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Yerko avergonzó a Cecilia Bolocco con transparencia y colaless y picantes tallas sobre sus ex

Autor: admin_copesa / 24 abril, 2015

La reina volvió. En gloria y majestad. El esperado regreso de Cecilia Bolocco como animadora de estelares, y a Canal 13, su “casa”, fue un hito.

 

En rating, Vértigo superó durante gran parte de la noche a Mega, incluyendo a Ezel, una de las imbatibles teleseries turcas del canal privado, y alcanzó un peak de 28 puntos. Según Emol, el promedio online durante la franja de Vértigo, fue de 19,2 unidades para el espacio con Martín Cárcamo. En segundo lugar, en esa misma franja, Mega obtuvo 18.

 

A 8 años de su agitada salida de la pantalla chica, tras el escándalo de paparazzeo a la ex reina de belleza junto al italiano Luciano Marocchino, Bolocco reinó. Apareció espléndida en un modelo muy ajustado del modisto francés Hervé L. Leroux, traído a Chile por la boutique de Sarika Rodrik –la misma que viste a Tonka Tomicic- y unos espléndidos zapatos brillantes y altísimos.

 

Cecilia le dio un “piquito” a Martín Cárcamo y se prestó para la tradicional cábala del rubio, dándose ambos un feroz agarrón en el traste. El público estaba en llamas. Las redes sociales también, convirtiendo a Vértigo en lo más comentado de la noche. Pero el momento alto fue la rutina de “Yerko Puchento”. (FOTO: LA CUARTA)

 

El personaje interpretado por Daniel Alcaíno con libretos de Jorge López apareció con una copia muy bien hecha del vestido completamente transparente creado por el diseñador Rubén Campos con que la diva causó sensación en la gala del Festival de Viña del 2007. Además, Yerko llevaba un colaless pequeñísimo que avergonzó a Bolocco.

 

La conductora no lo podía creer. Se llevaba la boca a las manos. Se ponía de pie y realizó un sinfín de gestos, grititos, exclamaciones del tipo “¡no puedo!” o “¡estoy atacá!”, manifestaba su asombro ante el look del  personaje y las cosas que le dijo. Especialmente cuando tandeó con los ex amores de Cecilia, con tallas sin pudor –MIRE AQUÍ EL VIDEO-.

 

Esta es la rutina, sin censura, que Yerko le dedicó a su reina:

 

«Yerko Puchento»: “Llegó el momento… Estoy nervioso… ¡Al fin me voy a reencontrar con ella! Han pasado doce años que no veo a esta mujer… Y un doce años (se pasa los dedos por los labios), es un doce años… ¡Estoy nervioso! ¡Me siento la Geisha cuando perdió la virginidad! Una cosa así. ¡Me siento como la Adriana Barrientos en un remate de Louis Vuitton!

 

“¡¿Cómo estará?! ¡No la quiero ni mirar! ¿Estará igual? ¡Y si no la reconozco! ¡A lo mejor le pasaron una máquina de planchar y está distinta ¡y teque-teque-té! Tá distinta a lo mejor… ¿O todavía tendrá las pechugas chiquititas como todas las Bolocco? ¡Ahí voy!

 

“Me voy a poner cómodo primero que nada… Por favor (le pasa el micrófono al senador Manuel José Ossandón, uno de los invitados). Me voy a poner cómodo…”

 

Yerko se saca la enorme bata que lo cubría por completo para mostrarse con la copia del famoso traje transparente. Se pone una corona y pasea imitando a la diva.

 

Cecilia Bolocco: “¡No, este güeón la cagó!”.

 

Yerko: “¡Gracias Chile! ¡Gracias patria querida! ¡And the winner is… Cecilia Bolocco de Chile! ¡No! ¡Cecilia! ¡¿Qué pasó?! (Todos están muertos de risa. Bolocco grita “¡no puedo, no puedo!”) ¡Pasaron diez años para que me vieras en pelota, Cecilia! ¡Regia, estupenda, apolínea, dionisíaca, diosa, estupenda, linda, amiga, amiga-amiga-amiga, galla, güeona, galla, regia, estupenda, divina! ¿Te gusta mi vestido?”.

 

Cecilia: “¡La cagaste! ¡Nooo!”.

 

Yerko: “Tengo tres meses también, un poquito menos que la Diana…”

 

Cecilia: “¡Un poquito de autobronceante! ¡Nadie puede esos cachetes blancos! ¡Toy atacá! ¡Toy atacá!”.

 

Yerko: “¡Cecilia! ¡Estás estupenda! ¡Ya, no me hagan ná, que estoy con contracciones, ya! Cecilia, ¡al fin llegó el glamour a este programa!”.

 

Cecilia: “¡Ay, nooo! ¡Cómo!”.

 

Yerko: “¡Sí! ¡Se acabó esa voz de pito, (imitando a Diana Bolocco) ‘hola, chiquillos, ¿cómo les va?’. ¡Sí! ¡Chao! ¡Pá la casa! ¡Por fin va a sobrar pisco sour después de los programas! ¡Una verdadera reina de corazones! ¡Estupenda! ¡Si la belleza fuera un pecado, tú no tendrías perdón de Dios, Cecilia! ¡Regia! ¡Al fin una sirena, ente tanto pejesapo que hay en nuestra televisión! ¡Eres un terremoto grado diez! Y la Diana una réplica grado ocho… ¡8,2, ya, 8,2!”.

 

Cecilia: “¡No te des más vuelta, por favor!”.

 

Yerko: “¡Estás igual! Me gustaría ser una lágrima tuya, para nacer en tus ojos, vivir en tus mejillas y morir en tus labios… Te doy un consejo: Mañana camina entre las sombras, porque el sol derrite los bombones… ¡Estupenda, linda! ¡Ay, me están pasando cosas!”.

 

Cecilia: “¡Cuidado, que con esa cuestión! ¡Dónde está la capa! (Yerko se va hacia atrás del escenario, tapándose la parte delantera del colaless) ¡Ay! ¡Dónde quedó la capa! ¡Dónde quedó la capa! ¡Pásame la capa!”.

 

Yerko: “¡Juan Falcón sal de mí! ¡Calmada, bestia! ¡Unica, grande, nuestra! ¡Maravillosa! ¡Una mujer que nació con la corona puesta! ¡Igual que Martín, que nació con tres coronas! A propósito, Martín, ¿no querí irte pá la casa! ¿De verdad? Ya es tarde y te levantai temprano. De verdad, no te necesitamos, ¿te paso luca pal taxi?”.

 

Cecilia: “¡Oye, no me lo toquís, ya! Estoy muy feliz con él aquí!”.

 

Martín Cárcamo: “¡Mire como estoy! (Cecilia se sienta sobre las piernas del animador)”.

 

Yerko: “¡Te acordai de viejos tiempos Martín!”.

 

Cecilia: “¡Qué!”.

 

Yerko: “¿Nos tomamos un vinito? ¡Anda a buscarte un vinito!”.

 

Cecilia: “Somos un team nosotros”.

 

Yerko: “¿Te gusta el vino?”.

 

Cecilia: “Me encanta el vino”.

 

Yerko: “¿Sí? ¿Tomai Morandé? No sé, porque hay gente que le gustan otras cepas… ¡Regia, estupenda, divina! ¡Una mujer que derritió a todo Chile cuando apareció en Miss Mundo, con ese traje de baño Catalina verde con negro! ¿Se acuerdan? ¿Con el tirante por arriba del hueso de la cadera? ¡Así derritió a todo el mundo! ¡Y cuando digo a todo el mundo, es todo el mundo! ¡Desde Daniel Alcaíno a María Jimena Pereyra! Porque esta mujer, como dice Charly Badulaque, ‘tiene güen califont, güen champú y se seca con la toalla de Chayammm…’

 

“¡Una mujer que vuelve a la televisión chilena gratis! ¡Desinteresadamente! ¡¿Ustedes creen que la Cecilia está cobrando por este programa?! (Todo el público responde ‘sí’) ¡Yo también!”.

 

Cecilia: “¡Estoy cobrando pues! ¡Obvio!”.

 

Yerko: “Esta cobrando más que el Chupete Suazo, ¡pero no importa! Ahora quiero agradecer a mi papá, Andrónico Luksic, porque mi voz fue escuchada al interior del canal. ¡Quisieron traerme a puros ratones de cola pelá a este programa! Pero finalmente ¡aquí está Cecilia Bolocco! ¡Y esto se pagará con lealtad! ¡Papá, pueden citarme a declarar, porque ninguna palabra saldrá de estos labios, se acaban de sellar! ¡Gracias papito por traerme este regalo de vuelta a Canal 13!

 

“¡Todo Chile ha vibrado con la carrera de esta mujer maravillosa que hoy día nos acompaña! ¡Cuando se echó al bolsillo al animador del Miss Universo! ¡Cuando en Viña hizo la obertura más chori que se haya visto! ¡Increíble! Y después, cuando te sacaron esa foto en Miami con el italiano picante… Oye, Cecilia, Marocchino debe haber sido súper alto, ¿no? Porque tú le llegabai como aquí a la cintura… ¡No, es que es alto el hombre!”.

 

Martín: “¡Oiga! ¡Por favor!”.

 

Cecilia: “Oye, no vamoh a comentar… ¡Cuidao, no hablí güeás! (Le pega una palmadita a Yerko en el traste)”.

 

Yerko: “¡Cuidao, no me pegue en el cachete! ¡No me pegue tarjetazos Cecilia! De verdad, Cecilia, ¿te han atendido bien? Quiero que seas una reina. ¿Y hay picoteo? ¿Todo? Tenemos locro si no te gusta la güeá que te llevaron, ¿ya? cualquier cosa… Lo quieras, pide nomás… Un libro de Coelho, por si te aburres. Martín, ¡podí mirarme el culo! Cecilia, ¡por favor, mira quién te vino a ver! ¡El maestro Horacio Saavedra! ¡Qué lindo gesto! (Yerko se acerca al público, a un joven de muy baja estatura) El maestro Horacio Saavedra, ¡está más alto! ¡Le salió pelo parece!

 

“Mira, ¿a quién se parece usted? (Ahora se acerca a un señor de avanzada edad muy parecido a Menem) Venga para acá, tranquilo, tranquilo… ¡Caballero, dese vuelta! ¡Que no lo vea la Cecilia! ¡Que se nos puede enamorar y queda la cagá! ¡Ya, váyase mejor, váyase pá la casa, si es muy tarde pá usted! ¡Listo, ya! ¡Ahora sí, es mejor no correr ningún riesgo, ya, se fue, chao! ¡No, son bromas Cecilia!

 

“Fuera de bromas, aparte de la alegría que significa para ti la alegría de volver a la televisión, yo quiero que te vayas con algo más después de los ocho programas que vas a hacer con nosotros. Quiero que te lleves algo para toda la vida, Cecilia. ¡Así es que mi compromiso ante ti y ante todo Chile es que te voy a conseguir marido en este programa, en Vértigo! ¡No puede ser que nuestra única reina esté sola!

 

“Así es que los interesados en su casa pueden mandarnos los currículums a Inés Matte Urrejola 0848. Necesitamos a alguien sencillo, ojalá con casa propia, que sepa leer de corrido, que mee solo, ¡eso es lo más importante, que mee solo! ¡Me van a pegar un tarjetazo! Cecilia, ¡y te lo voy a elegir yo! ¡Yo te voy a elegir al marido!”.

 

Cecilia: “Bueno sería, porque he tenido mal ojo. ¡Es verdad!”.

 

Yerko: “¡Y paso a enumerar!”.

 

Cecilia: “¡No, no, no!”.

 

Yerko: “¡¿No queríai volver a la tele?! Primero, tuvo a Michael Young, que era guapo, interesante, alto, regio, fornido… Pero… ¡Le tenía miedo a los temblores! ¡Le tenía miedo a las arañas! ¡A los ratones! (Yerko empieza a dar saltitos, como de susto) ‘¡Ahí viene un ratón!’ ¡Y además le gustaba cocinar! ¿Qué creen que le gustaba cocinar? (‘¡Queque!’, grita alguien) ¡Oiga, son peladores! Cecilia, cómo le quedaba el arroz?”.

 

Cecilia: “Rico”.

 

Yerko: “¡Rico pero quemao! ¡Bueno, no importa!”.

 

Cecilia: “Se le pegaba un poco…”

 

Yerko: “¡Segundo! ¡Después vino la etapa del tarjetazo! Y entre tarjeta y tarjeta ¡pum! ¡topón pá’entro también!”.

 

Martín: “¡Oiga, ya pueh!”.

 

Yerko: “¡Y siempre al ritmo de…! (Yerko saca a bailar a Cecilia al son de la cumbia La Peineta, mientras enfocan entre el público del estudio a un doble de Kike Morandé) ¡Está el Kike! ¡Mira! ¡Kike, ven para acá! ¡Increíble! ¡A bailar cumbia! ¡Lo que todo Chile quería ver! (El doble se acerca bailando a Cecilia. Ella, muerta de risa exclama “¡pero si es igual!”). ¡Un reencuentro maravilloso! Oye, esto es tanto para la gente de allá, del sur, como para esta pareja. La gente de allá del volcán también: Donde hubo fuego cenizas quedan, así es que no anden caminando por ahí por las cenizas… Kike, ¡ya! ¡anda a sentarte! ¡Este es más caliente que el verdadero parece! ¡Andate pá allá!.

 

“Después del Kike, conoció a un cantante: ¡A Keko Yoma! ¡Perdón! ¡A Keko Yunge! ¡En qué estaba pensando! ¡A Keko Yunge conoció! ¡Que en 20 años de carrera vendió tres CDs solamente! Uno a la Diana, uno a la Cecilia y uno a don Enzo Bolocco, ¡que lo tiene de posavasos ahí en la casa! ¡Se pasó!

 

“Después tuvo al paisajista, que le hacía la brasileña… ¡La poda de las plantas! ¡A eso me refiero! Son maravillosas, lo nuevo, lo que se está usando nuevamente en las plantas…

 

“Hasta que finalmente ¡llegó el abuelito de Heidi! (Imitando la voz del ex Presidente) El ingeniero Carlos Saúl… ‘¿Cómo estás ingeniero Cárcamo? ¿Cómo estás Cecilia?’ Ahí se me entiende mejor, se me soltó  un poquito el Corega… ‘Cecilia, cómo estás Cecilia, que gusto me da verte…’ ¡Y se la llevó a Argentina el viejo! ¡La secuestró! ¡Quedó chata de tanta chata! ¡Chata estaba! ¡Aprendió a mudar en Argentina, a comer locro, a moler el Viagra! ¡La obligó a vestirse como Evita!”.

 

Bolocco nunca dejó de poner caras de aguante y gritar “¡ohhh!”, “¡no!”, “¡qué espanto!” o “¡mentira!”.

 

Yerko: “¡Le prometió que sería la primera dama de Argentina! ¡Y al final, naca la piriñaca! ¿Saben cómo le dicen ahora? El volcán Calbuco, ¡porque se manda una erupción cada 40 años! Cecilia, simplemente bienvenida a Vértigo, porque eres y serás ¡la mejor animadora de Chile!».