Glamorama
Carola de Moras en el matinal La Mañana. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / CHILEVISION

El incómodo momento de Carola de Moras

Autor: Andrés Cantuarias / 25 agosto, 2016

Gran parte de las guapas de la televisión han confesado algún momento incómodo que han pasado con seguidores que se pasan película con ellas. Algunas han vivido historias duras, como Cata Vallejos, que llegó hasta la PDI para denunciar las amenzas y el acoso que ha recibido a través de las redes sociales. Y otras, como Carola de Moras, han vividó episodios menos agresivos, pero igual de incómodos. Así lo relató la animadora en el matinal de Chilevisión –MIRE AQUI E VIDEO-:

«Algo raro noté», comentó Rafael Araneda en La Mañana. «Me daba susto porque era mucho el acoso», comentó De Moras:

Rafael Araneda: “No vamos a dar información, porque es una lata. Pero igual hay un compadre que burla la seguridad del canal y que un día le pregunto (a Carola), porque yo la veo conversando en el estacionamiento, entonces yo la vi tan cómoda con él, que no hice nada.

“Y ella después me dice ‘weón, ¿por qué no me ayudaste?’. Y estaba ahí el compadre. ‘¿Quién es este gallo?’. ‘Bueno yo lo he visto, lo ubico en otro lado’. Y ella me dice ‘me tiene chata, llega a todos lados. ¿Cómo entra?'»

Carola de Moras: “Es verdad. Me da lata contarlo, pero es un tipo que empezó a pasarse más rollos y empezó a acosar y a contactarme y a mandarme mails. No partió ni buena onda ni ninguna cosa por el estilo. Partió patudo. Partió como admirador-fan y de ahí empezó como a mandarme mensajes. Empezó como a mandarme mails. Aparecía acá, en el canal”

Pollo Valdivia: “¿El se va enterando de tus datos personales?”

De Moras: “Totalmente. El tipo sabía dónde vivía. Tenía idea de todo. ¡Y sabía mucho de mi entorno!”

Felipe Vidal: “¿Cuál era su término? ¿Qué era lo que buscaba? Salir…”

De Moras: “Claro, invitarme a salir, que saliéramos. Como que concretáramos lo que teníamos inconcluso”

Araneda: “A ver, nos estacionamos siempre al lado. Yo me voy con mi bolsito y la veo conversando. Y la veo tan entretenida. Algo incómoda, algo raro noté, que tampoco intervení”

De Moras: “Es que yo trababa de ser simpática. Porque hubo un momento en que me daba susto. Me daba susto porque era mucho el acoso. Entré al diálogo. Entonces conversábamos. ‘¿Y cómo estay?’. ‘Sí, súper bien’, y trataba de meter diálogo. Y ‘me tengo que ir, estoy súper apurá’. Me subía al auto y ponía todos los pestillos.

«¿Sabes cuál es el problema? La realidad paralela que tienen ellos. La otra parte. Porque claramente tú le das un poquito de signos de interés, o de buenas costumbres, o de buenos modales, lo que sea, de educación, y ellos se pasan un rollo tremendo».