¿dónde está la Chiqui? Chiqui, se me olvidó lo de Alberto Plaza. Lo voy a decir igual. Por muy amigo mío que seai, Alberto Plaza, no me gustó que criticaras a la Chiqui. ¿Por qué te creí mejor que ella? ¡No! ¿Por qué? Somos todos iguales. No porque uno habla bien y el otro a garabatos vamos a ser distintos. ¡En mi país todos caben!”.