Glamorama
Felipe Camiroaga y Carola de Moras en el Buenos Días a Todos junto al orador motivacional australiano Nick Vujicic Horas después el inolvidable animador abordó el avión de la FACH rumbo a Juan Fernández. IMAGENES DE ARCHIVO

La potente revelación de Carola de Moras sobre Camiroaga y Roberto Bruce horas antes del fatal viaje a Juan Fernández

Autor: Javiera Monsalve / C. F. / 9 enero, 2017

En 2013 el libro Felipe Camiroaga La Verdadera Historia reveló la incertidumbre, preocupación y pocas ganas que tenía el inolvidable Felipe Camiroaga de viajar a Juan Fernández aquel fatídico viernes 2 de septiembre de 2011. El notero Roberto Bruce, otra de las 21 víctimas de La tragedia, tampoco quería viajar.

La semana pasada Carola de Moras ahondó en esta situación. La entonces coanimadora del matinal Buenos Días a Todos detalló el ambiente de incertidumbre que existía en el equipo del programa que finalmente perdería la vida en ese fatídico y triste viaje. Estas fueron las palabras de la ex modelo en el matinal de Chilevisión:

Carola de Moras: «Yo me acuerdo, estando ahí en el estudio, junto a Felipe Camiroaga, cuando él me decía: ‘Oye, las condiciones del tiempo no dan para volar”. Partamos desde ahí, desde las 11 de la mañana hasta las dos de la tarde, cuando parte ese avión. Entonces, yo creo que siempre se ha tratado de investigar a fondo qué pasó, quiénes dieron la autorización, porqué salió ese avión, por qué salió con poca bencina, por qué se cargó más el peso y la capacidad de peso que tenía la aeronave»

Felipe Vidal: «Y pareciera también incluso que si es que hubiesen viajado sólo funcionarios de la Fach en ese vuelo, no habría tenido la información Felipe respecto a la posibilidad de que no estaban las condiciones para que despegara, por ejemplo. Porque él es un civil, y para un tipo de la FACH no te quepa la menor duda que él no le va a comentar ni a su señora que, en una de esas, el avión no va a partir porque hay problemas climáticos»

De Moras: «Sí, pero él esa mañana estaba en contacto no sé con quién, pero del grupo 10 de la Fuerza Aérea. Conocía a mucha gente y él estaba en contacto. Y eran las 10 de la mañana, partió el día como ‘me tengo que ir a Juan Fernández, como que justo este fin de semana tengo panorama’. Pero 10, 11 de la mañana ya empezó así como ‘no sé si me voy, no sé si vamos a tomar el vuelo porque las condiciones climáticas no son aptas para despegar’.

«Y, de hecho, había un antecedente que era si el avión no despegaba antes de la 13:30, que es lo que él me dijo, quizás estoy con otra información, pero yo me acuerdo textual: ‘Si el avión no despega antes de la 13:30 de la tarde, no despega ese día por las condiciones. Se está cerrando el clima y no da’. Entonces, pasa también que el avión partió pasadas las dos de la tarde. Y él ya sabía, a las 11 de la mañana, que si el avión no salía a las 13:30 iban a tener complicaciones por el tiempo».

Felipe Vidal: «Si lo sabía él, el piloto y la cadena de mando…»

Bárbara Rebolledo: «Y hay una cosa importante: Felipe era piloto, manejaba absolutamente bien el tema del clima. Yo en varias oportunidades viajé con él en avión. El pilotaba aviones, entonces se manejaba al dedillo con respecto a eso. Y evidentemente, frente a, claro, a lo mejor no habría sido capaz de pilotear el CASA, qué se yo, pero era un tipo que entiende del tema de la altitud, del clima, de las distancias. Él si bien no estuvo en contacto con alguien dentro de la Fuerza Aérea que le entregara la información de que no era viable despegar ese día, él con tal de mirar el teléfono, tú miras las condiciones climáticas. Con lo que él sabe puede haber dicho ‘¿sabes qué? No se ve como para despegar’”.

De Moras: «Y estaba con esa aprehensión, Bárbara, y me acuerdo que también, de hecho, Roberto Bruce, también estaba ahí como ‘pucha, es que no, es que este fin de semana justo que las niñitas, que mi señora’. Entonces estaban los dos un poquito con esa angustia de volamos o no volamos. Y es más, yo me acuerdo que ese viernes, cuando me despedí de Felipe, fue como ‘nos vemos el lunes’. ‘No, el lunes no nos vemos’. ‘¿Y por qué no nos vemos el lunes?’, digo yo, aparte de que era un período súper difícil que estábamos viviendo.

«Yo le digo ‘No. Tienes que volver el lunes’. ‘No, es que las condiciones climáticas no nos van a dar para volver el lunes. Lo más probable es que volvamos el miércoles’. O sea, él tenía una claridad del panorama, al final, por lo menos de lo que estaba pasando meteorológicamente, súper, súper clara. Si él la tenía, me imagino yo, que de la FACH al final la tenían también. Y él estaba directamente en contacto con ellos. O sea, no estaba en contacto con el relacionador público, pero con alguien estaba hablando para ver si se iba o no se iba. Ese día salió soplado, tenía que tomar el auto rápidamente para llegar al final a la FACH, para subirse a ese avión. Entonces, hubo muchas cosas que desde ya se sabían.

Rafael Araneda: «Qué lástima. Bueno, hay que estar en esas situaciones, pero que lástima no haber tenido el carácter para decir ‘¿sabes qué? Esto no me tinca, no me subo’. O sea, finalmente uno confía porque vas en un avión de la FACH. O sea, uno dice ‘voy con los que me van a defender'».

De Moras: «Pero ojo, que también en un momento se criticó al equipo del Buenos Días a Todos, sobre todo a la producción, porque si sabían que las condiciones no estaban aptas, porque sí se sabía que esto estaba totalmente ya desorganizado. O sea, uno cree en la Fuerza Aérea, si la FACH dice que sí, levantan dedito para arriba, estamos todos arriba. Pero en su momento se habló, se conversó. De hecho, fue un viaje que como iba en sociedad con Desafío Levantemos Chile, por eso iba Felipe Cubillos, con parte del equipo importante creador de Desafío, esto tenía un tema de tiempo, entonces organizar, ‘este fin de semana puedo, este fin de semana no’. Llegar a ese punto de acuerdo fue súper difícil»

Araneda: «Tengo entendido que este viaje no era un viaje urgente, porque esto del trabajo de Levantemos Chile ya lo habían hecho»

De Moras: «No, si lo que nosotros estábamos haciendo en esa época era donde íbamos un poco mostrando y siendo testigos del desarrollo, cómo el desafío iba funcionando, la reconstrucción. Y Felipe, como quería tanto la isla Juan Fernández, dijo ‘yo quiero ir a Juan Fernández’. Y ahí se organizó todo»

Araneda: «O sea que no había la urgencia de llevar algo en concreto, sino de ir a mostrar»

Nicolás Gutiérrez: «A lo que voy es que, pensando nuevamente en ese día, pienso en la sensación de todos, en el fondo, si sabían que no estaba bien ese vuelo, que no era un día normal, de subirse a ese avión. Por mucho que uno confíe y diga ‘ya, si la Fach dijo que voláramos, que no va a pasar nada, vamos’. Pero igual uno tiene algo. ¿Y sabes qué me pasa? Porque yo era bien amigo de Roberto Bruce, amigo cercano. Y veo algunas imágenes que hoy día me dan para pensar»

De Moras: «Estaba muerto de susto. Estaba muerto de susto»

Gutiérrez: «Roberto no era así. O sea, esa imagen donde sale sentado arriba del avión, como estudiando con la cabeza abajo. Ese no era Roberto. Roberto hubiese estado riéndose, posando para la foto, haciendo otras cosas. Entonces, eso me da para pensar hoy día, y eso siento. Que si lo siento yo, imagínate lo que debe pensar la familia, cualquiera de esas familias»

De Moras: «Es que la sensación ese día viernes, Nico, tú estás súper en lo correcto, era ‘no queremos viajar’. Era parte al final de lo que nos pasa a muchos de nosotros, ‘pucha, nos tenemos que ir a grabar la nota justo este fin de semana que está el bautizo de…’ Pero sí existía la angustia, y Felipe, como bien dice Bárbara, él sabía. Yo creo que él nunca profundizó en el peligro que podría ser este problema meteorológico, pero sí sabía que las condiciones no estaban dadas. Y sí sabía que si él si se retrasaba en llegar al grupo 10 de la Fuerza Aérea, el avión podía ser que no despegara.

«Se sentía súper responsable. Es más, se sentía muy responsable de que si él no llegaba iba a dejar a todo el mundo plantado porque el avión no podía despegar, porque tenían un horario según las condiciones climáticas. No porque en realidad la cancha de aterrizaje estaba ocupada, no porque en Juan Fernández en realidad se haya cortado la luz y el radar no funcionaba. No. Porque el viento no daba las condiciones para que ese avión aterrizara en Juan Fernández. Ni siquiera despegara de Santiago. Estaba la incomodidad… Claramente lo sabían, claramente era un vuelo que sabían que era riesgoso, sobre todo Felipe. Y lo más importante, ellos sabían que el lunes no volvían, y eso dice mucho también».