Glamorama
Maly Jorquiera y Claudia Conserva en MILF. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / UCV-TV

La asquerosa conversación en el programa de Claudia Conserva

Autor: Cristián Farías Ravanal / 15 mayo, 2017

«¿Pero qué moco? Porque hay moco agua, hay moco verde, moco amarillo, el moco duro. ¿Cuál hace bien para la dieta?», fue uno de los comentarios que se hicieron en un extenso debate sobre el asunto en MILF, el programa de Claudia Conserva en UCV-TV -de lunes a viernes, a las 19.30 horas. MIRE AQUI EL VIDEO-:

Caludia Conserva: «Esto no lo inventamos nosotras así de cochinas. Es un estudio que salió publicado, lo trae hoy día en su edición Publimetro, que dice ‘comerse los mocos hace bien’. Sí. Porque siempre se pensó y decía ‘¡quítese la mano de la nariz!’. Cuando uno era chica. Porque es feo.

«Pero este estudio dice que hace muy bien, porque filtran todo lo que uno respira, y al comerlos, dice que contiene ‘bacterias y sustancias que contienen micro organismos dañinos para los pulmones’. O sea, tienen un rol. Pero además dice que cuando tú los consumes, mejora tu sistema inmunológico. Te enfermas menos, fortaleces tu sistema inmunológico

Yazmín Vásquez: «Con el moco acá, ahí, y tú lo ves que viene el moco aquí y que va a entrar a la boca, ¡aggg!»

Maly Jorquiera: «¿Pero qué moco? Porque hay moco agua, hay moco verde, moco amarillo, el moco duro. ¿Cuál hace bien para la dieta?»

Conserva: «El moco verde es el moco infectado, un resfrío mal cuidado»

Vásquez: «Pero ese también es líquido»

Jorquiera: «Como jalea de kiwi»

Vásquez: «El verde también es líquido. El duro es ese que se sacan los niños y se comen. El moco duro se come»

Jorquiera: «Provecho a toda la gente en su casa»

Conserva: «¡Nos van a odiar! ¡Qué aquerosas! En todo caso es un tema. Por ejemplo, ya para no llevarlo a la cochiná del moco verde y las asquerosidades que estamos hablando, cuando ustedes ven a alguien que tiene un moco, ¿le dicen ‘tení un moco, sácatelo’?»

Vásquez: «El otro día veía al editor del programa que tenía… Te lo juro por Dios. Tenía una cosita aquí en la punta. Oy, le quería decir, le tengo confianza. Y no me atreví»

Jorquiera: «Antes no lo decía, ahora sí, sea quien sea. Y pido que hagan lo mismo conmigo. ‘Si me veí un moco, avisa’. Permiso chiquillas, voy a tomar onces… (Se lleva un dedo a la nariz)»

Vásquez: «Yo a ustedes sí les diría. Pero ponte tú, si me encuentro con alguien importante, con el gerente del canal, y tiene un moco, ¡jamás le diría! ¿Te apuesto que no le dirías?»

Jorquiera: «¡Sí! ¡Se lo saco yo! (risas) Se los saco y me los como yo. Le digo ‘me comería sus mocos, señor gerente…’ Sonó raro. Una vez yo estaba grabando una teleserie y estaba con mi coprotagonista, llega corriendo al set y el director dice ‘acción’. Nos tocaba dar un beso y tenía acá el moco. Y yo fui a dar el beso y ya no estaba el moco…»

Conserva: «¡Ay, Maly, qué asco!»

Jorquiera: «¡No sé dónde se fue, poh!»

Conserva: «A mí me pasó que una vez, con mi hija recién nacida, la Matilda, con el Pollo empezamos a hacerle cariños en la cabeza, tenía como dos meses, y le hacíamos cariño, y de repente vimos que tenía una protuberancia en la cabeza y nos preocupamos. A medida que pasaban los días esa protuberancia iba creciendo e iba cambiando de forma y color.

«No les estoy mintiendo, noches de desvelos, cómo irá a ser mañana, qué tendrá, y no sé qué. La llevamos al doctor, que saca una lupa gigante para verle esto, me dice ‘un moco'»

Vásquez: «¡¿Qué?! ¡Me muero!»

Conserva: «¡Te juro! Seguramente su hermano mayor, que tenía un año y medio, le pegó el moco en la cabeza y nosotros pensábamos que era como…»

Vásquez: «Una verruga»

Conserva: «Algo así, que brotaba de dentro del cerebro. ¡Imagínate la vergüenza! Y cuando mira con la lupa dice ‘es un moco’. ‘Es un moco’, y hace así, y se lo saca»

Jorquiera: «‘500 mil pesos la consulta, pase adelante, gracias'»

Vásquez: «Cuando te pasan esa cosita… ¡Ay, qué horror! ¡Por qué uno tiene que hacer esas cosas! Que es como una perita, pequeña, y le tení que succionar ahí. Yo nunca lo pude hacer»

Jorquiera: «Cuando está resfriado, le pongo la perita»

Vásquez: «¿Tú podías meterle la perita? Oy, era una cosa… Y tirabas la cosa y ¡uyyy! Te sale toda la cosa»

Jorquiera: «Un buen lugar para sacarse los mocos es el auto. Yo decía ‘los que se sacan el moco manejando’. Y miro y hay caleta de gente que va manejando, y ahí, comiendo… Que va sirviéndose su cosita»

Vásquez: «Yo alguna vez lo he hecho. Pero si vas en el auto, miro bien para el lado, y te lo sacas así…»

Conserva: «Espérate, ¿y dónde lo pegas?»

Vásquez: «Así (realiza con las manos el gesto de lanzar algo con la punta de los dedos)»

Jorquiera: «Te lo comes, poh»

Conserva: «¡La bolita!»

Jorquiera: «¿Y los mocos debajo del asiento?»

Conserva: «¡Ay, que asco! ¡Nos pusimos demasiado cerdas!»

Vásquez: «Espérate, me acordé que ¿sabes que me pasa a mí? Que yo no tengo mocos»

Jorquiera: «¡Ah, ya! Y no se tira peos tampoco»

Vásquez: «Escúchame, ¿te acuerdas ayer en reunión de pauta? Les digo ‘perdón, me tengo que meter el dedo en al nariz’. Y ahora lo siento todavía. ¿Ay cachao cuando te sale una espinilla, como que te hace una costra de mocos? Una cosa ahí, rarísima»

Jorquiera: «Hay que dejar de drogarse»

Voz en off: «¿Y cómo lo haces cuando no tienes con qué sonarte?»

Vásquez: «Yo con la polera»

Jorquiera: «¡A lo minero poh hijo! Está ahí…. ¡Faaa! ¡A lo futbolista! ¿No cierto? Listo, sales corriendo»

Vásquez: «Yo me hago así, como que me doy pequeños toques. Y si no, aplico polera, en el borde de abajo».