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El chantaje sexual que sufrió Juan Manuel Astorga

Autor: admin_copesa / 2 octubre, 2014

Fue en agosto de 2008 cuando Juan Manuel Astorga salió en portada de Revista Caras anunciando que es gay. No lo hizo porque se le ocurrió nomás, sino que fue para luchar contra el chantaje de «un abogado que pretende ser del Opus Dei», dijo entonces en un programa que se llamaba Sin Documentos, en LivTV. Este abogado le exigía una alta suma de dinero para comprar su silencio. Si Astorga no le pagaba, él filtraría la orientación sexual del periodista.

El conductor de El Informante revivió el tema en la entrevista que Don Francisco le hizo en Estamos Invitados -MIRE AQUI EL VIDEO-. En el programa de Canal 13 reveló que ese oscuro episodio se dio en medio de una profunda depresión que lo tuvo mal durante dos años. Este fue su testimonio:

 

«Yo creo que fue un cúmulo de cosas las que me llevaron a la depresión. Bueno, es la conclusión a la que yo llegué después de terapia. Duró dos años, profundos, dos años de no hacer nada. Me levantaba con suerte una vez a la semana, para ducharme e ir al sicólogo. Estuve en cama y, en estricto rigor, no fue una cama, fue un sillón, en el departamento de mi hermano. Mi hermano José Miguel, que me acogió y me apañó.

«Duró mucho tiempo, porque era depresión. Los dos años fue el momento más duro, más fuerte, cuando tú dices: ‘Ya no soy capaz de hacer nada, no tengo fuerzas’. No trabajaba, no podía hacer nada, no tenía ganas de nada, despreciaba todo, partiendo por mí.

«Yo creo que fue el cúmulo de cosas: Una madre que había estado muy enferma, tuve un accidente que me mantuvo internado y de forma muy grave, el redescrubrimiento de mi condición sexual, cuestionamientos sobre si el tipo de pega que estaba haciendo era realmente lo que me gustaba, hubo un chantaje después…

«Hasta ese momento (su orientación sexual) sólo la sabían los más cercanos, yo nunca la había hecho pública a nivel masivo, a través de los medios; no me parecía que fuera necesario hacerlo, además. Esto fue hace cinco o seis años, donde las discusiones sobre este tema la verdad es que eran bastante más precarias de lo que son ahora; todavía me parece que lo son, quiero decirlo.

«Si yo no le pagaba determinada cantidad de plata, lo iba a hacer público y eso iba a dañar profundamente mi carrera, porque alguien que hace periodismo serio y fue capaz de mentir en algo como esto… Y yo dije: ‘Nunca he mentido, nunca me he colgado del brazo de chiquillas o me he sacado fotos en revistas diciendo que estoy pololeando con tal, o saliendo con tal. Finalmente, lo hice público. Lo conversé con Felipe Camiroaga, que me ayudó mucho y fui a su programa en TVN, en esa época».