FOTOS: Perla y su familia protagonizan feroz escándalo en edificio con «maldición gitana» incluida
Perla Ilich llevaba un buen tiempo alejada de las cámaras. Su rol de madre –tuvo a su hija Michelle hace unos meses– la ha tenido bien ocupada, y alejada de las luces. Sin embargo, esta tranquilidad se vio alterada drásticamente cuando intentaba mudarse de un departamento que arrendó en Santiago.
Resulta que todo iba bien, hasta que fue frenada por los dueños del inmueble, quienes llamaron a los conserjes y a Carabineros, para así impedir que sacara sus cosas, debido a una deuda de arriendo y gastos comunes que, supuestamente, tenía vigente.
Perla y su pareja, Nino Morales, aseguraron que estaba todo pagado, y que, incluso, habían acordado su salida con la corredora a cargo del departamento. “Salimos del departamento y le entregamos todas las cuentas pagadas. Vamos a sacar las cosas de a poco, porque no se puede en un día. La corredora, amablemente, me contestó y me dijo: ‘perfecto, dale’”, comentó Morales a SQP, programa que mostró el escándalo.
Esto no impidió que llegara la corredora del inmueble, y Carabineros, quienes le advirtieron que no debían sacar las cosas sin tener el salvoconducto necesario, que debía estar aprobado por un notario. A pesar de esto, fueron las acusaciones por supuestas deudas las que armaron el problema entre la familia de Perla con los dueños, quienes arribaron más tarde, según consignaron en el espacio de farándula. Aquí, una imagen de ese momento:
“No fue por los gastos comunes. El arrendatario anterior tenía una deuda de 380 ó 400 mil pesos de gasto comunes”, acusó la gitana. Su madre también apareció en escena, mostrando una boleta. “Aquí está el pago. Perla, dile de quién es esto, de que te querían cobrar otro mes”, vociferaba, mientras la policía ingresaba al departamento.
Lo peor sucedió después. La madre de la gitana, iracunda, fue hasta donde los conserjes del recinto, para encararlos por una supuesta agresión en contra de su hija por parte de la pareja de la dueña. Allí, los maldijo. “Yo estaba aquí ¿Por qué quería tirarle las manos sin hacer nada? Hay un Dios grande. Quien hizo daño, y quería pegarle a mi hija, va a tener desgracia este año. Hasta el pelo de su cabeza le va a doler. Y se va a ir a juicio”, decía la mujer, apuntando al dueño. Imagen de la furiosa madre:
De fondo, Perla gritaba: “¡Se va a arrepentir! A mí me quisieron pegar”. Luego, más calmada, detalló: “El esposo de la dueña me agarra y me empieza a zamarrear. Nino estaba con la bebé y en la administración. En ese momento me puse a llorar y comencé a gritar”.
