Glamorama
Kenita Larraín en Primer Plano. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / CHILEVISION

Kenita explica por qué se comió su placenta tras el parto y le hace reiki a su guagua

Autor: Cristián Farías Ravanal / 8 agosto, 2016

Cuando en abril pasado la actriz Josefina Montané declaró en Vértigo que, tras el parto de su hija Mila, «también comí mi placenta”, hubo polémica en Twitter y debate en los paneles televisivos. Ahora Kenita Larraín estuvo en Primer Plano –MIRE AQUI EL VIDEO-. La modelo mostró por primera vez en televisión a Sophia, su primera hija con su marido, el argentino Sergio Ader –VEA ACA A LA LINDA GUAGUITA– y contó que también comió de su placenta.

Sophia tiene cuatro meses y es una niña preciosa. Risueña y telegénica. Su famosa mamá explicó que pasa por el momento más feliz y que ha estado dedicada completamente al cuidado de su guagua. Se preocupa de todo.

En la nota hablaron los papás de la modelo. Su madre lo hizo por primera vez desde que Kenita saltó a la fama, hace 14 años. Porque Sophia tiene a toda la familia contenta. La ingeniera comercial también detalló que a la niña le practica reiki y todo lo que ha aprendido en años de estudios de numerología, ancestrología y materias similares.

Ya a principios de la década pasada que la ex Miss Hawaiian Tropic comenzó a desarrollar este pasión por todas las formas en que pudiera estimular y fortalecer su lado espiritual. En el programa de Chilevisión explicó en detalle este tema, junto con el de la placenta. Estas fueron parte de sus palabras:

Kenita Larraín: «A mí me gusta sacarale la numerología a todo. ¡Le pongo color! Obvio, tengo que aplicar todo lo que estudiado durante tantos años. Sophia significa sabiduría. Le agregué la ‘h’ por la numerología kármica. Y como te digo, si viene un niñito, en su momento lo decidiré, poprque todo es energía, no me gustaría elegírselo antes de… A veces, con esencia de melisa, le paso en su guatita. Le hago reiki también.

«Cuando Sophia nació, yo hice un ritual con la placenta. La enterramos, la devolví a la tierra, y fue un ritual maravilloso, en agradeecimiento a la tierra. Porque la placenta es como la casita del bebé, así es que hicimos un ritual maravilloso. Y en esa misma línea, cuando llegue la primavera, quiero hacerle un bautizo a Sophia. Un bautizo ancestral, que no tiene que ver con ninguna religión, sino que tiene que ver con la naturaleza. Darle la bienvenida con los ancestros, con la naturaleza. Así es que vamos estar haciendo algo bien bonto para ella.

«Lo que pasa es que suena fuerte cuando uno dice ‘uy, se comió la placenta’. En realidad, lo que yo hice fue medicina de la placenta. Que fue a través de un uso clínico y es para recuperar todas las propiedades, por ejemplo la oxitocina, para cuperarse antes. Tiene muchos beneficios.

«Lo que se hace: Se mezcla un pedacito de la placenta con un batido, que en mi caso fue de frutos rojos. Lo tomé el primer día y el segundo día después del parto. Y es para recuperarse uno y sirve para muchas cosas más, porque se hacen cápsulas… Pero, en lo que ustedes me preguntan, fue un batido, no es que tú te comes la placenta entera. Aparte que hay todo un manejo clínico. Es bien interesante».

Julio César Rodríguez: «¿Tú no te diste cuenta del sabor de lo que te estabas comiendo?»

Kenita: «Para nada. Yo no me di cuenta para nada del sabor… Mira, además, lo que significa: la primera casa de tu bebé. Independiente de que a algunos les haga más sentido comerla, o sea, hacer esta medicina de la placenta o no. Pero tú sabes que en las clínica se toma como deshecho y las botan. Entonces, lo encuentro como súper triste. A mí cuando me plantearon esta posibilidad de hacer medicina de la placenta, lo encontré maravilloso, me encantó.

«No (no congeló las células madre). No lo hice porque quise estar como en en la confianza de que no va a ocurrir algo que necesite de… A mi marido tampoco le hizo mucho sentido. Me dijo ‘es medio negociado’. A él no le hizo sentido y yo le respeté eso»

«Ahora, cuando hablan de todo este tema espiritual, en el tema que estábamos hablando antes. Cuando a alguien le plantean el tema espiritual, es el amor puro no hay exclusiones. La espiritualidad une, no separa, no mira en menos, no excluye.

«El amor más grande, todos mis conocimientos, la numerología, ancestrología… Le tengo las fotos de sus ancestros, porque uno es importante que tome la fuerza de los ancestros. Le hago reiki, todo lo que he estudiado y aprendido. Todos tenemos energía a través de las manos, pero cuando uno se inicia en reiki lo que hace es que se abren los canales y uno, en el fondo, es solamente un canal, no es tú energía la que se traspasa… Yo me inicé en reiki en Argentina, el año 2008, cuando estaba en el Bailando por un Sueño. Ensayábamos mucho, todo el día, pero me quedaba tiempo libre».