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Jorge Zabaleta se emocionó por sus hijos en contacto desde Miami

Autor: admin_copesa / 30 septiembre, 2014

La manera de emocionar a los famosos que está de moda en la televisión chilena son las cartas. La tendencia la instaló Más Vale Tarde, en Mega, y de ahí pasó a otros canales. Ahora fue Jorge Hevia quien conmovió a Jorge Zabaleta con cartas que le enviaron sus hijos a Miami, donde está radicado por un tiempo.

 

Hevia entrevistó a Zabaleta en Miami, para su programa Conectados, que se emite a través de TV Chile, señal internacional de TVN. Esa conversación fue replicada por el matinal  Buenos Días a Todos.

 

El galán de las comedias de la señal pública graba allá una teleserie llamada Dueños del Paraíso, una coproducción de Telemundo -cadena latina de Estados Unidos- y TVN.

 

Zabaleta contó que se trata de una historia “ambientada a fines de los ’70 y comienzos de los ’80. Se trata sobre cómo los latinos introdujeron la coca a Miami y, a través de Miami, a todo Estados Unidos”.

 

El actor se dejó crecer bigote para interpretar a “Conrado San Miguel”. “Es un chileno que llegó a Miami, que vive en la playa, muy tranquilo. Tiene un negocio de venta de marihuana y, de pronto, se ve envuelto en el negocio de la cocaína”, explicó en la conversación –MIRE AQUÍ EL VIDEO-.

 

Este es un extracto de la entrevista:

 

Jorge Hevia: “Lo primero: ¿Te gusta Miami?”.

 

Jorge Zabaleta: “Me encanta Miami. Una de las cosas por las que tomé la decisión de venirme a hacer esta producción de TVN con Telemundo, es que yo quería estar tranquilo, estar solo un tiempo, descansar del estrés de Santiago, de la cantidad de compromisos que tengo en Santiago siempre».

 

Hevia: “¿De ser tan conocido allá? ¿Acá te conoce alguien?”.

 

Zabaleta: “¡No! Me he encontrado con una cantidad de chilenos impresionante viviendo acá, que además son muy cariñosos, muy buena onda. Eso no me molesta, en realidad. Estaba metido en muchas cosas: estaba haciendo teatro, tele, estaba con radio. Entonces…

 

Hevia: “¡Ah, dejastes todo!”.

 

Zabaleta: “Dejé todo. En el fondo, lo que yo necesitaba era sanarme. Sanarme, descansar, dedicarme a una sola cosa, que es lo que estoy haciendo con Telemundo. Y el resto, hacer una vida tranquila, normal. Y por eso voy al supermercado, compro mis cosas, me preocupo de mi casa, mi departamento lo mantengo yo y ha sido muy entretenido, fijaté”.

 

Hevia: Jorge, ¿a qué hora hablas con tus hijos, o con tu mujer? ¿Tienes una hora? Me imagino que lo haces por Skype.

 

Zabaleta: Sí, o Facetime, depende lo que nos pille. A las 20.30, hora de Chile, que es una hora más que acá, mis hijos ya se acuestan, entonces tiene que ser antes de eso. Si estoy todavía trabajando, los llamo por Facetime; y si ya estoy en el departamento, ya los puedo llamar por Skype. Ahí converso con ellos; les pregunto: ‘¿Han llorado porque yo no estoy?, y se miran como diciendo ‘¡está loco este viejo!’ (ríe).

 

Hevia: “Ellos se ríen, ¿y tú has llorado?”.

 

Zabaleta: “¡No! Porque aquí  le derivo toda la responsabilidad a mi mujer, de quedarse con la casa, con los niños, y entre menos ellos me echen de menos, mejor, significa que están mejor”.

 

Hevia: “¿A ella no le ha complicado todo esto?”.

 

Zabaleta: “Es complicado. Yo no lo iba a hacer, no iba a venir. Cuando me llamó Alex Bowen para este proyecto, yo le dije: ‘Mira Alex, esta cuestión ya no es una decisión mía, es una decisión familiar, entonces déjame hablarlo con mi mujer. Y ella me dijo: ‘Si no lo haces, te vas a arrepentir mucho.

 

«Así es que es un sacrificio familiar tremendo, pero también es necesario. Es bueno, de repente, no estar en el día a día, para que te echen de menos, para que te valoren un poco más los sacrificios que puedes llegar a hacer. También uno echar de menos a sus hijos, echar de menos a su mujer. La distancia ayuda”.

 

Hevia: “Te quiero contar que, el día en que yo me venía, me llegó al programa Conectados un sobre, donde venían varias cosas para ti, y también venía esto (le pasa unas cartas)”.

 

Zabaleta: “¿Y esto? ¡Ah, de mis hijos! Este es mi hijo menor, Antonio, que está aprendiendo a escribir, entonces me escribe unas cartas muy largas. Vamos a ver… ‘Papá quiero que vuelvas, porque te extraño’. ¡Mi perro! Esta recién aprendiendo a escribir, entonces me escribe…

 

“Y mi hija Milagros, vamos a ver qué me puso. Ella tiene 8, entonces ustedes pueden ver que ya escribe diferente. Dice: ‘Hola, cómo estás, soy la Milagros, y te he echado mucho, ojalá que vuelvas luego, aquí te estaremos esperando con las manos abiertas… Para ti, papá, ojalá que lo estés pasando bien, chao papi, te amo’.

 

“Y después, al otro lado, tengo un letrero que dice: ‘Papá y Milagros en Miami juntos, en la piscina, onda nadando’. ¡Puta, qué lindo! ‘Papá lindo, hermoso’. Son lo mejor de la vida. Si ellos estuvieran acá sería perfecto, pero bueno, ya van a venir ya”.