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La diputada Marcela Sabat desclasificó que intentaron violarla

Autor: admin_copesa / 15 mayo, 2015

Marcela Sabat dejó a todos muy sorprendidos al revelar que intentaron violarla en plena calle. Tal cual. La diputada aseguró en el último Vértigo que nadie, ni siquiera sus padres, supo nunca la terrible experiencia por la que pasó cuando estaba en el colegio –MIRE AQUI EL VIDEO. VAYA AL MINUTO 10-. Este fue el relato que hizo de la terrible experiencia:

 

“Me pasó con una amiga, a la vuelta del colegio… Yo creo que esto ni siquiera mi papá ni mi mamá lo saben. Fue bien fuerte. Ellos estaban de viaje, entonces no lo supieron. Son los típicos exhibicionistas, que tiene también mucho que ver con lo que  estamos haciendo ahora, que lanzamos una ley contra el acoso callejero. Porque la gente cree que porque uno anda con falda, o con escote, tienen el derecho a violarte. O que uno anda mostrando para que te toquen o hagan lo que quieran contigo.

 

“Fue caminando por la calle con una amiga, este tipo que trató, como de exhibicionista, y nosotros salimos corriendo. Siempre quedé con la duda con este tipo, por qué anda aquí, qué hay que hacer con él. Quedé súper metida con que este tipo paseaba por ahí. Entonces, al final me rendí, no lo seguí buscando… Y un día,  a la vuelta del colegio, caminando por la calle donde yo sabía que él estaba, y siempre tenía mucho susto, muchos nervios, y de nuevo les pido disculpas a mis papás, porque mis papás no saben. 

 

“Nunca les conté porque estaban de viaje y tiene qué ver con lo que le pasa a muchas niñas hoy, que son violadas, y es lo que me lleva a estudiar lo que pasa con esas niñas y mujeres. Prefieren ser violadas antes que contarle a alguien y hacerlos sufrir. O si les ponen un cuchillo en el cuello, de verdad que prefieren ser violadas a que las maten, para que sus padres no sufran porque ellas murieron. 

 

“Fue en cosa de minutos. Yo estaba sola en la calle y siempre era a la hora del riego, la gente salía a regar, a la vereda, el pasto, al atardecer. Era raro, porque justo ese día no había nadie. Caminaba y típico que sientes que alguien viene detrás, caminando cada vez más rápido, y entonces yo me cambiaba de cuadra, me volví a cambiar de cuadra…

 

“De repente me vi tan desesperada porque lo escuchaba más cerca, más cerca, más cerca, que toque un timbre. Entonces le dije a la señora ‘¡por favor, ábrame, porque me van violar!’. Con susto. Ahí la señora me dijo ‘¿cómo se yo que me estás diciendo la verdad? A lo mejor tú eres una ladrona y quieres entrar a robar’.

 

«Y ahí, en ese minuto, el tipo como que en dos segundos me agarró el brazo, me lo puso detrás de la reja. Yo estaba completamente invalidada, de verdad quedé llena de moretones, la blusa rota. No sé en qué minuto lo hizo, cómo tan rápido. Una agilidad impresionante. Y ahí pasó justo un niño en triciclo, te juro que me acuerdo hasta el día de hoy del triciclo. 

 

“(El triciclo) Tocando la típica campanita, y esa campanita, ese triciclo que nunca más lo vi en la vida, este tipo se asustó y salió corriendo y yo llegué a mi casa. Estaba  mi nana, que le mando un besito gigante, porque ella fue la que me contuvo, la que me vio, que no podía hablar, con la camisa rota, media descolocada, y me llevó a buscar la mochila que había quedado en la casa de la vecina. Pero la vecina también, o sea, tuvo el reto de mi nana, como si hubiese sido mi papá o mi mamá”.