El amor de Urrejola y los vestidos festivaleros de De Moras
Y qué tanto. Fernanda Urrejola canceló el matrimonio a meses de la ceremonia, lloró, lo pasó pésimo, pero se recuperó. La protagonista de Chipe Libre, la Claudia Cardinale de las comedias de la noche y fantasía de ejecutivo progre volvió a creer. Confió otra vez, como alertan y bombardean en Intrusos y SQP, que cuentan que Fernanda está muy, súper, híper amiga del rockero Gustavo León, el ex de Javiera Díaz de Valdés.
León tiene pinta de ídolo de MTV y canta y toca la guitarra en la banda Jiminelson, que hace estragos entre las actrices fashion. Por eso Díaz de Valdés corría a sus tocatas como una adolescente a comienzos del 2012, recién separada del poeta y ex notero de Caiga Quien Caiga, Pablo Mackenna.
El romance fue explosivo y muy bajo perfil, algo así como los John y Yoko de Vitacura.
Ahora los programas de farándula aseguran Urrejola es tan cercana a León, que incluso los paparazzearon llegando en el mismo vuelo desde Buenos Aires. Son el comidillo del día en la prensa rosa, esa que Fernanda detesta porque la ligaron con Mario Horton, el más playboy de los galanes de teleserie, justo cuando la actriz aún estaba convaleciente del quiebre con Stefano Benaglia, el novio italiano con el que estuvo cinco años y tuvo hasta las argollas puestas.
Pero Carola de Moras no se enoja ni con los “opinólogos”, ni con los críticos de moda que se burlaron sin piedad cuando la animadora modelo salió con un pinche colgando, durante una de las noches del pasado Festival de Viña. Tampoco le importó que encontraran mal hechos algunos de sus vestidos del pasado certamen y vuelve a confiar en un grupo de modistos chilenos para que la vistan en las próximas noches festivaleras.
Los elegidos son todos talentosos aunque no famosos Juan Carlos Failer, Claudio Mansilla, Matías Hernán y Rodrigo Valenzuela. Además, Carola tenía conversaciones con Sebastián del Real. La que estuvo en 2014 y por ahora no va es Karyn Coo, la más célebre de la última camada de moda criolla.
“No me cuesta nada tomar un avión y partir a alguna parte del mundo, aprovechar de pasear y comprar todos los vestidos en una semana y traérmelos en la maleta”, aseguró de Moras. “Pero yo soy fiel a mis diseñadores chilenos y les aseguro que los vestidos van a estar impresionantes e increíbles. Las críticas igual van a estar, sino, no es Festival», remató.
