Glamorama
Jhendelyn Núñez durante su piscinazo en la piscina del Hotel O'Higgins, en febrero del año pasado. FOTO: ARCHIVO AGENCIA UNO.

Jhendelyn Núñez revive la pesadilla del piscinazo donde se le despegaron los cristales

Autor: Andrés Cantuarias / Cristián Farías / 4 febrero, 2016

 

Este año la reina del Festival de Viña batió todos los récords con el piscinazo. Jhendelyn Núñez se lanzó a la piscina del Hotel O’Higgins sin bikini. Ni siquiera con el cuerpo pintado, como lo había hecho Sigrid Alegría el año anterior. La soberana realizó el piquero sólo con cristales adheridos a ciertas partes estratégicas de su cuerpo –MIRE AQUÍ TODAS LAS FOTOS CON CADA ANGULO DEL PISCINAZO DE JHEN-.

Pero si los fotógrafos se dieron un festín, Jhendelyn no lo pasó nada de bien. Según relató en Mañaneros, de La Red –VEA ACA EL VIDEO-, nunca estuvo completamente de acuerdo con la idea. Luego pasó toda la noche despierta preparándose. Y, finalmente, vivió un gran susto porque los famosos cristales que cubrían sus partes más íntimas comenzaron a desprenderse mientras nadaba –MIRE AQUI LO MAL QUE TERMINO EL PISCINAZO-.

Eduardo de la Iglesia: “Tuviste que superar el piscinazo de Sigrid Alegría, que ya marcaba un antes y un después. Y para superar el show lo hiciste así, con diamantes incrustados ¿quién decidió esto?”

 

Núñez: “Fue súper complicado, porque tú dices ‘¿qué viene después del cuerpo pintado de Sigrid Alegría?’. No te vas a tirar desnuda, pero qué viene. Surgió la idea en la primera reunión, donde estábamos viendo las actividades que se programaban para el Festival. Alguien dijo… ¡El Pancho (Saavedra), pues!, con sus ideas. ‘¡Cristales!’”

Coni Roberts: “¿Cuánto tiempo se demoraron en hacerte ese trabajo?”

 

Núñez: “Estuve toda la noche despierta, desde las tres de la mañana que Marlon Parra comenzó desde las piernas. Yo le decía ‘sácame de aquí, ponme acá’. Después la panza, qué se  yo. Y las partes más complicadas al final.

“Acá uno se pone el típico parche, pero la parte de abajo había que ir al baño antes. Entonces era la última que había que hacer. Tipo seis de la mañana dije ‘ya, Marlon, voy al baño’. Vuelvo y ahí empezamos. Y como era la parte de abajo, no era conchero, era lo mismo que se ponía en las pechugas, pero se ponía abajo.

 

“¿Ustedes quieren saber la verdad? Yo estaba más nerviosa que en toda mi vida. Actué diciendo que estaba relajada. Estaba actuando. La panza la tenía apretada. Entonces, iba con la cámara del matinal que me estaba apoyando. El Pancho me iba hablando, me iba hablando, me iba hablando. Yo le digo ‘¡cállate, estoy nerviosa!’

 

“Me persigno y salí, miércale. Muestro la pierna, tiritaba. Sigo avanzando, tiritaba, y llega un minuto donde tengo que estar donde estaba toda la prensa. Digo ‘vamos a hacer algo, vamos a empezar a mostrar de a poquitito’.

 

“Hago así y ¡fáaa!. ‘¿Les gustó o no les gustó?’. Después viene lo peor, el piscinazo. Dije ‘me encomiendo a mi hermano’, él me enseñó (a tirarse un piquero)”.