Glamorama
Paola Camaggi en El Interruptor. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / VIA X

El mea culpa sentimental de Paola Camaggi

Autor: Andrés Cantuarias / 24 marzo, 2017

José Miguel Villouta tiene razón: Paola Camaggi es una de las mujeres más guapas y top que ha tenido la televisión chilena. Y lo sigue siendo, a los 48 años. Pero lo pasa mal en el amor.

La ex segunda Miss Chile y Miss América 1992 estuvo en El Interruptor, el late que Villouta anima en Vía X -de lunes a viernes a las 13 horas-. Allí dio a entender que está soltera, o al menos que no lo está pasando bien en ese aspecto –MIRE EL VIDEO. MINUTO 15.40-. Y asegura que siempre es «la buena» y «hay que ser bruja. A las brujas les va excelente”.

Además, contó que le cuesta mucho conocer a hombres que puedan llegar a conquistarla. Estas fueron sus palabras en El Interruptor:

José Miguel Villouta: “¿Cómo te gustan los minos? Así, físicamente, de edad. ¿Cuál es el gallo más joven que te has comido?”

Paola Camaggi: “(Se ríe) No recuerdo exactamente la edad, ya hace mucho tiempo. Pero lo único que te puedo decir, es que o más joven o de mi edad. Nunca he estado con alguien mayor que yo”

Villouta: “¡Wow! ¿por qué no te gusta?”

Camaggi: “No sé, parece que no. Mal, parece, ¿ah?”

Villouta: “¿La dura?”

Camaggi: “Por ahí me equivoco, me debería buscar un caballero mayor, ya más…”

Villouta: “Yo cuando conocí uno mayor, pero era uno que hacía yoga, bicicleta, gimnasio”

Camaggi: “Encontrar uno mayor así”

Villouta: “¿Pero cómo te gustan los cuerpos de los minos? ¿Te gustan musculosos, con abdominales?”

Camaggi: “He sido bien variada. No podría decir, porque mi historia habla de todo tipo. Pero sí me gusta un hombre que se cuide, porque yo también me cuido. Entonces, ojalá que si va al gimnasio y se mantiene bien ¡me gusta!”

Villouta: “Ya, pero por ejemplo, le preguntas ‘¿oye tú hací deporte?’”

Camaggi: “Es que, ¿sabes que pasa, Jose? Yo hace tantos años y siglos que no paso por conocerme con alguien así, que ni siquiera sé si me encontrara con alguien… No sé cómo conocer a alguien”

Villouta: “¿Y cómo conoces gallos?”

Camaggi: “Es que no conozco mucho, porque yo, bueno, me separé en esta última relación y volví. O sea me encontré con una persona que nos conocemos desde hace muchos años atrás. Y si no, todavía estaría en mi casa, porque la verdad es que no salgo, ¡me cuesta mucho! Entonces, no sé”

Villouta: “¡Cómo puede ser, por favor, que esta maravilla de mujer! Ustedes no saben lo simpática que es, lo agradable, lo ubicá, que no estén llamándola cincuenta gallos!

Camaggi: “Sí, de repente llaman, pero no tengo el coraje de relacionarme aún”

Villouta: “¿Tus amigas te presentan gallos?”

Camaggi: “Ehh…”

Villouta: “Maric…, no te presentan gallos ¿puedo decirlo? Maric.. en buena onda”

Camaggi: “Pero tú dices esta mujer simpática, no sé qué. Yo he llegado a otra conclusión: A los hombres les gusta la mujer bruja…

«Te juro que he fracasado siempre por ser la buena. La que todo ‘que bueno’, que ‘sí’, que ‘ya’. Nunca he molestado a nadie. No llamo por teléfono, no pregunto dónde anda, ¡nada! Y me ha ido pésimo. Hay que ser bruja. A las brujas les va excelente”

Villouta: “Ese hippie motociclista ¡existe! Y puede que te esté viendo. Pero espérate, ¿no te duele que tus amigas no te presenten a un gallo?”

Camaggi: “Sí, pero es que no es fácil tampoco. Como que siempre me han visto en alguna relación. Y como tortuosas también. Te peleas, que vuelves. Entonces, tampoco se sienten con la capacidad de decir ‘ahora sí que le presentamos’”

Villouta: “¿Te has metido a Tinder?

Camaggi: “¡¿Estás loco?!”

Villouta: “¿Nunca te has metido a Tinder?”

Camaggi: “No, es que me da vergüenza. Yo ni siquiera en Facebook. Creo que conozco a una persona que no conozco personalmente, que me ha escrito alguna vez, pero a nadie más. Yo no podría conocer a alguien. Me mandan solicitud ¡me da vergüenza! Cómo lo voy a aceptar, va a pensar que quiero algo con él. Yo no acepto”

Villouta: “¿Y los hombres son cancheros contigo?”

Camaggi: “Es que no voy a un bar hace como 55 años. O sea, la última vez que fui era cabra chica. Tampoco me pasaba”.