Glamorama
Pancho contó que sentía vergüenza del trabajo de su madre. IMAGENES TOMADAS DE PANTALLA / CANAL 13

El valiente mea culpa de Pancho Saavedra

Autor: C. Z. / 29 julio, 2016

Pancho Saavedra no solamente está en su mejor momento televisivo, con éxito de rating y acogida para el programa Lugares que Hablan. Además, ha crecido. Por eso que hoy es capaz de revisar experiencia dolorosas del pasado.

Esta mañana en Bienvenidos, Saavedra hizo un sensible mea culpa sobre una situación que vivió en su adolescencia y que lo marcó. Se arrepintió por años y solo pudo superarlo después de los 30. Estas fueron sus palabras en el matinal de Canal 13:

Tonka Tomicic: “Tú tuviste una época que te costó. ¿A qué edad más o menos?”

Pancho Saavedra: “Yo me acuerdo que mi mamá trabajaba en la caja de la carnicería que tenían mis abuelos. De pronto estábamos en el colegio y todos empezaban ‘¿qué hace tu mamá?’. ‘No, mi mamá es dueña de casa’, ‘no, mi mamá hace esto’, ‘no, mi mamá hace esto otro’, o es profesional, o tiene un título, o es enfermera o es doctora.

“Y cuando me preguntaban, yo nunca decía que era cajera de una carnicería, porque sentía que iba a ser, de alguna manera, mirado en menos por mis compañeros. Nunca dije eso. Siempre dije ‘es que mi mamá ayuda en los negocios familiares’. Siempre como que intentaba adornar eso o esconderlo. ¿Y sabes qué? Yo me arrepiento profundamente”

Tonka: “Te apuesto que te sientes podrido con eso”

Saavedra: “Me siento podrido por dentro porque, en ese momento de la vida, fui un pendejo ridículo”

Tonka: “¿Y a qué edad fue eso?”

Saavedra: “Y me castigué mucho, me castigué muchos años por eso. Me castigué, me dolió. Creo que pasó el tiempo y todavía me sigo castigando por esa situación. Todavía sigo diciendo por qué, si mis papás me enseñaron el amor por el trabajo. Yo creo que si soy un gallo trabajador hoy día, es por ellos, por verlos a ellos. Claro, como que fui creciendo con esa sensación de angustia.

“Mira, yo recuerdo las Navidades, mis papás siempre llegaban tarde, para los Años Nuevos, para las Navidades, porque ellos estaban trabajando. Y los papás de mis primos llegaban a las nueve de la noche, todos duchaditos, arregladitos, pasándolo regio. Yo veía cómo mis primos tenían una cantidad de regalos, una cantidad de cosas que yo no tenía. Y eso me hizo crecer sintiendo como angustia, como pena”

Tonka: “¿Y a qué edad sientes que lo superaste?”

Saavedra: “Después de los 30 años. O sea, recién después de los treinta años”

Polo Ramírez: “¿Y lo conversaron?”

Saavedra: “Sí. Yo siempre se los decía ‘¡y por qué!, ¡por qué!, ¡por qué!’. Y ya hoy día no me duele, fíjate. Antes, sí. Antes sentía que la vida era injusta y que había sido muy desigual. Pero sí, la vida es injusta y es desigual”.