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El brutal round a gritos entre Guarello y el alcalde Pedro Sabat

Autor: admin_copesa / 23 julio, 2015

De todOs los rounds que el periodista Juan Cristóbal Guarello ha tenido en su tribuna de radio ADN, este fue uno de los más feroces. A grito pelado fue la pelea que protagonizó con el alcalde de Ñuñoa Pedro Sabat –MIRE AQUÍ EL VIDEO DE LA TRANSMISION-.

 

La manzana de la discordia fue una entrevista que el edil dio en el diario La Tercera, donde aboga para que el Estado entregue el Estadio Nacional en comodato a Azul Azul VEA ACA LA ENTREVISTA COMPLETA-. En esa crónica, la pregunta y respuesta de la polémica fue la siguiente:

 

¿Le complica a Ñuñoa recibir a la U?

 

“La U es la que más ha ocupado el Nacional. Si a Colo Colo le hizo gratis el estadio el gobierno militar, no sé por qué no se le puede entregar el estadio a la U en concesión y pagando el uso del reducto. No sé para qué la U quiere construir un estadio, si tiene el Nacional”.

 

Juan Cristóbal Guarello no estuvo en absoluto de acuerdo. Es más, fue al ataque de inmediato en el programa Los Tenores, donde realizaron un contacto telefónico con el alcalde. Al salir al aire se dio el acalorado «diálogo», donde ambos se interrumpían y el locutor-mediador no podía calmar las pasiones. Esta fue parte de la pelea:

 

Locutor: “Y lo saludamos para entrar definitivamente al área chica en este tema, que ha sido un poco espinudo, debatido, recién escuchábamos los argumentos de Juan Cristóbal Guarello. Alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, ¿cómo le va Pedro?, buenas tardes”.

 

Pedro Sabat: “Bueno, bien incómodo cuando parten diciéndole mentiroso y cosas así, ¿ah?”

 

Locutor: “Pero está bueno que lo aclaremos y que lo podamos discutir ojalá con altura de miras, Pedro”

 

Sabat: “Sí, pero la verdad es que me parece muy incómodo y muy poco altura de miras…”

 

Locutor: “Pedro…”

 

Sabat: “¡Si no pueden partir diciéndome mentiroso quienes me invitan a dialogar! O sea, me parece incómodo por decir lo menos. Y obviamente que tengo mi cronología y tengo también argumentos para dar, porque ¿rédito político de qué? O cree que necesito su voto yo para ganar…”

 

Juan Cristóbal Guarello: “¡No, el mío no! ¡Pero el de otra gente sí! ¡El mío no! El de los hinchas de la ‘U’ sí, que no son pocos!”

 

Sabat: “(Los protagonistas comienzan a gritar y a interrumpirse) ¡Bueno, por eso! ¡Lo que sí está claro es que si es por eso me echo a los hinchas del Colo Colo! ¡Si no hay que ser tan…!»

 

Guarello: “Bueno, pero resulta que la “U” tiene mucho…”

 

Sabat: “¡Es imbécil pensar que lo único es el rating, que lo único son votos poh, señor Guarello!”

 

Guarello: “¡No, no, no! ¡La U tiene mucho voto de clase media que es hincha de la U!”

 

Sabat: “¡¿Usted quiere el rating?! ¡¿Usted quiere el rating?!”

 

Guarello: “¡Hay mucha gente de clase media en Ñuñoa que es hincha de la U! ¡Y usted sabe perfectamente!”

 

Sabat: “¡Claro! ¡Eso es lo que pasa! ¡Eso es lo que pasa! ¡Eso es lo que pasa!”

 

Guarello: “¡Usted sabe perfectamente!”

 

Sabat: “¿Sé perfectamente qué cosa?”

 

Guarello: “¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!”

 

Locutor: “Juan Cristóbal, pero para que podamos dialogar, para que podamos dialogar… Pedro, ¡Pedro! Espéreme un momento, por favor…”

 

Sabat: “¡Es que no poh! ¡Es que no puedo aceptar una cosa así pues! ¡Si no soy cualquier imbécil que tenga que aceptar cualquier cosa de, por el tema de los votos o por el tema del rating!”

 

Guarello: “¡No, es que usted no puede llagar y decir que el estadio de Colo Colo lo hizo Pinochet, pues! ¡Usted no puede llegar y decir eso!”

 

Sabat: “¡No, porque el tema del rating no es así no más pues!”

 

Guarello: “¡No! ¡Porque usted se está aprovechando de una coyuntura!”

 

Sabat: “¡Bueno, si no hay diálogo entonces cortamos nomás pues! ¡¿Cuál es el problema?!”

 

Guarello: “¡Se está aprovechando!”

 

Sabat: “¡¿Ve?! ¡Y no me deja hablar! ¡Entonces, claro, eso a quién le interesa! ¡Mejor cortemos, pa qué hablamos! ¡Sigan diciéndome mentiroso y ladrón!”

 

Locutor: “Muchachos, señores… Aquí no hay comunicación… Juan Cristóbal… Juan Cristóbal…”

 

Guarello: “¡Bueno, usted vaya y diga cualquier cosa pues! ¡Vaya y diga cualquier cosa! Si no acepta la réplica”

 

Locutor: “Estamos tratando de dialogar, Pedro…”

 

Sabat: “¡Pero cómo voy a dialogar si este señor me habla encima y me habla de réplica si no me deja!”

 

Guarello: “¡Ya, diga lo que tengo que decir! Y ha hablado en varias radios si…”

 

Locutor: “Yo sólo quiero decirle, Pedro Sabat…”

 

Sabat: “Ah, bueno, ¡si he hablado en todas las radios pa qué me llaman poh!»

 

Locutor: “Si me permite, Pedro, vamos a escuchar sus argumentos. Recién Juan Cristóbal Guarello en esta mesa decía que la idea del comodato no le parece en absoluto una mala idea. Queremos escuchar su posición y luego vamos a tratar de conversar con Rodrigo Sepúlveda y con Juan Cristóbal Guarello. Porque esta es una idea que afecta al Estadio Nacional, el principal coliseo deportivo que tenemos, que pertenece al estado, al fisco. La Universidad de Chile hace años que quiere construir un estadio. Y de alguna manera toca a Colo Colo, a raíz de una declaraciones que usted dio ayer al diario La Tercera. Pedro, lo escuchamos”

 

Sabat: “Sí, claro. Respecto a lo del Colo Colo, que tanto le interesa, efectivamente no me van a decir que no hicimos nada. Hicimos desde la cancha, los cierres, las rejas, los muros, todo, a través del programa de educación de jefes de hogar entre el 82 y el 85, cuando el señor Guarello ni siquiera sabía leer ni escribir, y eso lo dirigí yo personalmente con otro funcionario de la municipalidad”

 

Guarello: “¡Pare, pare, pare señor! ¡¿Qué yo no sabía leer ni escribir?! ¡¿El año 82, 85?! ¡Usted no habrá sabido leer ni escribir! ¡Perdón! Pero yo iba al estadio Monumental, tenía un amigo que era vecino y no había nada hecho. ¡No había nada hecho, el año 84-85! ¡Que movieron alguna piedritas, la habrá movido, señor! ¡Pero no había nada hecho!”.

 

Sabat: “¡Bueno, piedritas movimos poh! Si era un hoyo, pues”

 

Guarello: “Habrá movido algunas piedritas, pero era un peladero. Ni comparar como era el estadio cuando se inauguró, cinco años más tarde”  

 

Y así, la batalla siguió por unos 15 minutos.