La chocante imagen de Nicole Kidman con la cara arruinada por el Botox
Son ejemplos de belleza. Pero aún así muchas estrellas de Hollywood, que son la fantasía del resto de los mortales, no están conformes. Ejemplo: Nicole Kidman. La actriz australiana de 46 años impactó a su llegada como diva al Festival de Cine de Cannes, para presentar la película Grace de Mónaco, que retrata los años en que Grace Kelly fue soberana del pequeño principado del jet set.
La ex mujer de Tom Cruise se arruinó la cara. Su rostro no muestra ni la más mínima arruga. Ni siquiera cuando se ríe. A lo más se le dibujan unos pequeños pliegues alrededor de la boda. La frente es de porcelana. Los labios y los pómulos parecen inflamados, aunque perfectamente lisos. Todos estos, según los especialistas, son síntomas de una sobredosis de Botox.
Kidman parece no recuperarse de su confesada adicción a esta toxina que en Chile también es la perdición de figuras como Francisca García-Huidobro o Jordi Castell. “Las cirugía no son lo mío. Desafortunadamente probé el Botox, pero lo dejé y ahora, finalmente, tengo movimiento en el rostro otra vez”, declaró el año pasado. Aunque, ahora, recayó.
