Glamorama
Zita Pessagno en un par de fotos personales junto a algunas de sus mascotas.

Tarotista que advirtió cadena de sismos explica cómo las mascotas alertan sobre los temblores

Autor: Cristián Farías Ravanal / 23 abril, 2017

Durante la tarde de este sábado la conocida tarotista Zita Pessagno posteó el siguiente mensaje en su cuenta Twitter @ZitaTarot: «Ojo. Los animales están alterados xq la tierra se está moviendo aunque nosotros no lo percibamos. Ellos sí! A tenerles paciencia y darles contención».

El mensaje recibió varias respuestas, entre ellas la de Pedro Engel. La figura del matinal de Canal 13 escribió en @pedroengelb: «Así es yo hoy sentí un ambiente muy especial acá en Concón». Hubo diversos comentarios de personas a las cuales les estaba pasando algo similar con sus mascotas.

Se sabe que los perros son animales que perciben sismos, «dada su inteligencia y sus sentidos más agudos que las personas. Se ha demostrado que varias veces los perros han sentido con anticipación los movimientos de la tierra», mencionó un reportaje de 24 Horas, en 2015.

La reconocida tarotista ha aprendido de la experiencia, ya que cuida y alimenta, en un terreno en Curacaví, a más de 200 perros y gatos rescatados. Se las arregla sola para conseguir la comida y los cuidados necesarios. Y esto es lo que ha observado sobre el cómo las mascotas perciben los temblores:

Glamorama: Este sábado usted tuiteó que sus animales “están alterados porque la tierra se está moviendo…” Basándose en su experiencia como animalista, y además por tener más de 200 animalitos rescatados, ¿cree que los perros se alteran antes de un movimiento sísmico?

Zita Pessagno: «Los animales son seres sensibles que sienten igual que nosotros, la diferencia con el humano es que este ha perdido -con el pasar de los años, la socialización y muchos otros factores- su alto grado de sensibilidad para poder captar, como sí lo hacen los animales, cualquier manifestación concreta, por muy imperceptible que esta sea.

«Como la mayoría de las personas no hacen trabajo de energía, no están, por lo tanto, aptas para percibir ‘la voz del ecosistema’, y recién cuando ya estamos frente a un sismo de alta intensidad, o cualquier otra manifestación natural, somos capaces de sentirlo. Los animales, en cambio, tienen sentidos desarrollados para saber antes que nosotros que la naturaleza está manifestándose.

«En la medida que trabajemos energías, cambiemos nuestra alimentación, trabajemos con el dolor y las pérdidas; aprendamos a desprendernos y no depender de nada; y hagamos obras de amor que nos sensibilicen, podremos empezar a sentir más a flor de piel no solo la voz de la naturaleza, sino todo aquello que nos van comunicando los humanos y otras especies. Es un mundo fascinante del que la mayoría se está perdiendo hace mucho rato.

«Siempre advierto que estos comentarios míos, asociados al lenguaje de las otras especies y de la naturaleza, deben ser leídos por personas con respeto por la visión de los otros, aunque no la compartan. Porque de lo contrario nos exponemos a personas que por no creer, y menos respetar, ofenden por ejemplo mi punto de vista sobre el lenguaje de los animales y sus muchas formas de comunicarse»

Según lo que usted ha vivido, ¿cómo se manifiestan estas alteraciones en los perros antes de un sismo»

«Los animales tienen muchas formas de manifestarse. En el caso de los perros, poseen un sistema auditivo de amplio espectro, que capta ruidos y sonidos que nosotros no podemos percibir, menos aún si estamos acostumbrados a estar en lugares con alto índice de ruido, o tenemos la costumbre de escuchar música con sonidos altos o utilizando audífonos, lo que daña nuestra capacidad auditiva.

«Una de las manifestaciones que podemos visualizar en los perros es verlos ponerse en estado de atención, parar las orejas, congelar sus movimientos en una posición que delata estar preparados para una acción rápida. Prácticamente quedar inmóviles para poder focalizar toda su energía de percepción a nivel auditivo.

«Recordemos que los sismos ‘llegan’ desde un punto del globo terráqueo y se van acercando. Es un fluir de energía que se va difundiendo. Los perros captan como se va acercando hasta que, a veces, estalla fuertemente con sonido y movimiento que percibimos, o se diluye sin que lo logremos percibir nosotros, pero ellos sí lo percibieron.

«Lo que los perros hacen es gemir, hacer movimientos circulares, tratar de avisarnos que algo se viene. Dependerá de nosotros aprender a entender que nos están avisando y no cometer el error de mucha gente de ignorarlos, o incluso maltratarlos, echarlos de la casa. El perro sentirá que está mal el avisarnos y puede que para la próxima quizás no lo haga.

«En mi caso sucede que los perros alfa, machos y hembras alfa, se ponen alrededor de mi casa y empiezan a tocar mi puerta y ventanas, gimiendo, como avisando que algo está por suceder. Mi actitud es salir y decirles con palabras: ‘Ya entendí, sé que pasa algo, quédense tranquilos que estoy tranquila y no va a pasar nada. Gracias por avisarme’. Les hago cariño y les trato de manifestar mi calma para que ellos perciban energéticamente esa calma y no se alteren»

¿Cuánto tiempo antes se producen estas manifestaciones en los canes?

«Generalmente sucede unos minutos antes de que la onda expansiva se manifieste, pero recordemos que no siempre logramos percibir el sismo, porque puede ser de muy menos intensidad, lo que implica que pensamos no pasa nada y el perro es un alaraco. Y créanme que no es así. Cuando un animal cambia su conducta, se pone alerta, como en posición de hacer una acción rápida, sin moverse y con la mirada fija en un punto, es porque sí o sí algo está percibiendo. Lo importante es leer ese mensaje y ponernos alertas hasta que lo veamos relajarse. Cuando el animal se relaja es porque el evento pasó».

¿Qué debe hacer el dueño de un perro cuando esto sucede?

«Como les dije anteriormente, mi actitud es hacerles entender a mis perros que los estoy escuchando, que les tomo atención, que les entiendo que me están avisando que algo está pasando. Lo más importante es manifestarle atención acompañada de calma. Palabras en tonos suaves, en un ritmo lento y calmado, lo que hace fluir energías de equilibrio desde nosotros hacia ellos.

«Esto, además, nos permite estar con nuestros sentidos alertas y nuestra razón despierta para entender qué deberíamos hacer si el evento se traduce en algo más serio. Recordemos que la razón es la luz que guía nuestros pasos hacia senderos seguros. Nuestras emociones nos pueden jugar malas pasadas, entrar en schock por temor a lo desconocido y, al final, perder este regalo del aviso que nos hacen nuestros animales para ayudarnos a tener una vida más beneficiosa».

¿Qué pasa en el caso de los gatos? ¿Sucede lo mismo?

«Los gatos tienden a ser considerados seres poco amables, desconfiables y de poca utilidad, como el personaje del Gato con Botas, de Shrek, que es un vividor inútil. Nada más alejado de la realidad. Los gatos tienen una percepción incluso superior, porque fuera de los sentidos tan sensibles que poseen, al igual que los perros, los gatos tienen un espectro asociado a las energías muy particular. Son capaces de percibir ese sismo que se va acercando y verán como tratarán de acercarse a nosotros y se colocarán en los chakras más delicados que tenemos, lo cual depende de cada dueño.

«Comenzarán a generan un ronroneo que colaborará a que cuando crezca el evento de la naturaleza, si así fuera, ellos ayudarán a mantener lo más equilibrado posible ese chakra alterado. Por ejemplo, si una persona tiene problemas al corazón, se acercarán a su pecho, cosa que cuando el sismo se manifieste más fuerte, puedan con sus vibraciones ayudar a que el corazón de su amo no se altere tanto.

«Insisto que estas son experiencias personales. Soy muy racional y las he podido capturar a lo largo de años de contemplar las actitudes, manifestaciones, movilizaciones grupales, en fin, todo aquello que uno es capaz de poder ver y tratar de entender de cada uno de los animales. En mi caso yo les llamo mis criaturas, que nos acompañan.

«Yo vivo en mi casa con esta familia tan especial, con más de 200 miembros, cada uno es único e irrepetible. En la medida que aprendemos a comprenderlos, es mucha la luz que llega a nosotros. Tenencia responsable es protegerlos, asistirlos, amarlos y no permitir que anden sin collar, placa. Y aun teniéndolos, jamás que salgan solos. Son como niños que necesitan nuestro cuidado y que, a cambio de aquello, nos otorgan compañía eterna y amor incondicional. Así generamos un circulo virtuoso de amor y solidaridad que atrae solo lo bueno para nosotros».