Glamorama
Leandro Penna, Lisandra Silva y Mario Ortega, de Doble Tentación. IMAGENES TOMADAS DEL TWITTER @DobleTentacionM.

Lisandra Silva y sus dos maridos en Doble Tentación

Autor: Cristián Farías Ravanal / 28 mayo, 2017

Lisandra Silva es la revelación y objeto de deseo de Doble Tentación. La modelo cubana de 30 años es guapa y simpática. En lo que lleva en pantalla el reality de Mega ha derrochado calidez, humor y sonrisas.

No ha tenido peleas. Además, como pocos otros participantes del programa, Silva parece tener códigos que ni siquiera los deseos de fama han corrompido.

Por todo esto, quizá, la chica ha despertado el amor absoluto e intenso de dos hombres del encierron. Partió con el musculoso chileno Ignacio Lastra, aunque eso no prosperó. Siguió con «Súper Mario» Ortega, el chico reality que ganó Amor Ciego 2, en 2008, y apareció en shows como 1810, Año 0 y Mundos Opuestos 2. Y la pasión por Lisandra continúa ahora con el argentino grandote Leandro Penna.

Con estos dos últimos se ha dado una especial situación. Un trío. Más pasional con uno, más romántico y platónico con otro. Así quedó demostrado claramente en el último capítulo de Doble Tentación, en que se celebró el cumpleaños de la guapa cubana -MIRE AQUI EL VIDEO. MINUTO .

Actualmente, en pantalla, Lisandra y Leando tienen un explosivo affaire, con abrazos fogosos y descarados besos. Sin embargo, Mario no se rinde, y sigue enamorado con todo, manteniendo una súper cariñosa amistad con la musa. Se abrazan, se da su ocasional «piquito» furtivo, se declaran cariño eterno, bromean y se ríen y lo pasan bien.

Para el cumple de Lisandra, Mario ganó por lejos, realizando y colgando un tremendo cartel de tela gigante en el patio con un saludo. Leandro, ante tanta ventaja, hizo una corona de rosas y se presentó con varios regalos.

En la fiesta, Lisandra se repartió entre sus dos hombres. Con el argentino hubo derroche de pasión carnal. Con Mario también hubro baile apretado y numerosas escenas de película romántica. El trío acepta esta situación y la vive a concho. No hay rollos entre ellos.