Amor a prueba vive la peor traición
Aylén Milla es la argentina más guapa de Amor a Prueba. Entró al reality de infidelidades de Mega con su pareja, Leandro Penna, el modelo más top de todos los integrantes del show, ya que fue protagonista de prensa del corazón inglesa, debido a su romance con la estrella farandulera Katie Price. En medio de ellos dos, desde el inicio del show, se interpuso el maniquí italiano Marcó Ferri, quien ha hecho todo lo posible por quitarle la novia a Leandro. Y lo está consiguiendo.
Desde hace semanas que el pololeo de Aylén y Leandro está en paréntesis. Ella cada día está más coqueta con Marco y él llora cada cinco minutos porque sabe que está perdiéndola. Sin embargo, Aylén le asegura a cada rato que van a seguir adelante. Mientras, lo pela. Ha dicho que Penna cometió la desubicación de obligarla a prestarle una importante suma de dinero, incluso acarreándole problemas familiares.
Aylén sigue esperanzando a un Leandro destrozado. Pero lo traicionó.
Según la dinámica del reality de Mega, un «jote» debe intentar destruir a una pareja armada. El italiano Marco siempre elige a Aylén. Esta semana hizo lo mismo, lo que significa que ambos pasaron una noche durmiendo en camas pegadas la una a la otra, mientras el pobre Penna se tuvo que ir a otro lado, dejándolos solos.
Leandro aseguró en pantalla que «lo más lindo es que confío en mi novia, y así va a ser hasta el último día». Antes de separarse por la noche, ella corrió detrás de Leandro y se dio el siguiente diálogo:
Aylén: «Te voy a decir nada más dos cosas: Quédate tranquilo, que vamos a salir de esto. La segunda es que no escuches a la gente mala
Leandro: «No, pero bueno…»
Aylén: «¿No? Bueno, ¿escuchás a quien quieres?».
Leandro: «Yo saco mi propio análisis, viendo la situación».
Aylén: «¿Cuál es tu propio análisis?».
Leandro: «Ya te dije: yo confío en vos… Él está jugando, es parte de su juego, ¿no te das cuenta?».
Aylén: «Sí, sí sé… Y confía en lo que te acabo de decir, vamos a estar bien. ¿Sí? Pero lleva tiempo, ¿sí? Descansa y tranquilo».
Leandro: «Espero que esta noche que no vamos a estar juntos pienses en mi, en los dos».
Aylén: «Sí, descansa».
Sin embargo, poco después, el italiano y la argentina ya estaban acostados uno junto a otro y comenzaron a coquetear como nunca antes. Se acercaron, jugaron, se rieron. De pronto, Marco tenía medio cuerpo en la cama de Aylén. Ella se negaba, hasta que cedió. Ferri pidió darle un beso debajo de las sábanas. Y así lo hicieron. Mientras, Leandro se dormía con la cara del hombre más enamorado y triste del mundo.
