1932057.jpg

Paul McCartney ofrece su concierto más íntimo en Chile

Autor: admin_copesa / 23 abril, 2014

“Voy a tomarme un momento sólo para mirarlos”, dijo el británico Paul McCartney, justo después de extinguirse tras suyo las postales de la beatlemanía que acompañaron su rendición de All my loving. Exploró las gradas de lado a lado, aunque el gesto -con el correr de los minutos, con el repaso al repertorio de Wings, de The Beatles, de su nuevo disco solista- se volvió permanente: anoche, en su tercera visita a Chile, el músico logró cubrir de intimidad un show generoso en hits, que incluía también con algunos guiños más oscuros hacia una historia que apenas cabe en las casi tres horas de duración.

 

A las 21.30 horas, luces fuera y las pantallas laterales que dibujan, entre burbujas de luces, un bajo eléctrico. Suena un extracto de The end como introducción y puño en alto, McCartney ya está sobre el escenario, de regreso tras un ensayo que ahí sostuvo durante la tarde (ver nota aparte). The magical mistery tour es la encargada de abrir y también de marcar distancia del debut de la gira Out There en Sudamérica, que partió el sábado en Montevideo con Eight days a week abriendo.

 

En el público, cerca de 12 mil personas (según cifras de la producción) respondieron con su complicidad: banderas de Argentina -país que este año quedó fuera del itinerario-, uruguayas, británicas; una audiencia marcadamente adulta, que prefirió los asientos durante el repertorio de Wings (Listen to what the man said, la primera de ellas), que escuchó con respeto los temas de su nuevo álbum New (Save us, New, Queenie eye, entre otras), y que conectó con fuerza cuando McCartney pidió coros para Ob-la-di, ob-la-da o cuando -elevado en una plataforma levadiza de unos cuatro metros- despachó Blackbird.

 

McCartney, consciente de esa cercanía, saludó a las primeras filas, dedicó My Valentine a su esposa Nancy Shevell y mantuvo un diálogo fluido con el público: “¡Qué buen carrete!”, soltó en español, además de otras historias (el cuento de los tres conejos, el mismo que contó para su visita anterior al Estadio Nacional, en 2011) y también las dedicatorias durante sus homenajes a los Beatles caídos, John Lennon con Here today y Something in the way para George Harrison. (Lea la nota completa en La Tercera).