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Pancho Saavedra desclasifica la verdad del angustiado llanto de Jhendelyn tras el piscinazo

Autor: admin_copesa / 4 marzo, 2015

La prensa había quedado con ganas de ver más a Jhendelyn Núñez durante su piscinazo como reina de Viña 2015. Pero estuvo poco rato. Unos minutos. Se puso la bata y partió rápido hacia su pieza del hotel O’Higgins sumamente angustiada, cortando los despachos en vivo bruscamente. ¿La razón? Sufrió un accidente con los cristales que usó en su performance. Se le vio más de la cuenta.

 

Jhen arrancó. Tenía temor a pasar un bochorno mayor ante el desprendimiento de las mostacillas –como se aprecia en estas fotos de glamorama.latercera.com-. En su camino, muchos testigos declararon glamorama.latercera.com verla llorar desconsolada a través de los pasillos del hotel, hasta que entró a la habitación, en el cuarto piso del recinto, donde se desahogó del estrés y presión relacionados al piscinazo. 

 

Pancho Saavedra la defendió. En varias entrevistas, confirmó lo del desprendimiento de las mostacillas y aseguró que la sacaron rápido de allí para evitar mayores problemas. Llegó incluso a pelear en pantalla con Francisco Kaminski, quien lo encaró en el programa La Tarde de Todos, de La Red, por lo breve del show, entre otras cosas.–MIRE LA VIOLENTA PELEA ENTRE AMBOS ACÁ–

 

Saavedra no habló de llanto. Sí del estrés físico y psicológico que le produjo a Jhendelyn la larga preparación de su performance. Sin embargo, contó la verdad por primera vez. Este miércoles, en contacto telefónico con Mujeres Primero, de La Red, Pancho desclasificó todo. Frente a la presencia de Kaminski, que estaba en el set de invitado, confirmó el llanto y dio detalles inéditos de la angustia que vivió la rancagüina después de su chapuzón. Mire el diálogo:

 

Michael “Guagüito” Roldán: “Pancho, quiero partir preguntándote por la duda que se da a partir del piscinazo, de por qué ella se va tan pronto… Ella dice que es por una cuestión del pegamento, pero cierta gente dice que un productor se la llevó para que no siguiera hablando con la prensa”.

 

Pancho Saavedra: “¡Yo le pedí que saliera!”.

 

Roldán: “¿Por qué se lo pediste?”.

 

Saavedra: “A ver, yo les voy a contar todo como fue, como sucedió… Cuando ella estaba en el agua, yo le había dado la instrucción que solo estuviera un minuto veinte en el agua, que es lo que iba a durar estas cositas pegadas en su cuerpo. Ella no me miró en ningún momento, y cuando habíamos pasado los dos minutos diez, recién me mira y me dice ‘Pancho, ¿está todo bien?’. Y yo le digo ‘tienes que ir a pararte a la escalera para sacarte la foto de rigor. Y veo que se estaba parando en la escalera y empiezo a ver que estaban los brillantes corriéndose, y que habían muchos que estaba fuera de su lugar, yo no sé qué cara puse -la cara del exorcista debió haber sido la que puse-, que en ese momento le dije ‘¡sal inmediatamente!’.

 

«¿Saben por qué? Porque tal como te lo dije, Kami, el otro día, uno siempre tiene que pensar que, independientemente de que en ese momento está ahí haciendo el piscinazo, todos nos deleitamos con ese cuerpo curvilíneo, lindo, un gran espectáculo, pero en ese instante hay que protegerla y cuidar de ella como mujer. Entonces, hay que tener un cierto cuidado… Hay un tema que tiene que ver con el pudor.

 

“Después, cuando pasa esto, ella pensó en ese momento que se le había visto todo, ¡todo!, incluso aquello. Entonces salió muy angustiada de la piscina. Hugo Valencia la toma en ese instante, y empieza a decirle ‘¿cómo te sentiste?’. Y si tú te fijas, ella deja abandonado el despacho, porque en ese momento se pone la bata y, les voy a contar algo: camino a su pieza, se le cae el primer parche, que es el más íntimo de todos. O sea, era cuestión de segundos. Y ahí estalla en llanto porque pensó que había sido un fracaso y que se le había visto todo.

 

«Es más, esta es la primera vez que estoy contando la verdad. No había mentido, pero es con todo tipo de detalles, para que ustedes sepan… Ella corre, se le empieza a caer un parche y dice ‘¡esto fue un fracaso, se me vio todo! Entonces, estalló en llanto, pero no solamente por eso, sino también porque yo la había tenido de pie, por los grillos de la espalda, y no se podía sentar desde las 9 de la mañana. Que los periodistas hayan tenido que esperar es una cosa que tiene que ver netamente con el diario La Cuarta ¿Por qué? Porque nosotros a las 10 y media de la mañana ya estábamos listos. En ese minuto, ellos nos hacen esperar, porque tenían a la prensa citada a cierta hora…  Pero nosotros a las 10 y media de la mañana ya estábamos listos”.

 

Francisco Kaminski: “Pancho, es bueno que digas la verdad, porque así la gente entiende. Por un lado, te encuentro la razón. Es una dama, una mujer y que, sea quien sea, hay que respetarla y cuidarla. Creo yo que exponerla más de la cuenta, semidesnuda y con este susto, era un riesgo. Todos los periodistas se hacían la pregunta de por qué no la dejó con bata. Y ahora que tú estás contando la verdad de cómo ella se sentía… Se entiende de que haya abandonado esto y siempre es bueno la verdad. Y te felicito, Francisco, por primera vez ocuparla en tu vida”.

 

(Risas en el panel)

 

Janine Leal: “¡Oye, Kaminski!… ¿Escuchaste lo que te dijo Kaminski, Pancho?».

 

Kaminski: “Y te quiero mucho…”.

 

Antonella Ríos: “Amigos, tocayos y rivales”.

 

Kaminski: “Y quiero decirte aquí en pantalla, Francisco, que eres un tremendo tipo. Espero que no abandones esta carrera que tienes en Viña…”.

 

Saavedra: “No te hagas el lindo ahora, no te hagas el lindo ahora y me sobes el lomo de esa forma, porque yo te quiero decir algo, Pancho Kaminski… Quiero terminar de contarles… Este señor Kaminski, después de estar en su programa de la tarde (En Viña) reclamando, de que los periodistas se habían quedado con gusto a poco y no sé qué… Yo les quiero contar algo. Mientras este señor se dedicaba a pelar y a tomar cafecitos por ahí, estaban todos los periodistas arriba. Estaban arriba todos. Hicimos contacto con Intrusos, hablamos con SQP…”.