El feo mensaje de «la abogada de los narcos» Helhue Sukni a Carabineros
Helhue Sukni no olvida. La llamada «abogada de los narcos» -que está en los programas de farándula por su próximo matrimonio en Punta Cana- anoche envió un feroz mensaje a los Carabineros que, en noviembre del año pasado, la detuvieron por conducir por celular y con su automóvil sin patente.
Sukni estuvo anoche en Mentiras Verdaderas, en La Red, y estas fueron sus palabras para los carabineros que la detuvieron:
«Dios se encargó de que las pagaran. Porque a uno lo mandaron para Coyhaique y debe estar cagao de frío. Y al otro lo mandaron pá Temuco, que también debe estar cagao de frío. Si me están viendo: cómprense harta estufita para que se calienten por el frío. ¡Porque me hicieron daño! Porque me hicieron pasar toda una noche ininterrumpida sin dormir…
«No, no es la ley del Talión, pero me hicieron daño. Me hirieron. Porque no se justificaba, porque ese mismo día cayó detenido Pablo Herrera -el cantante, que yo tengo nada contra él- que lo encuentro maravilloso como canta, y cayó por estado de ebriedad y lo citaron a la Fiscalía para que fuera un mes después.
«Yo, por no llevar la placa patente pegada -porque la llevaba puesta, pero no la llevaba pegada en el frontis del auto, en la parte trasera del auto; habiéndome comprado el auto hacia 23 días y habiéndome entregado las placas patentes hacía siete días- no se justificaba haberme mandado presa.
«Me molesto una cosa: Que me doblaran los brazos hacia atrás y me doliera, porque me los dobló raudamente y me dolió… Cuando iba sentada en la ‘zapatilla’ -los cabros llaman así al furgón; los ‘cabros’ son mis clientes-, andaba con pantalones ese día, y con las manos atrás poh, galla, y dije: ‘Pensar que cuantos de mis clientes han estado sentados acá, donde yo estoy’.
«El paco dobló bruscamente, sin ninguna deferencia hacia la persona que va sentada atrás, ¡porque qué deferencia van a tener, poh!; porque para ellos son puros delincuentes, y como los delincuentes son perros, no valen ná. Porque para la policía los delincuentes no valen nada, entonces manejan como animales; y yo me voy pal lado, con mis manitos atrás. Me puse en el lugar de mis presos».
