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Carola Brethauer confesó los episodios más tortuosos de su matrimonio con Mauricio Israel

Autor: admin_copesa / 1 octubre, 2014

Lo pasó mal. Carola Brethauer tuvo un tortuoso y complicado matrimonio con Mauricio Israel. En 1999 se casó con el publicista. Ella tenía 24 años, y el hombre, 37. De allí, fueron casi 4 años de lujos, viajes, pero a la vez de mucho sufrimiento e ingenuidad. 

 

Se separaron en 2003, con polémica incluida. Ese año, la “Geisha” Ana Alvarado reconoció un affaire con Israel, y el escándalo fue un festín para la prensa farandulera de la época. Brethauer no lo reconoció al principio. Pero debió ceder. Finalmente, fueron sus cercanos quienes la “rescataron”, y abandonó el hogar que compartía con el comunicador. 

 

Anoche, la actual animadora de Zona Latina, en conversación con Mentiras Verdaderas, de La Red, habló de esto. Hizo un crudo mea culpa de su tormentosa relación con el comunicador. Además, reveló los episodios más oscuros vividos tras el matrimonio. Mire la conversación:

 

Jean Philippe Cretton: “Tú dijiste ‘pololié con el que no tenía que pololear, en mi época de adolescencia’. ¿Te casaste con el que no te tenías que casar?».


Carola Brethauer: “Sabes qué, yo creo que me casé con quien me tenía que casar en ese minuto, y todo lo que aprendí y viví creo que me hacen ser la mujer (que soy). Sabes qué, miro para atrás y digo: qué tonta, qué cabra chica, qué superficial. No me reconozco. Es absolutamente cierto lo que salía en la nota (que mostró el programa). De repente me preguntan cosas y detalles: ‘Es verdad, Carola, que ustedes…’ ‘Yo te conocí una vez garzoneando en un matrimonio y tú estabas con él…’ Yo no me acuerdo. Yo no sé si me habré vuelto loca, habré borrado cosas, psicológicamente hablando, para proteger. No tengo idea”. 

 

Cretton: “Como si estuvieses abducida”.

 

Brethauer: “Pero te lo juro, por Dios, que tengo completamente borrados. No me acuerdo, y a lo mejor me inventé una historia. Te juro que no sé. Te juro. No sé si ahora soy súper cuerda o soy súper, de verdad, loca, porque hay partes de mi vida que no me acuerdo. Hay partes de mi vida que no. Y hacer hoy un balance de un matrimonio que pasó cuando tenía 24 años… Yo era muy chica. Yo me creía súper enamorada. A lo mejor yo creo que estaba súper enamorada”. Una foto de la ex pareja, en 2001:

 

 

Cretton: “Tú dijiste ahí, cuando te estabas despidiendo del Así Somos (video del programa), que le decías a los chiquillos que ‘ustedes fueron testigos de todo un proceso de terapia mío, de rehabilitación’ ¿De qué te estabas curando?”.

 

Brethauer: “Sabes lo que pasa es que, aunque tú no lo creas, cuando yo me separé, me obligaron a separarme”.

 

Cretton: “¿Quién te obligó?”.

 

Brethauer: “Unas amigas… Yo era tan tonta, pero tan, tan tonta, y creo que le pasa a muchas mujeres que están viviendo un matrimonio tóxico o una relación de pareja mala, muy mala, que yo me despertaba a las 3 de la mañana y sonaban mensajes de textos, celulares. Y yo miraba el mensaje de texto y decía: ‘Mi amor, lo pasé increíble anoche’. Y yo decía: ‘¡Qué significa esto! ‘¡Qué significa esto! (hace un gesto con su mano) ¿Sabí que terminaba haciendo yo? Pidiéndole disculpas. A ese nivel de no quererte, de dejarte, de postergarte. Fue culpa mía. No le echo la culpa a él, para nada. Mi culpa fue haberme dejado de lado. Mi culpa. 

 

“Y claro, llegó un momento determinado, y es absolutamente cierta la historia de la ‘Geisha’, pero yo me aproveché de eso, porque se hizo pública la infidelidad de él –porque salió en Primer Plano– que este señor andaba con esta señora. Fueron dos amigas a mi casa -así como una enfermita mental- y con ‘camisa de fuerza’ me subieron adentro del auto, con una maleta. Me llevaron y no me dejaron nunca más volver. Pero si no hubieran estado esas amigas…”.

 

Cretton: “¿Tú seguías?”.

 

Brethauer: “Lo más probable. Y le hubiera pedido perdón, yo. Entonces, ese nivel de enferma”.

 

Cretton: “¿Y la autoestima?”.

 

Brethauer: “No tenía nada”

 

Cretton: “¿Por qué?”.

 

Brethauer: “Jean Philippe, te lo juro por Dios, durante mucho tiempo –mis amigos son testigos– yo no podía salir a la calle, a bares, que es lo que más me gusta. Nunca, porque yo pensaba que la gente me miraba por fea, por tonta, por mala, por interesada. Yo me separé de él, y él siguió siendo famoso, y muy exitoso, durante un largo rato. Nadie me creía, tampoco, mi historia. Yo era la que me había casado por plata. Yo era la que había abusado de este hombre. La que lo había agarrado para hacerme famosa. Yo era la ‘modeloca’, y me tuve que tragar miles de cosas. Eso tampoco contribuía mucho a salir a flote. Durante 2 años viví encerrada. Iba a trabajar, volvía. No salía para ninguna parte. Solo me visitaban en mi casa, en ese departamento donde hice maravillas, pero en ese momento lloraba”.