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La particular frase con que Felipe Bianchi definió su monumental pelea con Guarello

Autor: admin_copesa / 2 septiembre, 2014

Fue una pelea monumental y “ordinaria”, según Felipe Bianchi, uno de los implicados. El rostro de Chilevisión tuvo una tremenda riña con Juan Cristóbal Guarello hace casi un mes. Todo empezó tras la reunión que Jorge Sampaoli sostuvo con  algunos periodistas. Guarello no asistió porque lo encontró inapropiado. Y Bianchi respondió. –VEA DETALLES AQUÍ–.

 

De ahí, se desató una riña pocas veces vista entre periodistas deportivos. Guarello lo trató de lo peor –VEA QUÉ DIJO AQUÍ–. Y Bianchi volvió a responder con más dureza –MIRE LA RESPUESTA ACÁ–

 

El tiempo ha pasado, y al parecer limaron asperezas. Ayer, Bianchi volvió a hablar de la feroz trifulca, en entrevista con Sin Dios Ni Late, del canal Zona Latina. El panelista de Tolerancia Cero aseguró que después de la pelea, “hablaron”, y no dudó en hacer un fuerte mea culpa, aunque sin arrepentirse.

 

Carola Brethauer, nueva animadora del espacio, comenzó el tema leyendo dos frases de Guarello. “’Felipe Bianchi predica con el pene en la mano. Va al estadio a puro ver recitales’. Juan Cristóbal Guarello ¿Qué tienes que decir?”. El diálogo siguió así:

 

Felipe Bianchi: “Fíjate que para ser estrictamente justo, Juan Cristóbal me contestó una cosa que había dicho yo. Entonces, fue un arranque de ira compartido, de italianismo compartido, pero no tenía ni antes ni ahora mala onda con él; de hecho, después hablamos”.

 

Brethauer: “Sabes que ahora buscas por internet la pelea Bianchi-Guarello y te sale la historia; y la historia dicen que se remonta al año 1978, que de verdad es muy antigua, y que siempre han tenido rencillas porque son ambos hinchas de Colo Colo y tienen distintas formas de ver el fútbol”.

 

Bianchi: “La verdad, verdad, verdad, es que no. Tenemos distintas formas de ver el fútbol, pero eso no da para peleas tan ordinarias como esta que tuvimos recién. Lo digo por la pelea en si; cuando digo ordinaria lo digo por los dos, porque para qué calentarse tanto. En el fondo es fútbol. Y ahí hay un tema. Tú has dado un punto clave, para que nadie se vaya a confundir: Las veces que hemos peleado y tenido discrepancias con Juan Cristóbal, en cambio, hemos estado en las casas respectivas, tenemos muchos amigos en común. Tenemos una historia más larga que con otros”.

 

Brethauer: “Pero, después de esto, ¿hablaron por teléfono?”.

 

Bianchi: “Sí, hablamos. Pero lo que te tengo que decir que siempre son disputas futbolísticas. Yo creo que alguien lo definió bien el Twitter, que a mí me dio más vergüenza, porque la encontré buena, que decía que esta era la típica pelea de dos putas mechonéandose en la esquina por ver de quién era la esquina, en el fondo (risas en el panel)… Y es un poco, quizás, seguramente. Tenemos miradas distintas de algunos temas”.

 

Brethauer: “¿Pero tú sientes que al esquina te pertenecía a ti y él llego, o al revés?”.

 

Bianchi: “No. Yo siento que son diferencias respecto del uso que hay que darle a la esquina. Momentáneo. En muchas cosas estamos de acuerdo, y en muchas cosas tenemos enemigos en común”. 

 

Brethauer: “Pero finalmente, Guarello es muy purista para leer el fútbol, y él ve y analiza mucho el fútbol, y tú eres más global, ves todo…”

 

Bianchi: “Es que yo hago más cosas, o sea, no digo que él no las haga. Acaba de escribir un libro que, de acuerdo a los rankings, le ha ido bastante bien, pero los dos tenemos intereses distintos”.

 

Brethauer: «¿Te cae bien o te cae mal?».

 

Bianchi: “No me cae mal. Lo encuentro parecido a mí, y yo creo que por eso seguramente peleamos. Lo encuentro parecido de personalidad, y la gente, increíblemente, nos confunde en la calle porque, físicamente, ustedes podrán ver, no nos parecemos mucho. Además, Juan Cristóbal es primo de Nicolás Larraín, que es muy amigo mío, de hecho, se parecen harto. Pero en la calle, de 10 veces, tres me dicen ‘Guarello’. No ahora, de antes”.

 

Brethauer: “Finalmente, empezó la pelea. Dijiste algo, él te contestó. Se empezó a subir los tonos. Se picaron. Se dijeron cosas y todo, y ahora, cuando lo ves con un poquito más de perspectiva, ¿te arrepientes?”.

 

Bianchi: “Yo soy como el escorpión: me cuesta arrepentirme».

 

Brethauer:  «¿No pides perdón, tampoco?».

 

Bianchi: “Pido mucho perdón, de hecho ese es el problema, que ando pidiendo perdón, pero no me arrepiento, porque son cosas que nacen en el momento, y estábamos peleando, y cuando uno está peleando, pelea”.

 

Brethauer: “¿Y cómo terminó la discusión? Alguien te dijo, tú mujer, de tú familia… ”.


Bianchi: “‘Qué vergüenza’, todos me decían, los amigos en común. ‘Qué vergüenza’. Mi hijo me decía ‘qué vergüenza, papá’. Yo creo que a Juan Cristóbal le deben haber dicho lo mismo. Pero es que uno tiene esa personalidad. Es así. Qué le vas a hacer. Y la discusión tenía sentido.

 

«O sea, las cosas que dijo Guarello de mí seguramente mucha gente las piensa; las que le dije yo a él, también. Ahora, lo del estadio (que no iba) es lo más absurdo. Ojalá pudiera ir a recitales como he ido en alguna época en mi vida. No he ido por horario de trabajo.

 

«Pero al estadio, los fines de semana, obviamente no voy, porque ya no comento hace rato los partidos de fútbol del fin de semana del campeonato chileno. Cuando estaba en el CDF, estaba todos los días en el estadio, cuando estaba en el Show de Goles, también. Pero ahora los fines de semana o conduzco las noticias, o conduzco Tolerancia Cero (CHV). Evidentemente, no voy al estadio, porque ya no comento”.