Panelista de Bienvenidos relató incómodo incidente en Playa del Carmen con policías mexicanos
Hace unos días, Hugo Valencia estaba en pleno carrete en Playa del Carmen, en el Caribe mexicano, cuando de pronto le dieron ganas de ir al baño. Y el panelista de Bienvenidos no encontró mejor idea que orinar en la vía pública. ¿Resultado? La policía lo pilló y lo detuvo.
Valencia contó la bochornosa experiencia que vivió en sus vacaciones a La Cuarta. El oriundo de San Vicente de Tagua Tagua reveló que policías mexicanos lo detuvieron. Terminó esposado y siendo llevado en un auto hasta un centro policial donde lo retuvieron varios minutos. Allí lo revisaron por completo y luego lo dejaron libre.
Y este lunes, el periodista relató en detalle el bochorno que sufrió en el matinal de Canal 13. Esto fue lo que dijo:
Hugo Valencia: “Yo estaba en una casa, en una población de Playa del Carmen. Una población normal. Y la verdad es que en todos los restaurantes y las playas estaba repleto. Habían filas gigantes. Era un sábado en la noche. Tres de la mañana, más o menos. Y veo en esta población un terreno baldío. Un peladero”
Tonka Tomicic: “¿No era un sitio arqueológico? Porque, a lo mejor, había como una cosita”
Valencia: “No, estaba pelado y había como un auto estacionado”
Martín Cárcamo: “Cuando uno orina, trata de orinar en una parte…”
Valencia: “Yo fui contra una pared que estaba al fondo. Oscurito. Fue en un momento donde no hubiese nadie cerca o alrededor que pudiese llevarse una sorpresa. Entonces, me puse a hacer pipí ahí. Cuando de repente veo que llega un auto así ¡bum!, con luces. Y veo las luces reflejadas en la pared. Y digo ‘¡oh!’. Y en dos segundos se bajan tres efectivos policiales. Me toman del brazo. E inmediatamente uno de los policías me dice ‘póngale las esposas’. Y nunca en mi vida me habían puesto esposas”
Tonka: “¿Te revisaron?”
Valencia: “Es heavy. Te inmovilizan. No podí moverte. Ahí me suben a una camioneta, me empiezan a empujar arriba de la camioneta. Yo me caigo como dos veces. Me dicen ‘¿de dónde vienes?’. ‘Soy chileno, soy chileno’. Y me empiezan a retar y a decir que esto es una falta grave”
Cárcamo: “Deberías haber dicho ‘en San Vicente lo has hecho toda tu vida’”
Valencia: “En todas partes, no solo en San Vicente. Y yo le decía ‘yo sé que cometí una falta gravísima’”
Juan Pablo Queraltó: “Tú les dijiste eso”
Valencia: “Sí, por supuesto me tiré al suelo. Pero no me resultaban las disculpas. Entonces yo ‘¿qué hago, qué hago? Me pongo a llorar’ (ríe). Me puse a llorar. Lloraba, lloraba. Y el policía que iba atrás conmigo en la camioneta ya se empieza a apiadar de mí. Me dice ‘ya, quédate tranquilo, no es tanto: son 36 horas en el calabozo’”.
“¡36 horas!”, gritó el panel.
Valencia: “‘Y después vamos a llamar al consulado chileno, probablemente para que ellos te deporten o tomen la decisión que quieran contigo’”
Cárcamo: “‘Vamos al consulado. Traemos al señor Hugo Valencia por andar meando en la calle’”
Polo Ramírez: “¿Todo eso por echarse una corta?”
Valencia: “Y además no fue nada. Y después de eso, se bajan los otros dos policías que iban. Uno que iba manejando. Yo siempre esposado. Siempre esposado, llorando. Nadie me reconocía”
Maca Venegas: “¿Andabas con tu pasaporte, carnet de identidad, algo?”
Valencia: “Andaba sin nada. Andaba con la tarjeta de crédito”
Ramírez: “¿Te llevaron a dónde?”
Valencia: “Me llevaron como 20 minutos por las calles de Playa del Carmen, yo me imagino camino a la comisaría”
Cárcamo: “¿Andabas con alguien en ese minuto?”
Valencia: “Yo ya me había separado de Franco. Andaba solo. El celular, pero sin roaming activado, porque el roaming es tan caro afuera. Y se bajan los dos policías que iban adelante. El que iba adelante era bravísimo. No paraba de gritar. Me hablaba en mexicano. Y yo no entendía nada. Me gritaba y me gritaba. Yo seguía llorando. Pensaba ‘mi mamá se va a enterar de esto y me va a matar’, decía. Porque mi mamá me ha dicho toda la vida que no haga pipí en la calle”
Ramírez: “Entonces, es una costumbre tuya esto de andar haciendo pipí en la calle”
Valencia: “Es que cuando la vejiga llama, uno no tiene nada que hacer poh, Polo”
Tonka: “¿Y qué pasó?”
Valencia: “Me siguen gritando. No aceptan mis disculpas. Hasta que se apiadan. ‘Quítenle las esposas. ¿Andas con drogas?’. Yo dije ‘¡no! ¡No consumo drogas. No ando con nada de drogas’”
Venegas: “¿Nunca te pidieron documentos?”
Valencia: “Nada, nada”
Venegas: “Eso es raro”
Valencia: “‘Si encontramos un ápice de drogas, esto va a ser terrible’. Y yo hasta dudaba. ‘¿Me habrán metido droga en alguna parte? Si me llegan a pillar, ahí sí que queda la escoba’. Ahí me revisan, me tocan. ‘¿qué llevai acá?’. Era un turro de billetes mexicanos. Y acá, al otro lado, un celular. ‘Bájate los pantalones’”
“¡No!”, grita el panel.
Valencia: “Y ahí digo ‘¿qué está pasando acá? ¿Dónde está la cámara?’. Ya me habían sacado las esposas”
Cárcamo: “¿En verdad te dijeron ‘bájate los pantalones’?”
Valencia: “‘Bájate los pantalones’”
Cárcamo: “Disculpa la pregunta más detallista. ¿Andabas con traje de baño?”
Valencia: “No. Andaba con ropa interior. Menos mal”
Tonka: “¿Dónde ocurrió todo esto?”
Valencia: “¡En la calle! No había nadie. Si fue como 3 y media de la madrugada. Me bajo los pantalones. Y ahí me tocan por encima, seguramente porque mucha gente esconderá la droga e la ropa interior. Me dicen ‘ya, no tiene nada. Ahora, ándate’”
Queraltó: “¿Nunca te llevaron a un cuartel policial?”
Valencia: “No. Estuvimos 20 minutos y me dicen ‘ándate de acá’. Y yo digo ‘perdón, ¿dónde estoy?’. ’30 cuadras más allá llegai a la quinta avenida, que es la calle más concurrida y famosa. Y ahí la piqué, corrí y llegué hasta la quinta avenida. Pero tiritón”