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El actor Héctor Morales hace el mejor análisis de la debacle causada por las teleseries turcas

Autor: admin_copesa / 21 enero, 2015

Héctor Morales es lo que se llama un hombre renacentista. Un actor de gran talento y variados intereses y siempre destacado. Cine, teatro, televisión, teleseries. Por eso, el «Axel» de Chipe Libre, la nocturna de Canal 13 que está en fase final, es una voz más autorizada para hacer un buen análisis del panorama televisivo tras la debacle de las teleseries turcas.

 

Después del «Axel», otro personaje que suma a su lista, el actor está sin canal. Pero seguro que luego tendrá novedades. Mientras, celebra el éxito de la obra Cock, que lleva dos temporadas a tablero vuelto, y de su estupendo programa Panorámica, en 13C, la señal de cable del 13, un espacio de cultura más que entretenida que no sólo conduce, sino que también gestiona.

Chipe Libre se vio opacada por el boom de las teleseries turcas…

 

«Lo que pasa con el área dramática de las teleseries hay que verlo de una forma muy tranquila. Una teleserie, si tiene un buen guión le va a ir bien en el contexto que sea. Nosotros podemos ver lo que pasa ahora con Pitucas Sin Lucas, porque antes uno decía que las teleseries a las ocho de la tarde se estaban extinguiendo, pero Pituca le dio una vuelta al asunto. Eso habla de que hay una muy buena historia, actores, trabajo y dirección y eso conlleva el éxito. 

 

«Chipe Libre tenía todo para que le fuera bien, pero en el contexto había una teleserie turca que ya tenía un público cautivo. Chipe Libre tenía un gran director y un gran elenco, pero un guión pobre. Siempre lo dije y los productores lo saben. Es una teleserie que trata de ser graciosa, pero no lo es; y trata de ser romántica, pero tampoco es tan romántica. La historia igual era buena, sólo creo que, finalmente, no sedujo al público. Si hay una buena historia y un buen guión, no importa que la teleserie sea turca o chilena».

 

¿Y el fenómeno de las turcas?

 

«Los canales deben estar haciendo ese exhaustivo trabajo de investigar por qué las teleseries turcas están pegando tanto. Hace muchos años ya es sabido que el público nacional es un grupo mágico que opta por cosas diferentes. Ese mismo público que está viendo las teleseries turcas no es un público básico, como pensaban los productores o programadores de televisión. 

 

«Es un público que tiene ganas de ver una teleserie que tiene un montón de capítulos y un ritmo mucho más lento. Es un público que hoy es más exigente. Aquí los directores, incluso los actores, tienen que estudiar este fenómeno y ver por qué el público está optando por ver teleseries de otros lugares».

 

¿Le quitan espacio a las telenovelas chilenas?

 

«Hay un espacio que se ha ganado a través de los años con producciones nacionales, pero todo esto es muy cíclico, la gente se aburre rápidamente. Además que hay muy poca creatividad entre los canales. Si a una teleserie turca le va bien, no significa que a todas las turcas le tiene que ir bien.  Cuando un canal está haciendo un programa de cocina, después todos los canales hacen lo mismo; o cuando a alguien se le ocurre hacer comedia, todos quieren comedia. 

 

«Hay que ser un poco más valiente en decir ‘nosotros vamos a hacer esta teleserie, con esta temática y la vamos a defender hasta que termine’. Eso pasó con la teleserie de las ocho de la tarde de TVN Caleta de Sol, porque no puede ser que hayan sido removidas de su horario, porque son pensadas y hechas para cierto horario. Es como tirarlas a morir a las tres o a las cuatro de la tarde. Me parece que es un acto cobarde».

En su Twitter escribió como «nuevamente la TV abierta tiene puras producciones extranjeras y no nacionales”.

 

«Estuve en Canal 13 durante muchos años, pero ya no es mi canal porque mi contrato terminó el 31 de diciembre. Ahora soy libre. No veo mucha televisión, porque en general estoy trabajando hasta tarde y luego llego y me tengo que cocinar. Pero cuando estoy en la cocina de repente me pongo a ver o al momento de esperar las noticias. El otro día me llamó mucho la atención que estaba haciendo zapping, en Canal 13, Mega, Chilevisión y TVN, y había sólo productos envasadas. 

 

«Eran teleseries, o series, de distintos lugares del mundo, algunas turcas, otras españolas. Entonces me pregunté ‘¿cómo es posible que a esta hora, por lo menos en los cuatro principales canales de la TV, no exista ninguna opción que sea de programación nacional?’. Y no me refiero solamente a las teleseries, sino que ‘¿a nadie se le puede ocurrir hacer un programa de conversación, reportajes u opiniones?’.

 

«Los únicos canales que tenían programación nacional eran La Red, que estaban repitiendo un programa de conversación que hacía Jean Philippe Cretton, y UCV-TV.  Imagínate alguien que no sea chileno y ponga la tele, no vería nada nacional y pensaría ‘¿que le pasa a este país? ¿no tendrá ninguna producción nacional?’ Creo que este es un problema y grave».

 

Ahora se transmite su programa Panorámico, en 13C.

 

«Me siento muy cómodo, tal como me siento cómodo actuando. Esto es algo a lo que yo le estaba haciendo el quite hace mucho tiempo. Pero apareció este proyecto, que es este programa en 13C en el que no tan solo soy el conductor, sino que también soy el productor ejecutivo y el editor de contenidos. Elijo a quien entrevistar, levantar los auspicios y hacer que funcione la máquina y tener un equipo a cargo detrás. Es algo que estoy descubriendo y me gusta mucho, lo paso súper bien. Es una faceta que como no estoy acostumbrado, tengo que estudiar mucho para entrevistar a un escritor o algún director de cine».

 

¿Quiere seguir haciendo algo parecido?

 

«Ahora estoy en un proceso de bastante tranquilidad, viendo las alternativas y, si tengo que seguir haciendo el programa, yo feliz. Nunca pensé que íbamos a hacer una tercera temporada. Así es que me dejo llevar nomás». 

¿A la televisión abierta le falta cultura?

 

«Está muy mal concebido el tema de las horas culturales que los canales tienen que exhibir por ley. Porque es como un cambio para los canales y encuentro que es solo falta de creatividad y falta de persona idóneas en esos puestos. O sea, son cuatro horas de programación cultural en los canales y la gente sigue asociando que la cultura es una cosa muy latera, muy fome. 

 

«Pero el tema cultural en televisión es súper amplio. Puede ser desde un programa de viaje, hasta uno de conversación, de entrevista o de deporte. Es cosa mirar el cable, la TV alemana, la TV francesa, en donde hay espacios culturales que son muy entretenidas. Creo que falta decisión y jugársela también».

 

¿Qué le gusta más: teatro, cine o televisión?

 

«Me gusta mucho la televisión, porque te da un training actoral y, si uno hace bien su trabajo, puede llegar a muchas personas y, por sobre todo, te entretienes y lo pasas bien. Eso no se logra mucho con el teatro. Me gusta la masividad que tiene la televisión y la entretención que puede generar en las casas de las personas.

 

«El teatro igual me gusta, porque hay una especie de vértigo cada vez que se hace la función, porque es en vivo y  cualquier cosa que puede pasar. El cine también me gusta, porque queda el registro de lo que uno hizo como actor. Las teleseries terminan de estar al aire y no se pueden encontrar en ningún lugar, en el teatro también, cuando termina, termina la función. Pero una película siempre sigue, puede ser en los cines o en festivales de otros países. 

 

«En realidad, lo que a mí me gusta es actuar, da lo mismo que sea TV, cine o teatro. Creo que mi programa 13C tiene mucho de eso también, ya que es como si tuviera un rol, que sería el de conductor».

 

¿Proyectos?

 

«Estoy escuchando unas propuestas. Lo más importante es hacer lo que quiera. Ahora uno está con ganas de hacer cosas distintas. No tengo ganas de contratarme sólo por contratarme, porque tienes que trabajar y no importa en qué. Eso es lo malo de los contratos a largo plazo, tú no puedes decidir». 

 

«Por estar contratado en el 13 tuve que hacer una teleserie que no me gustó desde un principio (Chipe Libre). Encuentro que era un personaje fome, que no tiene cuento  y que lo podía hacer cualquier actor. A mí me gustan los riesgos, hacer buenos personajes y no estoy para estar perdiendo el tiempo. Así es que, de verdad, si hay un buen personaje, un buen proyecto y siento que tengo que estar ahí y que la gente que esta dirigiendo ese proyecto necesita de mi trabajo, voy, me la juego.  Como que ya me aburrí un poco de perder el tiempo, de estar trabajando y actuar en algo que no se puede actuar bien».