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El feroz e irreconciliable encontrón en pantalla de Martín Cárcamo y Polo Ramírez

Autor: admin_copesa / 10 julio, 2014

Subieron la voz. Se interrumpieron. Se llamaron la atención mutuamente. Cada uno en su trinchera. Hasta que Tonka Tomicic debió entrar a actuar como mediadora entre Paulo “Polo” Ramírez y Martín Cárcamo, en una feroz discusión que protagonizaron ayer en el matinal de Canal 13 y en la que ninguno de los dos cedió.

 

El caso en disputa era en extremo sensible: el drama de Nelson Morales y Vania Castillo, quienes han cuidado, como padres guardadores del Sename, a una niña. La familia de San Felipe recibió a Carolina enferma, desnutrida y con una delicada lesión en la cabeza.

 

La sanaron, le integraron como una hija más y han vivido con ella durante dos años. Sin embargo, los tribunales de familia determinó que no son aptos para postular como padres adoptivos de la menor y ayer debían entregar a Carolina para que sea adoptada por otra nueva pareja, que sí fue declarada “idónea”.

 

Nelson y Vania, y su abogado, están en proceso para seguir peleando por la que consideran su hija y no entregaron a la niña. “Uno no tiene que encariñarse, pero es imposible con alguien tan tierna, inocente, que no tiene como defenderse. Ella nos ama a nosotros como familia. ¿Cómo se puede desprender a un niño? ¡Imagínese! ¡Toman a mi hija y la llevan a otro lugar!”, decía Nelson. “No es biológica mía, pero es hija de mi corazón”, contaba la madre. Ambos lloran. Están desesperados.

 

“Polo” Ramírez es miembro del directorio de una fundación que trabaja en el tema de la adopción y se mostró férreamente a favor de que se cumpla la ley. Martín Cárcamo vivió un largo y extenuante proceso de adopción de uno de sus hijos en Haití y se mostró a favor de los padres guardadores en este, que es un caso declarado como “excepcional” por el Sename. Ambos se enfrentaron como nunca, en un panel donde se hizo un contacto con el padre guardador y con el representante regional del Sename.

 

Polo Ramírez: “Cuando uno se convierte en padre guardador hay un compromiso de partida, que tiene que entregar a la niñita. Ustedes se comprometieron…”

 

Martín Cárcamo: “¿Por qué esta niña estuvo dos años con los papás? Era obvio que esto iba a pasar, porque por algo los procesos para guardar un menor tienen una fecha límite, para que no suceda esto”.

 

Ramírez: “No es tan obvio Martín. Hay muchos casos donde los niños están mucho tiempo con padres guardadores y no se produce lo que se está produciendo”.

 

Tonka Tomicic: “¡Pero dos años! ¡Hay emociones!”.

 

Ramírez: “¡Sí, Martín! ¡Te lo digo! Hay muchos casos donde se produce una situación similar”.

 

Cárcamo: “Dudo que no te encariñes en dos años y no sientas que es tu hija”.

 

Tomicic: “Hemos hablado de los papás, ¿pero quién piensa en esa niñita? ¿Qué pasa con el trauma que significa salir de la casa donde está la mamá, el papá, y la hija, que es una más de esa familia, deba llegar a una nueva familia? ¿No es traumático? ¿Los niños superan eso? ¿O sería mejor, pensando en la niña, que ella se quede ahí?”.

 

Ramírez: “La ley indica que todo este procedimiento tiene como objetivo y fin último el bienestar de la niña, el bien superior de la niña. Lo que ha estimado el tribunal es que, pese a lo que dice la Tonka, esta niña va a estar mejor con los padres adoptivos, que ya han sido seleccionados, que con los padres guardadores, que se convirtieron en padres guardadores bajo el compromiso de que iban a entregar a la niña. Hay un compromiso que no se está cumpliendo”.

 

Tomicic: “Pero la niña no le dice ‘papá guardador’, le dice ‘papá’, ‘mamá’, ‘este es mi hermano’…”

 

Ramírez: “Sí, Tonka,Tonka, Tonka…”

 

Tomicic: «…Por eso yo pregunto, pensando en la niña».

 

Ramírez: “Ellos han criado muy bien a esta niña, le han entregado amor, han cuidado su salud, lo problemas que tenía han sido superados, han sido muy buenos padres guardadores… Y eso esta niña lo va a tener durante toda su vida. Eso es parte ya de su historia. Hay una sanación grande. Ahora, el amor que recibe un niño, y esto está absolutamente demostrado, y el apego, es traspasable a otra familia que va a recibir”.

 

Tomicic: “¿No es traumático?”.

 

Cárcamo: “Polo, perdonamé, ¡¿pero estai hablando desde el papel?!”.

 

Ramírez: “¡No! ¡Te estoy hablando desde la experiencia, Martín! ¡Lo conozco! ¡Lo he visto muchas veces!”.

 

Cárcamo: “¡Pero como tú vas a traspasar los sentimientos!”.

 

Ramírez: “¡Así es Martín!”.

 

Cárcamo: “¿Cómo?”.

 

Ramírez: “¡Tú aprendes a amar, Martín, y no aprendes a amar a una o a dos personas: aprendes a amar!”.

 

Cárcamo: “¡Sí! ¡Pero esa niñita cómo…!”

 

Ramírez: “Y eso se traspasa. Obviamente que es un proceso difícil y que tiene que ser acompañado, y a ahí está labor que debe cumplir el Sename…”

 

Cárcamo: “¡Pero si el Sename acaba de decir que no tiene injerencia, porque la sicóloga no es del Sename, porque esto lo toma un tribunal!”.

 

Ramírez: “¡No! A ver… No es del Sename, pero el Sename es el que solicita la evaluación”.

 

Cárcamo: “Pero a través de un tercero”.

 

Ramírez: “Sí pues, a través de un tercero, pero la responsabilidad es de la institución. Yo me quiero salir del tema institucional. Lo fundamental es que acá hay una manera de acoger y sanar a niños cuyos derechos han sido vulnerados. A veces entran las instituciones y otras veces son acogidos por familias guardadoras”.

 

Cárcamo: “¡Tenemos claro eso Polo!”.

 

Ramírez: “Okey, en ambos casos los niños pueden ser criados, queridos y aprender a querer”.

 

Cárcamo: “¿Y por qué este es un caso excepcional, que lo dice el propio Sename? Polo, déjame plantearte el otro lado: ¿Por qué el Sename dice que este es un caso excepcional?”.

 

Ramírez: “¡Porque es un caso excepcional!”.

 

Cárcamo: “¡Pero por qué!”.

 

Ramírez: “¡Pero te lo están diciendo ahí pues Martín!”.

 

Cárcamo: “¡Escúchame! ¡Escúchame! ¿Cuántos guardadores llegan a tener dos años a una guagua?”.

 

Ramírez: “¡Pero si (el representante del Sename) lo dijo, Martín!”.

 

Cárcamo (al representante de Sename): “¡Pero le estoy haciendo una pregunta! ¿Me la puede contestar por favor? ¿Qué porcentaje es, me lo puede dar por favor? Porque así como Polo habla de la experiencia, yo también voy a hablar desde la experiencia, y es obvio, o está mal hecha la ley, y hablemos las cosas como son… Es obvio que una pareja que tiene la intención de guardar a una guagüita, al cabo de un tiempo, de 6 meses, 8 meses, cuando pasa un año, año y medio, dos años, ya esa guagüita no se ve como una guagüita que uno la va a guardar, se ve como una hija”.

 

Ramírez: “¡Es que estás mirando el tema desde el lado equivocado Martín!”.

 

Cárcamo: “¡Escuchamé, escuchamé!”.

 

Ramírez: “Porque lo estás mirando desde los papás…”

 

Cárcamo: “¡Escuchamé!”.

 

Ramírez: “…Y aquí lo importante, y perdón que lo diga así”.

 

Cárcamo: “¡Pero Polo déjame terminar poh!”.

 

Ramírez: “…Lo importante no son los papás, lo importante es la niña”.

 

Cárcamo: “Lo tengo claro. Pero lo importante tampoco es la niña sola, es lo que se genera entre la niña y los papás, porque es una comunión”.

 

Ramírez: “No es así, porque, si fuera así, no podrían existir los padres guardadores…”

 

Cárcamo: “¡Por eso poh!”.

 

Ramírez: “…Y existen y con mucho éxito”.

 

Cárcamo: “Pero te puedo asegurar que vemos la cifra de los padres guardadores que pasan cierto límite de tiempo, sienten que esa niña es su hija”.