Glamorama

La dolorosa confesión de José Antonio Neme

Autor: C. Z. / 30 diciembre, 2016

El Año Nuevo es un periodo de reflexión. Una fecha donde las personas hacen un repaso de lo que vivió y hace un balance entre lo bueno y lo malo de cara al año que viene.

En Mucho Gusto hicieron este ejercicio en vivo. Este viernes, los panelistas del matinal, vestidos completamente de blanco, contaron lo que fue su año y qué esperan para el próximo. En medio de los relatos, el que más llamó la atención fue el de José Antonio Neme.

El lector de noticias reconoció que fue un año complicado para él. A partir de eso, hizo una sentida reflexión y reveló lo doloroso que han sido estos últimos días. Todo lo cerró anotando en un papel las cosas malas que vivió en 2016, el que luego quemó en una hoguera dispuesta en medio del set. Algo que repitieron sus compañeros en el matinal. Esto fue lo que dijo:

José Antonio Neme: “Mi año ha sido un año muy raro. El año 2015 terminó muy, muy mal para mí. Y este año ha sido como de observar, más que nada. Ha sido un año de mirarme en ciertas situaciones, en ciertos escenarios. Y yo creo que, por alguna razón, este año viene con un corte bien definitivo, muy potente en mi vida, que tiene que ver con un proceso. Es como el quemar una historia, un momento, en fin.

¡Y nada. Y yo con un poco de temor siempre. El Año Nuevo como que nos trae la esperanza y el deseo de cambio. Pero en algunas personalidades nos da susto. Siempre da susto. Uno espera que lo que venga sea mejor. La impaciencia a veces nos juega una mala pasada. Pero nada. Espero que efectivamente el otro sea un capítulo nuevo, distinto.

“Es un ‘año de muerte’, entre comillas, este. Es una gran muerte.

“Voy a contar, no sé si estamos en el tono. El otro día estaba hablando con un amigo, que no veía hace tiempo. Y me hace esta pregunta, respecto del año. Me dice ‘bueno, ¿cómo fue tú año, cómo está tú año y que esperas para el próximo?’. Entonces le dije ‘¿cómo te lo puedo graficar?’. Voy a buscar una imagen que me permita explicarles como fue mi año. Y en la casa ustedes también pueden hacerlo.

“Yo siento que como que venía en un auto, ¿me entiendes? Venía en un auto. Veníamos a toda velocidad, en una carretera, con la música alta, doblando para allá, doblando para acá. En fin. Yo agarraba el manubrio, el copiloto. Y de repente, hacia finales del 2015, en una curva, nos dimos vuelta, nos dimos vuelta, nos dimos vuelta, nos dimos vuelta. Y el auto, digamos, cayó. Y yo siento que uno sale de ahí, medio herido, fundido, machucado, sin saber lo que pasó, por qué llegaste ahí.

“Y empiezas a caminar como por la carretera. Solo, por supuesto. Como con imágenes de lo que pasó antes, sin mirar para atrás, caminando medio ahí. Y bueno. Con el típico relato como medio triste, mi amigo me queda mirando y me dice ‘y tú, ¿por qué estás triste?’. ‘Porque digo que estoy contando que sufrí a fines del 2015. Y todo este año ha sido un caminar por esta carretera, un poco herido y tratando de buscar mi dirección. Me dijo ‘¡pero estás vivo poh, weón! Saliste vivo del auto. Eso es lo bueno, ¿cachai? Saliste vivo del auto y caminando. ¿Hacia dónde? No sabemos’.

“Y me encantó, porque podía no haber entendido muy bien la imagen, pero encuentro que estaba tan bien lograda y contada en esa comida que, cuando él me dijo eso, como que me llené de positivismo. Mientras uno esté vivo, y caminando en alguna dirección, está todo bien”

“Hacer un ejercicio de madurez profundo y aceptar la vida como es, sin revelarme ante ella, sin hacer pataletas internas. Y lograr soltar. Yo creo que eso es importante. Lograr soltar lo que ya fue, lo que pasó. Tratar de salir de ese narcisismo que nos lleva a que todo gira en torno a nosotros, cuando en realidad no es así. Dejar de sentirnos víctimas de las circunstancias, cuando uno también ha participado en ellas.

“Es un cierre de año súper doloroso para mí. Súper doloroso. No voy a decir nada más. Solo la Kathy (Salosny) sabe. Son días muy complejos los que yo estoy pasando en términos personales, por varias razones. Y me estoy un poco afirmando en el cambio de año, en la energía de los que están cerca de uno. En los viajes cortitos que hago. Celebrar la vida y celebrar la alegría es mucho más fácil que cerrar los capítulos de dolor. Hay una situación como que el Año Nuevo es festivo. Y lo es. Pero ese intento por dejar el dolor atrás, por cortar las relaciones que ya no existen, por hacer los duelos, es muy traumático. Este capítulo de mi vida ya pasó. Este año ya pasó”