Glamorama
La doctora Cordero en Maldita Moda. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / CHILEVISION

El amante de la doctora María Luisa Cordero

Autor: Andrés Cantuarias / Cristián Farías / 26 octubre, 2016

A los 73 años y luego de haber sido despedida de Canal 13 por llamar «indio» y «horroroso» a los cracks de la Selección Arturo Vidal y Alexis Sánchez, la doctora María Luisa Cordero regresó a la televisión.

La siquiatra volvió en una faceta menos agresiva. Más como «abuelita amorosa», como la definió Pamela Jiles, que ofensiva opinóloga.

El regreso ha sido de la mano de su amigo Julio César Rodríguez en Primer Plano. Ahora fue entrevistada por Francisca García-Huidobro en Maldita Moda –MIRE EL VIDEO-. Allí, la doctora repitió su historia amorosa.

Se casó a los 26 años con el abogado socialista Jaime Laso, su primer hombre. Tuvieron dos hijos, se separaron, él la abandonó por su secretaria. Pero entonces, el abogado pasó de marido a amante.

Este fue el relato de María Luisa:

Francisca García-Huidobro: “¿Perdió la virginidad antes de casarse o después?”

María Luisa Cordero: “Después”

García-Huidobro: “¿En la noche de bodas?”

Cordero: “Sí”

García-Huidobro: “Eso tiene que ser bien romántico ¿o no tanto?”

Cordero: “Más o menos nomás, porque nosotros ya habíamos tenido escarceos… Sí, sí, sí. Habíamos pasado por todas las etapas de los escarceos”

García-Huidobro: “¿Y era lo que usted esperaba?”

Cordero: “Sí”

García-Huidobro: “¿Fue bonito?”

Cordero: “Sí”

García-Huidobro: “¿Cómo fue su matrimonio? ¿Cuánto tiempo estuvo casada?”

Cordero: “El primer capítulo cinco años. No tanto”

García-Huidobro: “¿Ahí tuvo a sus dos hijos?”

Cordero: “Sí, entremedio. Después volvimos. Se fue, volvió y yo después fui amante de él durante diez años. A él esta historia le carga. Llama a mi hijo: ‘Dile a tu madre que la voy a demandar’, porque él es abogado”

García-Huidobro: “Pero espere… Cinco años. Iban, volvían, para ser amantes”

Cordero: “Ibamos y volvíamos. Juntamos como 18 años, entre idas y vueltas”

García-Huidobro: “Perfecto, pero para ser amantes me imagino que su ex marido estaba casado”

Cordero: “Él se había calentado con su secretaria. Ella me lo levantó. Y yo después, la vendetta, me acostaba con él y él le ponía los cuernos a ella. ¡Mira qué bonito!”

García-Huidobro: “¿Fue por venganza o por placer?”

Cordero: “No. Porque yo lo seguía queriendo, me seguía gustando. Los primeros tiempos yo decía ‘va a volver conmigo’. Después dije ‘no, esta cuestión…’ El me chuteó a mí cuando me hice conocida en la tele.”

García-Huidobro: “De amante…”

Cordero: “Y a los tres meses terminó el matrimonio con la otra. Por lo tanto, yo era el pegamento de esa relación”

García-Huidobro: “¿Y dónde se juntaban cuando eran amantes? ¿En un motel?”

Cordero: “Nos hicimos socios accionistas del Valdivia. Y cuando había mucho apuro, nos juntábamos en uno medio picantón que había cerca de la Autopista Central, en el centro.

«Una vez me dijo mi hijo mayor ‘mamá, le fui a pedir plata a mi papá y estaba tan contento…’ Yo casi le dije ‘se venía bajando de la cama’. ¡Pero no le pude decir! Uno le tiene que dar ejemplo moral a los hijos. ‘¡Estaba tan relajado y tan contento!’, me dijo”

García-Huidobro: “¿Y qué relación tiene con él hoy día?”

Cordero: “Él me odia”.

García-Huidobro: «¿Usted le hubiese aguantado a su marido que tuviese un amante?»

Cordero: «Si no lo sabía, ojos que no ven, corazón que no siente»

García-Huidobro: «Y la señora de su marido ¿sabía que él tenía una amante y se hacía la loca?»

Cordero: «No. No sabía»

García-Huidobro: «Se enteró por la prensa»

Cordero: «No, no se enteró por la prensa. Se enteró por una tarjeta que yo le mandé para el día de la mujer»

García-Huidobro: «¡Usted le contó!»

Cordero: «Sí, yo le mandé una tarjeta. ‘Feliz día de la mujer’. Porque ella le armó un escándalo una vez que le pilló una tarjeta de Navidad a él… ‘Era cierto que yo era la amante de tu marido. Feliz día de la mujer'»

García-Huidobro: «¿Y ahí se separaron?»

Cordero: «No. Estás loca, no. Se separaron después de eso. Habrían tenido una mocha. ¡Que le cueste algo a él, poh! Que no le salga todo gratis. Pagaba el motel nomás, pero tenía que pagar otras cosas».