1850695.jpg

La primera infiel polémica de Manos al Fuego desclasifica brutal arreglín

Autor: admin_copesa / 26 agosto, 2015

El 13 noviembre de 2013, Rocío Espinoza se transformó en la primera infiel polémica del Manos al Fuego. En el capítulo, la universitaria traicionó descaradamente a su pololo –VEA AQUÍ DETALLES DEL CAPÍTULO–. Fue tanto la repercusión que generó que fue víctima de un tremendo bullying en redes sociales. La llenaron de memes. Incluso, en una entrevista posterior, declaró que vivió un calvario producto de las ofensas –MIRA LA ENTREVISTA DONDE ROCIO REVELA EL BULLYING QUE SUFRIÓ–

 

Pero, al parecer, todo fue una farsa. Rocío desclasificó la verdad en Mentiras Verdaderas. Según la joven, que hoy tiene 23 años, todo fue un “arreglín” para engañar al espacio. Dijo que su supuesto pololo “nunca fue mi pololo”, y que los presunto amigos estaban coludidos para hacer creer al programa que eran víctimas. Esto es parte del diálogo en el estelar de La Red:

 

Rocío Espinoza: “En ese capítulo aparecen los supuestos amigos de mi pololo, de mi supuesto pololo, que en realidad nunca fue mi pololo”. 

 

Ignacio Franzani: “¿No era tu pololo?”.

 

Rocío: “No era mi pololo… Mira, te voy a contar desde el inicio, para que vamos entendiendo. Yo estaba con mi mejor amigo en ese entonces, que es Ignacio, el niño de pollerón rojo. Estábamos un día en la tarde tomando once, y de repente a él lo llama una amiga, que siempre lo está invitando a eventos, en casting y en todas estas cosas. Y ella también había participado antes en Manos al Fuego haciendo también un montaje, vendiéndole esto a la producción del programa, pero engañando al programa, para sacar lucas. Y nos propone la idea a nosotros. Nos dice ‘oigan, armen un cuento, júntense algunos amigos, busquen una tipa que sea más o menos coqueta, que era como actor en este asunto, y que enganche con la idea y véndanselo a la producción. Yo les voy a dar el contacto. Ella les dio el contacto a un amigo, para que la producción lo llamara.

 

“Y efectivamente pasó. Esto fue en la noche, a full. Y nosotros pensamos ‘¿lo hacemos o no lo hacemos?’. Me decían, ‘Ya poh, Rocío, hazlo tú’. Y en ese momento pienso levemente que no era buena idea, porque podía quedar mal, porque la gente crea una fama. Pero me terminé convenciendo. Yo misma me terminé convenciendo de que el programa no lo veía tanta gente. De hecho, yo no cachaba mucho este programa Manos al Fuego. Y nada. Acepto hacerlo y fue en la noche. O sea, la productora llama a mi amigo y le da la historia. Somos un grupo de amigos. Empezamos a llamar. ‘¿Oye, ¿te tinca hacer esto?’. ‘Sabí que hay cierta cantidad de plata que podemos ganar, la podemos repartir’. ¿Nos contaron de que si tú firmas un contrato, también te pagan’. Entonces, era como una niñería, más que nada. Lo encontramos entretenido, así como…”.

 

Franzani: “Una travesura de engañar a un programa de televisión para ganar unas lucas”.

 

Rocío: “Exacto. Tal cual. Entocnes, esto es en la noche. Y al otro día en la mañana me llaman, porque yo había postulado a una agencia de promotoras. Entonces a mí me engancha, supuestamente, como ‘sabes qué, esta agencia nos dio este número, porque te queríamos contactar para un focus group para la degustación de un nuevo menú para un restaurant”. 

 

Franzani: “En ese minuto, tu ya sabías que esa llamada iba a llegar, el anzuelo”.

 

Rocío: “Exacto. El anzuelo”.

 

Franzani: “Para que tu entraras en el juego”.

 

Rocío: “Exacto”.

 

Franzani: “Paréntesis. Esto tres amigos, que aparecen en la historia, y que prácticamente todo Chile se enteró al ver el capítulo ó en la tele ó en YouTube, no son originalmente los tres mejores amigos”.

 

Rocío: “No. La verdad es que Ignacio, que es mi mejor amigo, el que lleva polerón rojo, uno de sus amigos, de donde él vive, viene de Frutillar, que era el niño de amarillo. Y Camilo en verdad era un amigo como de carrete. No es como amigo amigo, pero un ‘buen conocido’, entre comillas”. 

 

Franzani: “Y a tu supuesto pololo, ¿hace cuánto que lo conocías?”.

 

Rocío: “A Sebastián lo conocíamos también de carrete. Y a él le gustaba actuar. Y le dijimos ‘¿te interesa hacer esto?’. Le explicamos lo mismo. ‘Vamos a ganar esta cantidad de lucas por estar media hora haciendo esta tontera, que en verdad, probablemente, mucha gente o lo va a ver’. No dimensionamos que mucha gente lo podría ver o que podría generar algún impacto. Yo decía ‘nadie lo va a ver’. Era como ‘digámosle a nuestros amigos que lo vean’”.

 

Franzani: “Para que quede claro. ¿Él nunca fue tú pololo?”.

 

Rocío: “Él nunca fue mi pololo”.

 

SIGA VIENDO LA ENTREVISTA DESDE EL MINUTO 04:00:

 

<!–
document.write(" «);
// –>