Destrozan al escritor Rafael Gumucio por mensaje sobre animales quemados en incendio de Valparaíso
“Algunos hipster fueron a salvar gatitos y perros mientras Valparaíso ardía y miles de sus compatriotas luchaban por sus vidas #verguenzaajena”. Este fue el mensaje que el escritor Rafael Gumucio tuvo la ocurrencia de escribir en su cuenta Twitter @rafaelgumucioa. Y sufrió las consecuencias. Una ola de feroces y poco respetuosos tuiteros se lanzaron como una jauría sobre él. Algunos de los llamados “animalistas” lo insultaron, amenazaron e incluso sacaron a relucir su calidad de padre.
Gumucio es un escritor reconocido. Su último libro, Mi Abuela, Marta Rivas González, ha recibido muy buenos comentarios. Pero no hubo respeto por sus argumentos. El escritor explicó detalladamente su posición. Dedicó numerosos tuiteos a contar sus razones. Pero no hubo razonamiento que valiera ante tuiteros debocados que manifestaron, varias veces, que preferían salvar a su gato que a una persona y, menos aún, al mismo Gumucio.
Aquí van los tuiteos que le valieron tanto odio al escritor:
“Algo está mal en alguien que ante esta tragedia piensa primero en las mascotas”.
“Desprecian el dolor de los hombre y mujeres que sufren jugando a ser piadosos. Lamentable espectáculo”.
“Cada uno hace lo que quiero pero preocuparse de los gatitos mientras campeas miseria habla de una ceguera moral”.
“(Las mascotas) no son pobres, «feos», ni exigen, ni conversan. Son los mejores damnificados, damnificados que no se te hablan, súper cómodo”.
“Puedes ayudar a los perros que quieras, pero no cuando se queman tus hermanos. Es cosa de prioridad mínima”.
“No superior pero siento que una conciencia es algo más valioso y más escaso que el puro instinto”.
“Murieron miles de roedores y pájaros y nadie lloró. Se salvan las mascotas, esos esclavos de nuestros sentimientos”.
“Los animales no tienen conciencia y espero que (mis hijas) aprendan a querer sin buscar fetiches en que descargar sus sentimentalidad”.
“Si hay que elegir una causa imaginaba que era más urgente la de los niños que siguen quemándose mientras escribo”.
“A mi esta nota en que un bombero y un carabinero lo perdían todo mientras niños visiblemente ricos buscaban gatitos me pareció una metáfora”.
“Perdón: después de un bombero que siguió trabajando mientras se quemaba su casa el contraste con los animalistas con ropa vintage era mucho”.
“Explicaciones: 1 No tengo nada contra los animales. 2 Me parece perfectamente humano salvarlos. 3 Me parece que ante la pobreza y el abandono que vimos en Valparaíso los derechos de los animales pasan a ser un lujo que esconde a veces la despreocupación por los pobres”.
“Los pobres no son leales, ni tiernos como las mascotas, hablan y tienen ideas propias, no son domesticables. Eso explica que su causa sea menos trendy que la de los animales. El amor por el semejante cuestiona, duele, decepciona, eso explica que mucho prefieran la defensa de los que no se van a rebelar”.
“En la imagen de tvn en que unos jóvenes habían escogido como forma de ayuda los animales vi la metáfora de esa profunda desigualdad, de esos dos Chiles, uno con causas europeas y otros con hambrea Latinoamericanos”.
“Eso no implica que haya gente que hace un trabajo heroico rescatando hombres y perros de las llamas. Pero déjenme pensar que mientras un niño en Chile tenga hambre, y viva en peligro perpetuo los derechos de los gatos me parecen secundarios. Se puede caminar y mandar chicle”.
“Pero hace mal para los dientes y el chicle parece ser la razón que cede ante el sentimentalismo incendiariode quienes creen que amar a su perro les permite pedir mi cabeza, insultar a mis hijas y desearme la muerte”.
“Sólo confirma mi sensación que ese amor bestial que sienten no los hace mejores humanos y ni siquiera animales decentes. Buenas noches. #FuerzaValpo”.
“Quite las fotos de mis hijas gracias a las amenazas de los defensores de la vida y animalitos. Las amenazas me la pueden dirigir sólo a mí”.
“Los gatos no comentan, por eso los quiere, no necesita razonar con ellos, lo hacen sentir inteligente y querido, puro ego”.
