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El dolido y sangriento round de Copano y Nicolás Larraín

Autor: Felipe Gajardo / 28 octubre, 2014

Hay veces que a la gente de la televisión le da la cosa. Le bajan los «turururus», como se decía antes. O simplemente tienen actitudes para sillón de sicólogo. Como ahora, con el dolido round que protagonizaron Nicolás Larraín y Nicolás Copano.

 

Para Copano, Larraín es una figura paterna televisiva. Nunca olvida que fue el anfitrión de Caiga Quien Caiga quien le dio su primer cheque por un trabajo en la pantalla chica, por hacer la sección «Top Five» del desparacido CQC.

 

Sin embargo, hoy Copano mató la figura paterna con una carta súper extensa en contra de Larraín, que leyó en casi diez interminables minutos en su programa de radio La Clave.

 

El animador de Vigilantes estaba híper sentido, porque Larraín lo criticó en su propio programa radial. Además, publicó en Twitter: “¡¡¿Quién es Copano?!! Cerrando el tema… Sigue opinando aportando cahuineando». Y abrió las líneas telefónicas para que los auditores opinaran de Copano.

 

En respuesta, el jovenzuelo que trabaja en La Red contestó con la misiva titulada Papito No Corras: Carta a Nicolás Larraín, donde lo compara «con el típico tío micrero Pinochetista: un empresario microbuses cuyos mejores tiempos disfruto con Marinakis y el descontrol».

 

La carta, en parte, dice así, según Publimetro:

 

«Hoy habló como generalmente lo hace -sin saber mucho, pero con la agresividad de un nuevo rico que no ha tomado libros- de mi persona con una violencia inusitada; como si hubiese usado a su mamá para ganar plata.

 

«Hoy Nicolás no está pasando un buen momento, de capa caída, acosado por las deudas, como el mismo ha declarado a los medios. Intenta revivir una y otra vez CQC. Mérito de él es que el programa haya durado 10 años.

 

«El tipo es un trabajador incesante. Pero también es un trabajador de sus tiempos, un todo por las lucas, todo terreno que no para por conseguir hasta la última moneda. ¿Enjuiciarlo por eso? No, por favor. Solo acatar los hechos.

 

«Nicolás votó por el ‘sí’. Dejaré claro los chistes que hemos hecho en radio sobre esto, para que nadie quede afuera: ‘La UDI en crisis y vuelve CQC. Notable coincidencia’. ¡Já! Fin del chiste. Pasamos a presentar canción. Después hablamos del error de Feito y la defensa de Labbé desde la gestión. Siempre es así, ese es el programa. Nosotros decimos las cosas, caiga quien caiga. No es nada distinto a lo que él ha dicho de mí en su espacio radial durante años.

 

«No soy fresco, soy más bien natural, y jamás a la postre del dueño de turno. Papito, no corras, como rezaban las estampitas de las micros. No queremos que sigas chocando».

 

En la otra esquina, Nicolás Larraín respondió a su hijo televisivo en SQP. Esto señaló:

 

«Copano catetió y catetió para que lo recibiéramos en CQC. Lo primero que hizo fue en los Top Five. Después quiso ser notero, trató y a los argentinos no les gustó, porque era muy hiperventilado.

 

«El me manda una columna -la carta que leyó Copano en la radio- que luego todo el mundo me dice: ‘La encontré una lata. Lo más aburrido que hay’. Son una mentira, tras mentira.

 

«Yo se lo digo al Nico con cariño y cómo papá: Nicolás, si te las quieres dar de periodista, no puedes escribir una columna que son mentiras. Dice: ‘Yo no acepté CQC, porque estaba la Kel Calderón’. ¡Nico, nadie te ofreció animar CQC! Te llamamos para hacer notero y tu dijiste ‘yo no quiero ser notero’.

 

«Construir una columna (carta) de 20 páginas. Me dice que estoy de capa caída y ser el domador del león viejo. ¡Nada que me guste más que estar así! ¡Pero que parqueado escribir una carta de 20 páginas! ¡Nico, cuando eras gordo eras simpático y divertido! ¡Te metiste en onda grave!».